☆ 𝟏𝟒

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Después de que Emma cantó en aquel estudio y Samantha había grabado su canto en video ella se sentía más tranquila por el hecho de que Sm ya sabía todo. Pasaban la mayor parte del tiempo juntas. Samantha decidió que sería buena idea salir en la noche a ver las estrellas.

—Esa se llama Emma porque es enorme y poderosa --dijo Sam señalando una estrella provocando una sonrisa en Emma --y esa de allá es mi preferida, se llama burritorium, porque es igual a un burrito -dijo sonriendo y volvió a ver a Emma

—Esa es brosion, está a 8 años luz. --Entonces teníamos siete cuando esa luz se creó.

—Así es, justo en la etapa de tu primera patineta --dijo bajando Emma la mirada Samantha la miró confundida y sorprendida.

—¿Qué? --volteo a verla de nuevo.

—Samy, cuando nos vimos en la estación del tren... Ya te conocía.

—¿De qué hablas?

—Cuando estudiabas la primaria pasabas frente a mi ventana, en cuarto grado estrenaste tu patineta, y en el sexto grado usaste una camiseta de Ken Griffey Jr. Todos los días durante un mes entero y... Entrando a secundaria te teñiste el pelo de rosa --dijo riendo y la rubia cerró los ojos avergonzada

—todos los días esperaba que pasaras frente a mi ventana y era la mejor parte de mi día.

—Habría estado contigo si hubiera levantado la vista.

—Lo estuviste -dijo tomando su rostro--Te amo, Samy.

—Te amo --respondió y juntaron sus labios -no puedo creer que después de teñirme el pelo te seguí gustando --habló separándose y haciendo reír a Emma -- Me veía horrenda, por dios.

—Claro que no, te veías muy linda —dijo la pelirroja con una sonrisa

Ambas la pasaron entre besos y risas por el resto de la noche.

Cuando Samantha llegó a su casa decidió subir el vídeo de cantando, sabía que tendría éxito y quería enseñarle al mundo el talento.

Al siguiente día se encontraban Olivia y Samantha en la casa de Emma y su padre, todos estaban viendo una película.

—Voy al muelle, volveré en una hora --dijo la rubia

—Un día quiero ver ese yate digno de Beyoncé que cuidas --habló Olivia.

—Perdiste tu oportunidad, el dueño llega mañana, es mi última revisión-- Emma la miró y se quedó pensando --los veo en una hora.

—Te acompaño a la puerta --dijo Jack levantándose de su asiento.

—Gracias --dijo Samantha mientras ambos se dirigían a la puerta --adiós.. -- Emma recordó lo que había dicho Sam el día de su primer beso en aquel yate: "Un día de estos podemos, salir a navegar en la bahía y ver el atardecer". Al recordar esas palabras en su mente los detuvo.

—Esperen, quiero ir con ella.- Emma dijo llamando la atención de todos.

—¿A dónde, cariño?--preguntó Jack

—Afuera, a navegar, quiero navegar con ella ahora.

—Cariño, será mejor que-

—Por favor, papá, quiero hacerlo, estare bien, por favor. --Jack la miró pensando. Todos sabían que ya estaba sufriendo demasiado y que tarde o temprano ella se iría, por eso fue que tomó la decisión de que su último día sea con la persona que más ama enfrentando a su enfermedad.

—Esta bien - -accedió Jack con tristeza.

Prefería que el último día de su pequeña sea sonriendo, haciendo lo que ama y desea. No soporta verla sufrir un minuto más

[..]

Samantha se adelantó al yate mientras Olivia y Jack llevaban en el auto a Emma.

Cuando llegaron al muelle ayudaron a Emma  a caminar hacia el yate, donde Sam ya los esperaba. Olivia y Jack le ayudaron a Emma a quitarle el suéter que traía puesto, permitiendo que el sol la tocará y la calentara con sus rayos, ella alzó la cara con seguridad disfrutando la calidez del sol en su rostro. Abrazó por última vez a su padre y a Olivia, quien no pudo aguantar las lágrimas. Olivia jamás había encontrado una amistad tan valiosa como la que tenía con Emma por eso nunca la abandonó, era una de las personas más importantes para ella. Siempre reían en la habitación de la pelirroja disfrutaban ver películas en Netflix, y siempre tenían consejos una para la otra. Era la mejor amistad se sentía feliz, no moriría en una cama, en la Oscuridad como pensaba, estaba con las personas que más quería haciendo lo que esperó toda su vida.

Emma se acercó a Sam y ella la ayudó a subir, después comenzó a moverse el yate y en un abrir y cerrar de ojos ya se encontraban en medio del mar. Olivia y Jack se despedían desde el muelle mientras que levantaba los brazos en señal de logro. Disfrutaba el momento, ya no tenía miedo, se sentía libre y feliz, oía al mar, sentía al sol.

-Había esperado mi vida entera por esto -habló abrazando a Samantha, ella trataba de no llorar pues era el último momento que pasaría con ella y quería que fuera el mejor, así que la besó. Era un beso profundo, triste, feliz, dulce.

—Gracias por todo, Samantha, te amo. --Ella la abrazó, ya no podía contener más sus lágrimas.

—Yo te amo mucho más--Ella era lo mejor que le había pasado en toda su vida y ahora estaba a punto de perderla, no tenía planeado esto, pero tampoco quería verla sufrir sus últimos días de vida. Jamás olvidará los momentos de felicidad que le brindó. Era momento de dejarla ir.

[...]

Una semana después.

Todo estaba triste y seco, como si hubiesen pasado de un mundo de color al blanco y negro. Olivia llegaba al trabajo seria, y Dylan estaba ahí para abrazarla y consolarla cada que podía, pero no le era suficiente, quería mucho a Dylan, pero extrañaba demasiado a Emma.

Samantha se encontraba sola en el mar, recordaba sus hermosos ojos, su cabello, su piel, su sonrisa y sus besos, era la única persona que la hizó reír después de mucho tiempo. Y con ella sintió lo que era enamorarse de verdad, se sentía vacía, le arrebataron una gran parte de su vida.

Jack miraba su estudio de fotografías con tristeza, cientos de fotos de su hija estaban a su alrededor, le era muy difícil aceptarlo, era su pequeña, la había protegido durante quince años y ahora simplemente no está, se ha ido para siempre.

Los tres se reunieron en el muelle, aún de luto y en duelo. Jack estaba en medio de los chicos y tenía en su manos las cenizas del cuerpo de Emma, el hombre abrió la urna en donde se encontraban las cenizas y las tiró en el mar lentamente, en el mismo lugar en donde su madre le enseñaba a tocar la guitarra.

Samantha sólo miraba, con algunas lágrimas en sus ojos, ahora estaban tranquilos. Emma era completamente libre ahora.



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Midnight sun || Rivers ggDonde viven las historias. Descúbrelo ahora