𝐀𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚: 𝐓𝐞𝐦𝐚𝐬 𝐨𝐬𝐜𝐮𝐫𝐨𝐬
Dazai Osamu conoció al doctor Mori Ōgai cuando tenía 8 años, desde entonces a estado bajo su cuidado; Mori encontró en el dulce niño alguien a quien puede moldear a sus mas profundos deseos, alguien...
- ¿Seguro has podido notar el abrigo que siempre usa Dazai-kun? -cuestiono, teniendo un asentimiento como respuesta- Ese fue un regalo de mi parte, dentro de la mafia tenemos la tradición de darle una de nuestras pertenencias a quien reclutamos -le estaba entregando el sombrero que pertenecía a Rando- Y ahora te entrego esto, le pertenecia a un viejo amigo mio
Debido a que Dazai-kun me pidió que le diera una oportunidad de vivir a "su perro", y no puedo decirle que no si me lo pide tan encantadoramente, terminé aceptando darle un lugar dentro de nuestra organización; con este sombrero estaba oficializando su ingreso a la Port-mafia y delegándolo bajo el mando de Kōyo, pero para asegurar que no pensará traicionarnos debo de ponerle una cadena.
- Chūya-kun, antes de irte, quizás quieras darle una mirada a esto -entregándole unas hojas- Encontré todo un archivo completo con datos así en la que era la vivienda de mi buen amigo Rando
- ¡Esto-! -volvió a mirarme con una expresión entre desconcierto y enojo- ¡¿Cómo es que tú lo tienes?!
- Como te mencioné, lo encontré en la que fue su casa, estaba junto a otros documentos que consideraba importantes dentro de su oficina
Noté que pensaba quedárselo, al principio se las iba a quitar pero lo consideré mejor, si quería su lealtad primero debo de ganarme su confianza, además que conservara esas simples hojas no marcaba ninguna diferencia, yo tenía la mayor información. Le hice un gesto para que abandonara la oficina, se despidió y acató la orden; una vez devuelta sólo fue que me permití ahondar en mis pensamientos, que debería de hacer ahora que tengo a un fuerte usuario de habilidad entre los miembros de mi organización.
- ¡Mori-san! -ingresó la luz de mis ojos, haciendo sus típicas entradas dramáticas- Entonces, ¿qué pasooo?
- Dazai-chan, te ves precioso en ese traje, como un dulce ángel -ya quería verlo en el nuevo conjunto que le compré, me alegra ver que se lo puso hoy
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- Con respecto al tema de Nakahara-kun,... lo he puesto bajo tutela de Kōyo-san, ella estará encargada de educarlo y ponerlo al corriente en como trabajamos aquí
- ¡¿Qué?! ¡Eso no es justo, Mori-san! -comenzó a reclamar, parece que va a hacer otra de sus rabietas, tan encantador- ¡Quiero que trabaje para mí! ¡Te dije que era mi perro! ¡Hazlo ahora, Mori-san!
- Mi niño, me encantaría cumplir tu deseo, pero sabes que lo mejor para la mafia es tenerlo en esa posición -atrayéndolo hacia mi y acomodándolo encima del escritorio- Ahora, ¿qué tal si tú y yo...pasamos un dulce momento juntos?
- No quiero -responde cruzado de brazos, con su ceño fruncido- No me tiene feliz, Mori-san, desde que me uní a la mafia sólo me ha hecho pasar malos ratos
- Dazai-chan, tendrás todo el cangrejo que quieras -no parecía que iba a ceder, tendré que pensar en otra cosa- Y qué tal si jugamos a algo más, juguemos a disfrazarnos
