Jack se encontraba lavando los platos de la comida cuando escucha la voz de Olivia llamando su atención.
—Señor Jack—el hombre volteó y se encontró a la chica bajando las escaleras—le presento a Emma—Olivia hizo seña de presentación con sus manos a la parte superior de las escaleras y el hombre se acercó a ver mejor, venía bajando Emma se veía diferente.
—Wow pequeña —dijo con la voz entrecortada —te ves hermosa —sonrió y ella le devolvió la sonrisa.
Ambas chicas salieron de la casa y tomaron camino a la fiesta, encontrándose con Dylan, quien ya las estaba esperando
—Viniste —dijo con alegría recién mencionado —¿de casualidad tú o tu hermosa amiga tienen idea de como abrir un barril de cerveza?—
—Ay no —dijo Olivia entrando a la casa y subiendo las escaleras de esta
—¿No te lo dieron con grifo? —
—No sabía que venían por separado ¿por qué venden un barril de cerveza que no podré beber?-contestó detrás de ellas.
La casa estaba vacía, había poca decoración pero ni un alma, a excepción de dos chicos que se encontraban hasta arriba tratando de abrir aquel barril. -
—¡Dylan! j¿Qué diablos pasa contigo?! ¡Es una fiesta tranquila de ambiente familiar!
—Ah ¿en las fiestas tranquilas hay barra de helado?— Olivia volteó a ver la mesa de helado y suspiró tratando de controlarse.
—Creo que esto está genial —habló Emma con sinceridad.
—No, no le hagas caso porque ella nunca había ido a una fiesta y no entiende la gravedad y lo desesperada que es la situación, ya vámonos — dijo Olivia tomando la mano de Emma.
—No, por favor, hice mucho chile con carne.
—Dylan, el chile con carne no es para fiestas-contestó con obviedad Olivia y fuera se escuchó el timbre de la casa.
—¿Lo ven? Esta empezando la fiesta -dijo Dylan
Los chicos que se encontraban abriendo el barril abrieron la puerta Dylan, Olivia y Emma bajaron las escaleras.
Era Samantha.
—¿Qué hace Samantha Rivera aquí? - preguntó sorprendido Dylan
Olivia estaba colapsando mentalmente, la primera cita de su mejor amiga estaba siendo un fracaso y apenas iba empezando. Emma sólo la miró y le sonrió, Samantha le devolvió la sonrisa.
Después de unos minutos se quedaron afuera, ya que había como un balcón pequeño que estaba situado en la entrada de la casa de Dylan.
Los dos chicos seguían intentando abrir el barril, Olivia pensando en la gravedad de las cosas, Dylan sirviendo chile con carne y Samantha sentada junto a Emma admirando lo hermosa que se veía esa noche.
—Te ves hermosa.
—Oh, todo es obra de Oliv. —sonrió
—Yo no pienso lo mismo —la miró directo a los ojos. -
—Para usted señorita —interrumpió Dylan extendiendo su brazo para entregarle un plato de chile con carne. —Oh gracias.
Dylan tomó otro plato y se lo entregó a Emma
—Chile con carne —dijo Samantha.
Dylan estaba emocionado de que uno de las chicas más populares de la escuela estaba por probar su platillo, Samantha tomó una chucharada y la metió a su boca
—Mmh, está buenísimo amigo, y recién hecho -dijo mirándolo y después volteó a ver a Emma con un gesto desagradable ella sonrió.—
—En realidad creí que vendría más gente —habló Dylan—
—Te dije que no debimos de competir con esa animadora —habló por fin uno de sus amigos levantándose.
—¿Cuál animadora? —preguntó paula
—La rubia malvada.
—Abril Garza? —
—Sí, ella también da una fiesta hoy, por eso no vino más gente — Olivia rodó los ojos.
Dylan tenía razón.
—¿Les gustaría ir allá? —preguntó Samantha. —
—Es una gran idea -dijo Emma
Olivia quería morir.
(...)
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Aclaro que no tengo nada en contra de Ari, en realidad la quiero mucho.
