Avatar La leyenda de Krypton

Capitulo 20

 El paso de la serpiente

Appa se había ido.

Según Toph, los asaltantes del desierto lo habían llevado durante la visita a la biblioteca, aparentemente atraídos aquí al ver al bisonte en vuelo ese mismo día. Normalmente habría sido una cuestión sencilla simplemente volar, pero Appa se había quedado en el suelo para defender a Toph, quien había estado ocupada usando Tierra Control para anclar la biblioteca en su lugar, mientras Wan Shi Tong la hacía hundirse. Largas cuerdas y pesadas redes habían atrapado a Appa, pesando sobre él para evitar que saliera volando más tarde. Cuando los demás salieron de la biblioteca, los asaltantes del desierto ya se habían ido y no tenían forma de rastrearlos.

Sin Appa para sacarlos del desierto, Sokka apenas sacó con vida a sus amigos de allí. Toph no podía ver en la arena suelta, Aang estaba ciegamente furioso por perder a Appa y el agua de Katara se había acabado la primera noche. Sin embargo, la suerte fue afortunada, ya que Toph tropezó con un velero de arena enterrado. Entre Aire Control, Tierra Control y los poderes que poseía Sokka, era fácil hacer que el velero de arena se moviera a gran velocidad. Con él cruzaron el desierto en una noche, llegando al extremo noreste del desierto, cerca de Ba Sing Se y el lugar probable donde los asaltantes del desierto llevarían a Appa para venderlo.

Una vez que estuvieron fuera del desierto, se detuvieron en el primer cuerpo de agua que pudieron encontrar, un río al costado de un sendero a través del Reino Tierra. Todos lavaron la arena de cada parte del cuerpo que pudieron alcanzar, incluso Toph se sumergió en el agua durante más de una hora y Momo estaba justo a su lado. Cuando Sokka terminó de bañarse, se sentó junto al sendero y miró un viejo mapa tomado de la biblioteca subterránea, tratando de encontrar la mejor ruta a Ba Sing Se. No era muy prometedor, ya que el mapa detrás estaba aún más desactualizado que el que tenían antes.

Aang salió del agua y caminó hacia Sokka, mientras las chicas lo seguían. "Entonces, ¿descubriste qué ruta vamos a tomar?"

Sokka colocó un dedo en el viejo mapa, donde estaban justo afuera del desierto. "Parece que el único camino a Ba Sing Se es esta pequeña franja de tierra llamada Paso de la Serpiente".

"¿Estás seguro de que esa es la mejor manera de hacerlo?" -Preguntó Toph.

"Es la única manera", respondió Sokka. "No es como si tuviéramos a Appa para llevarnos allí."

"Cállate sobre Appa", le susurró Katara a su hermano. "Trata de ser sensible".

"Katara, está bien", dijo Aang, aunque estaba claro para cualquiera que lo conociera que no estaba bien. "Sólo quiero concentrarme en llegar a Ba Sing Se".

"Oh, bueno, está bien", dijo Katara. Ella no quería presionar más y dejarle creer que la había engañado. "Me alegro de que estés mejor".

"Luego vamos a Ba Sing Se", dijo Sokka. "No más distracciones."

Sin embargo, una nueva voz proporcionó otra distracción. "¡Hola, compañeros refugiados!"

Todos se volvieron hacia el sendero y vieron a tres viajeros que se dirigían hacia ellos. Delante estaba un joven con barba corta, guiando a dos mujeres por el sendero y cargando con la mayoría de sus suministros. Junto a él estaba una mujer embarazada, a punto de dar a luz a juzgar por el tamaño de su vientre. Detrás de ellos había una adolescente, claramente la hermana menor del hombre. Llevaban ropa verde típica del Reino Tierra, aunque sucia por un largo viaje por la carretera. Aunque estaban agotados tras semanas de viaje, todavía se alegraban cuando veían a otros refugiados.

Aang esperó a que los extraños se acercaran a él y a los demás. "Entonces, ¿ustedes también se dirigen a Ba Sing Se?"

"Claro que sí", respondió el hombre. Sus manos sostenían los hombros de la mujer embarazada, como apoyo moral. "Estamos tratando de llegar allí antes de que mi esposa Yin tenga su bebé".