Avatar La leyenda de Krypton

Capitulo 46

La difícil situación de Sokka

Habían pasado unos días desde que visitaron a los Guerreros del Sol y el grupo había regresado al Templo Aire Occidental. Aang pasó los días practicando Fuego Control bajo la tutela de Zuko, mientras Katara y Toph los vigilaban y vigilaban. Taiyo había abandonado el templo para ver a los supervivientes de la invasión fallida, que regresaban al Reino Tierra. Sokka se mantenía ocupado elaborando estrategias para la llegada del cometa Sozin, tratando de descubrir todos los escenarios posibles y todas las formas en que las cosas podrían salir mal.

Una vez que terminó con su último plan de batalla, Sokka levantó la hoja de papel y rápidamente la arrugó hasta formar una bola. "No, no, eso tampoco funcionará".

Se echó el papel desmenuzado por encima del hombro y se sumó al montón que tenía detrás. Esa pila desapareció cuando llegó Taiyo, con una expresión sombría en su rostro. "Sokka, ¿tienes un momento?"

Sokka se levantó y se dio la vuelta, y al instante se le formó un hoyo en el estómago. "¿Qué pasó?"

"Los submarinos tuvieron que detenerse para realizar reparaciones antes del punto de encuentro", dijo Taiyo. Entre el desgaste del transporte, los daños de la batalla y la retirada apresurada, la necesidad de reparaciones había sido inevitable. "Y fueron atacados por la marina".

"¿Cuando?" -Preguntó Sokka.

"Hace dos días", respondió Taiyo. Tuvo que obligarse a mantener contacto visual con Sokka, ya que era difícil decirle eso. "Tu padre insistió en ganar tiempo para que los demás escaparan. Hakoda y algunos de sus hombres no lograron salir de esa isla".

Sokka apretó el puño, claramente lamentando la decisión de separar su círculo de amigos del resto. "¿Qué le hubiera pasado a papá?"

Taiyo suspiró. "Si está vivo, lo habrían hecho prisionero. Lo más probable es que, en este momento, esté en un barco de transporte rumbo a una prisión".

"¿Dónde?" Exigió Sokka.

"Hay varias opciones", respondió Taiyo. "Le daré unos días más y luego revisaré la torre de comunicaciones en busca de manifiestos de prisioneros. Descubriremos dónde está allí".

Sokka no estaba dispuesto a esperar tanto.

Durante el resto de la tarde, Sokka pasó el tiempo reuniendo suministros discretamente, tratando de asegurarse de que nadie se diera cuenta de lo que estaba haciendo. Supuso que Aang estaría enojado con él una vez que se diera cuenta, pero eso era algo que Sokka estaba dispuesto a enfrentar más tarde. Una vez que tuvo todo en su lugar, Sokka esperó hasta el anochecer y fingió dormir el tiempo suficiente para que Aang y Katara se durmieran de verdad. No estaba engañando a Toph, y lo sabía, pero estaba claro que a Toph no le importaba. Sokka se alejó de puntillas de los demás y silenciosamente se subió a la silla de Appa.

E inmediatamente encontró a Zuko esperando adentro. "¿Llendo a algún lugar?"

Sorprendido, Sokka cayó de cara a la silla de montar. Se estaba frotando la cara mientras se sentaba. "¿Cómo lo supiste?"

"Estabas asegurándote de que Appa descansara durante el día", respondió Zuko. "Pero lo que no entiendo es por qué quieres llevártelo. Creí haberte visto volando solo el otro día".

Sokka suspiró y levantó la mano. "Necesito este anillo para hacer eso. Pero tiene poca energía en este momento. Así que prefiero no desperdiciar nada si puedo evitarlo".

La ceja buena de Zuko se alzó. "¿No debería haber una manera de solucionar eso?"

Otro suspiro y luego Sokka le hizo un gesto a Zuko para que lo siguiera, pensando que también podría sincerarse. Se bajaron de la silla y se bajaron de Appa, luego caminaron de regreso hacia los demás que aún dormían pacíficamente. Sokka abrió una bolsa verde allí y sacó su batería de Linterna Verde, o más bien lo que quedaba de ella después de la fallida invasión del eclipse. Donde debería haber estado arremolinándose energía verde ahora sólo había un vacío negro, como si alguien hubiera vaciado la batería y luego quemado el metal alienígena del interior.