Avatar La leyenda de Krypton

Capitulo 15

El bandido ciego

Ubicada en las montañas del sur del Reino Tierra se encontraba la ciudad de Gaoling, el principal centro de comercio de esta mitad del continente. Esta ciudad prácticamente no fue afectada por la guerra en el norte, ignorada por la Nación del Fuego en su búsqueda de algún día sitiar Ba Sing Se. Era un lugar adecuado para buscar un maestro de Tierra Control, muy alejado de las fuerzas más cercanas de la Nación del Fuego. Aquí Aang podía mirar sin tener que esconderse, capaz de decirles a los futuros maestros quién era sin necesidad de mirar por encima del hombro en cada paso del camino.

Gaoling albergaba una prestigiosa academia de Tierra Control, que ofrecía cupones para una única lección gratuita. Aang probó la academia bajo la tutela del Maestro Yu, quien era el director de la academia. Mientras Aang pasaba la tarde en lecciones, todos los demás fueron de compras al mercado de Gaoling, abasteciéndose de suministros y de cosas menores que pudieran necesitar. Sokka terminó comprando una bolsa verde que llamó su atención, pensando que el emblema del Reino Tierra podría ayudarlo a pasar desapercibido, además de ser práctico para llevar sus cosas.

También era bueno para llevar las cosas de otras personas, como lo demostró Taiyo colocando algunos palillos de metal recién comprados en la bolsa. "Te importaría sostener esto, gracias."

"Um, sí, supongo", dijo Sokka. Comprobó la hora y pensó que deberían ir a ver a Aang. "Vamos, volvamos.

Era casi el final de la tarde, y Aang salió por la puerta principal de la academia, donde Momo saltó a sus brazos. "Él no es el indicado".

"Estoy seguro de que hay muchos otros profesores en algún lugar", dijo Taiyo.

Como si fuera una señal, dos adolescentes pasaron caminando, hablando lo suficientemente alto como para que fuera imposible no escuchar a escondidas. "Estoy pensando que Boulder recuperará el cinturón en Earth Rumble Six".

El otro adolescente no le creyó al primero. "Tendrá que luchar contra los mejores maestros tierra del mundo para siquiera tener una oportunidad de ser el campeón".

"Disculpen", interrumpió Aang, acercándose a los extraños. "¿Pero dónde es exactamente este torneo de Tierra Control?"

"Está en la isla de none'ya", dijo uno de ellos. "No es asunto tuyo."

Mientras los adolescentes se alejaban riéndose de su simple broma, Taiyo se volvió hacia los demás. "Yo me ocuparé de esto".

De manera borrosa se movió frente a los adolescentes, sorprendiéndolos a ambos con su repentina aparición. Antes de que pudieran decir algo, Taiyo los agarró por sus camisas, levantándolos a ambos del suelo. Se aseguró de que lo vieran sonreír y luego saltó quince metros en el aire. Ambos ahora gritaban por sus vidas, sin darse cuenta de que estaban perfectamente a salvo en las garras de Taiyo. Aterrizó y puso a los adolescentes nuevamente de pie, aunque ambos estaban tan nerviosos que podrían desplomarse por el shock. Varias cabezas se volvieron cerca, pero nadie presenció todo el truco, por lo que se descartó como si dos niños reaccionaran exageradamente.

Ahora que los adolescentes estaban lo suficientemente intimidados, Taiyo simplemente se cruzó de brazos y los miró. "¿Dónde fue ese torneo otra vez?"

"Es Earth Rumble Six y es literalmente subterráneo", dijo un adolescente, más que dispuesto a responder con la verdad ahora. "La entrada principal está justo afuera de las montañas al norte de Gaoling. No te la puedes perder. ¡Ahora, por favor, no nos hagas daño!"

"Gracias", dijo Taiyo. Agitó una mano con desdén. "Puedes irte ahora."

Resultó que no necesitaba preocuparse por la amenaza, ya que el lugar no era difícil de encontrar. Todo lo que tenían que hacer era seguir a la gente que salía de la ciudad y no les llevó mucho tiempo encontrar el lugar correcto. Por la noche llegaron a la montaña que contenía Earth Rumble Six, entrando por un túnel junto con todos los demás. En el túnel había un mostrador de registro para combatientes potenciales, así como puestos de comida que ofrecían una variedad de alimentos y bebidas. En el otro extremo, el túnel desembocaba en una gran caverna, rodeada de sencillos asientos de piedra para el público, con un anillo cuadrado en el centro de esta arena.