Nuestra historia.

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Lebanon, Kansas. 1923. Mayo 22 de Mayo. 3:00 pm

La señorita Watson estaba segura que no se fue demasiado tiempo como para haber pasado tanto en ese periodo. Cuando volvió, la puerta de su casa estaba abierta, por lo que dejó caer las compras, corriendo al interior esperando ver lo peor: Que se habían llevado al joven que ayudó o que estaría ahí tirado, sin vida. Pero lo que sucedía no era menos impactante.

Dio un brinco y por poco sale huyendo cuando nada menos que el presidente estaba sentado en su sofá, totalmente solo, sin agentes del FBI rodeando la casa. Éste vestía ropa casual, y estaba a un lado de Sam, ambos sentados en el sofá mientras el mayor le acomodaba algunos mechones de cabello al mal herido hombre, quien al verla, se alarmó y con las manos levantadas para que no corriera de su esposo, le narró todo lo que ocurrió en tanto iba con el médico al pueblo.

Ambos hombres la convencieron de tomar asiento mientras un Sam aún con sus reservas, no dejaba de llevar la mirada al rubio a su lado, intentando hacer las piezas encajar, pero nada. Ninguna cosa de las que le decía, parecían estar en su memoria, pero cuando hablaba de Jack, algo en su interior parecía querer salir, arañando sus entrañas, subiendo por su garganta y provocar un grito que hiciera estallar el lugar. Pero, debía ser la conexión que su dañado cerebro hizo al querer tanto a su hijastro, según le dijo "Nick".

— Déjame ver si entendí: — Helen mantenía las manos juntas sobre la mesa que estaba no muy lejos de la pareja, mientras que con mirada meditabunda, su mente creaba un hilo de la historia. Pero, había algo en la mirada del presidente que parecía mantenerla alerta e inquieta. Sentía una amenaza, como si de equivocarse con lo que diría, éste la llevaría presa. — Sam te dejó, vino con su hermano y... ¿Ese tipo apenas te avisó sobre el colapso de Sam? Creí... — Ahora miró al castaño, quien le había dado su versión anteriormente entre los breves momentos que se mantuvo despierto, antes de volver a desmayarse. Fueron palabras precipitadas, una detrás de otra y algunas sin mucho sentido, y aún así le parecían más creíbles que ésto a pesar de sonar más congruente la historia del mandatario. — Que tu hermano te internó cuando le confesaste que eras homosexual.

— Eso creí, pero... Estaba equivocado. — Le dio una mirada a Nick quien asintió, como si le permitiera hablar, esto hizo que Helen frunciera el ceño. El chico alarmado pero asertivo y comprensivo a su historia, no parecía para nada éste sujeto que se hacía pequeño y pedía autorización. — Nick me dijo que mi mente se alteró, que... Todo se ordenó de modo que me confundí tanto al grado de creer... — Sam pasó saliva, bajó la mirada y bufó, molesto consigo mismo.

— ¿Qué sucede? — Sam no fue capaz de contestar, por lo que Nick tomó la palabra.

— ¿Te habló sobre un chico al cuál amaba?

— Sí, Jack. — Helen no pudo evitar sonreír, gesto que hizo que la mirada de Nick se tornara llameante. La chica aclaró la garganta.

— Él no es el amor de su vida, ¿Okey? — Dijo con notoria molestia, moviendo de más la cabeza de un lado a otro. — Es nuestro hijo. Bueno, el mío, y su hijastro. Es un chico dulce, agradable, por lo que quizás Sammy entendió otra cosa.

— Lo siento. — Murmuró Sam sumamente avergonzado, sin poder elevar la mirada., Lucifer le susurró cerca del oído que no se preocupara y dejó un beso detrás de su oreja, algo que hizo saltar todas las alarmas de Helen, quien enderezó su espalda.

— No lo puedo creer. Aunque, si me lo permite, presidente, en tanto Sam no recupere la memoria, tal vez deba... Mantener su distancia. — Levantó las cejas y Lucifer estuvo a nada de hacer que sus ojos se encendieran rojo intenso y mandar a volar a la maldita lesbiana frente a ellos.

Son como niños. [EDITANDO] [SamXJack✓] [Destiel✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora