1 | Marvel: Sr. Presidente

Capítulo 91:Papá Noel

[Nasu954: Estoy escribiendo escuchando un poco de música, así que mientras edito, arriba del capítulo les colocaré los links, si es que no os molesta.]

Héctor se rió entre dientes, "Sé amable con ella. Es sólo una chica equivocada. Pero debo agradecerle también, ella me hizo darme cuenta de que a pesar de que soy tan mayor, sigo siendo deseable". Entonces su rostro cambió de repente: "Qué lástima, todas las chicas de mi edad para salir con alguien están en la tumba. De todos modos, tengo la suerte de presentar este premio".

Pero cada persona allí se reía, Moony aullaba de risa. Los camarógrafos y reporteros se reían tontamente, los estadounidenses que lo veían en vivo por televisión estaban entusiasmados.

¿Quién más puede decir tal cosa? El presidente de Estados Unidos fue bendecido con todo menos un agujero en el que rodar. En ese momento era una broma corriente en todo el mundo que Héctor era el virgen más viejo. Diablos, su nombre estaba en el libro Guinness del récord mundial por ser el virgen más viejo del mundo, quizás de la historia dicen algunos escritores en el The New York Times.

Puede que sea algo de lo que otros puedan estar orgullosos, pero Héctor sabía la verdad, su yo interior siempre decía: ~Déjame aplastarlos.~

Pero no había ninguno que aplastar. Ninguno con el que no se sentiría disgustado de estar. No tenía ningún problema con que alguien pareciera joven, pero la edad le importaba. Después de todo, en 1941 llamaba a cada estadounidense su hijo y su hija. Pero todos los nacidos antes de 1941 eran jodidamente feos. 

Sus cejas se torcieron al ver a la gente reír, hizo intentos por salvar su honor: "Hijos míos, no se trata de hacer la acción, se trata de encontrar a quien amas primero".

"BAHAHAHAHA..." Logan soltó una carcajada esta vez.

Los ignoró y continuó con su labor oficial de entregarles medallas una tras otra. Sin embargo, los X-Men se habían cubierto la cara con máscaras para los ojos y Héctor se aseguró de explicar por qué lo hicieron. El mundo no necesitaba saber quiénes eran todavía, lo único que importaba era que salvaran vidas.

. . . 

Pronto regresó a su oficina para trabajar. Pero entonces su jefe del Servicio Secreto entró para presentar un informe: "Señor, encontramos a la familia que estaba buscando. Peter Quill, nacido de Meredith Quill, el padre es desconocido. Actualmente residen en St. Charles, Missouri".

Héctor puso el sobre dentro de su cajón cerrado con llave, "Gracias, hijo. No le cuentes a nadie más sobre esta investigación. Intenta buscar a su padre, sin embargo, si todavía está por aquí, infórmame".

El hombre saludó y se fue rápidamente. Solo en la oficina, suspiró y miró el calendario. Las elecciones de 1984 no estaban demasiado lejos. Estaba extremadamente aburrido de su trabajo en este momento.

Finalmente firmó el último proyecto de ley que deseaba aprobar, uno que aseguraría el futuro de los niños estadounidenses. En primer lugar, aseguró que los hospitales nunca podrán encarecer tener un bebé. Ahora introdujo algo llamado Baby Bonds. Este proyecto de ley reducirá la brecha de riqueza en el país al brindar a cada niño la misma oportunidad. De acuerdo con esto, a cada nuevo bebé que nazca a partir de ahora se le acreditarán en una cuenta bancaria 6.000 USD. Cada mes, el gobierno agregará dinero a estas cuentas en función de los ingresos de los padres del niño. 

Si la familia es de altos ingresos, el dinero depositado será menor, si la familia es pobre, el dinero depositado será mayor. Los padres del niño no podrán acceder a este dinero. Una vez que el niño cumple 18 años, puede usarlo para pagar la universidad o iniciar un negocio, pero nunca podrá desperdiciarlo simplemente en compras.