Deception | Wednesday,P.J & TO |

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La lluvia caía con ferocidad, Helena observo a todos lados buscando alguna respuesta que le indicará del porque aquel sueño. La luz de los rayos se veía en el cielo pero este no emanaba ningún ruido algo que la semidiosa le extraño pero comenzó a recorrer el lugar restándole importancia el porque los rayos no emitían ruido alguno o caían a la tierra.

—¿Que es lo que más deseas hija de Hera?—aquella voz que la perseguía en sus más actuales pesadillas fue quien hizo la pregunta—¿Una madre más presente?¿Ser reconocida como la semidiosa más cruel?¿La destrucción de los dioses?¿Poder?—Helena elevó una ceja mirando aquel "ser de aspecto humano" dejarse ver cómo una débil sombra. Su gesto fue tomado por interés cuando era todo lo contrario, ella estaba aburrida—Puedo ayudarte, vencer a los dioses egoístas que solo utilizan a sus hijos para coexistir, tomar el lugar de tu madre...—

—¿En verdad cree que me interesa tomar el lugar de Hera?—le cuestiona sin interés—¿Por qué debo vencer a los dioses? Si soy sincera no es de mi interés que suceda con ellos en lo absoluto. Temor a los dioses. Es verdad pero en algún momento sus hijos se revelarán y los dioses sentirán el mismo temor que los semidioses les tienen—Helena sonrió con sorna—Pero ahora ¿Por qué tanto interés de usted a mi persona?—

—Llegara el momento en el que deberás elegir—contesto el desconocido—Unirte para ser parte de la caída del Olimpo o la devoción y lealtad a tu madre—

Helena soltó una risa sombría y cruel.

—¿Devoción y lealtad a mi madre?—repite sin dejar apagar su risa—Poseo más devoción a mi abuela bruja que a la diosa del matrimonio—se burló. Entendía que era alguien con un odió profundo a los dioses pero ¿Por qué ir a molestarla a ella?—Y lealtad solo a mis intereses pero ahora ¿Quién es usted?—

Una risa escandalosa llena de falsedad  abrumó el lugar. El lugar de un campo abierto donde se encontraba cambio rápidamente a un desierto, ella miro a todas dirección encontrándose con un gran abismo y entendió que era y de quién se trataba la persona que irrumpe sus sueños.

Aquel agujero de un tamaño gigantesco sobre el desierto, lleno de una oscuridad con la maldad inundando el lugar era el Tártaro y el hombre no se trataba de nadie más que de su “querido” y caníbal abuelo. Cronos.

—Nos veremos pronto Helena Addams—Cronos soltó una risa con burla en esta al decir su apellido.

El tiempo se terminaba y la situación empeorará a cada momento, la muerte podría ser un regalo o castigo para los seres vivientes todo dependía como cada uno lo veía. Para Helena el fin de la vida era un regalo, uno que parecía que Tanatos y Hades no se encontraban dispuestos a darle pero si a personas que la rodean. El alcalde fue silenciado eternamente gracias a la información que mantenía, mientras eso sucedía en la academia Merlina y ella obtuvieron una última oportunidad para saber porque razón la madre de Rowan las dibujo en aquellas páginas junto al peregrino y si en verdad estaban ahí para destruir la escuela o salvarla.

Weems había aceptado aquello pero con la condición de que no deberían cometer alguna infracción más, algo que ambas no harían. Eso era claro tanto para ambas como para Weems. Enid y Helena se había mudado a el dormitorio de Yoko después de que la profesora Thornhwil y la vampiro les ofrecieran la idea. Una mala desición. Pues ahora Helena tenía que soportar una tortura nada agradable cada noche sobre algo que las Yoko, la sirena que nunca recordaba su nombre y Enid llamaban “Noche de chicas” Una tortura visual y auditiva que acabaría con su poco paciencia.

Toda la academia como personas del pueblo se encontraban en el cementerio, más específico en el funeral del alcalde. Helena observaba a cada persona en el lugar, sabía que al asesino estaba ahí, escondiéndose detrás de una mirada de pena y tristeza fingida pero su atención de fue a Tyler y por algún hecho a la profesora Thornhwil, solo a ellos. Su mente repasaba el sueño que tuvo y las últimas palabras de Cronos a ella.