POV: Chelsea.
Ya después de hacer compras con Alexander no dirigimos a la casa. No quería ir pero nos toco.
Después de llegar a casa y notar la presencia de aquel hombre . Mis pasos se detienen al ver a Albert parado en el vestíbulo, y mi corazón da un brinco en mi pecho. La sonrisa que había estado en mi rostro se desvanece lentamente mientras mis ojos se encuentran con los suyos. Una mezcla de emociones se agita dentro de mí: sorpresa, incomodidad y una pizca de temor.
Intento mantener la compostura mientras me acerco a él, pero la tensión en el aire es palpable. ¿Cómo puedo actuar con naturalidad cuando hay secretos oscuros entre nosotros? ¿Cómo puedo ignorar lo que sé y fingir que todo está bien?
-Hola, Albert- digo, tratando de sonar lo más normal posible, aunque mi voz tiemble ligeramente.
Albert me devuelve el saludo con una sonrisa forzada, pero hay algo en su mirada que me hace sentir incómoda. ¿Sabe él lo que sé? ¿O es solo mi imaginación jugándome una mala pasada?
Intento apartar esos pensamientos de mi mente mientras me apresuro a entrar en la casa, deseando estar lejos de esa tensión palpable. Pero sé que no puedo evitar enfrentar la verdad tarde o temprano.
Decido olvidar todo y refrescar mi mente. Me cambio rápidamente y me dirijo al jardín trasero, buscando un poco de tranquilidad y aire fresco.
El sol brilla en el cielo, y el suave susurro de las hojas de los árboles me envuelve mientras me adentro en la naturaleza.
Me siento en un banco de piedra bajo la sombra de un árbol y cierro los ojos, dejando que la brisa acaricie mi rostro y me lleve lejos de mis pensamientos tumultuosos. Respiro profundamente, permitiendo que la paz y la serenidad llenen mi ser, al menos por un momento.
El canto de los pájaros y el suave murmullo del viento me ayudan a despejar mi mente, y me sumerjo en el momento presente, dejando atrás las preocupaciones y las tensiones del día. Por ahora, este pequeño rincón de tranquilidad es todo lo que necesito para encontrar un poco de alivio.
A lo lejos puedo ver a Alexander parado leyendo en el balcón de su habitación. Ese libro que lee se me hace tan conocido que esfuerzo la vista para ver mejor.
"A través de mi ventana"
El se me queda mirando, mientras yo me apresuro para entrar a la casa y subir rápidamente los escalones y quitarle mi libro que apenas me lo compré la semana pasada.
Entró a la habitación de Alexandro haciéndole notar mi presencia. Él se gira y me mira con atención.
-¿Qué haces revisando mis cosas? Devuélveme el libro- digo apenas mirándolo.
Con cada paso que da, puedo ver en su rostro una mezcla de determinación y curiosidad. Me pregunto qué estará pensando mientras se acerca lentamente hacia mí, desafiante pero intrigado al mismo tiempo.
Él se acerca un paso más, su presencia envolviéndome en un aura magnética que me hace temblar ligeramente.
Entonces, sin previo aviso, su mano se desliza suavemente por mi mejilla, enviando un escalofrío por mi columna vertebral. Su contacto es eléctrico, y mi corazón comienza a latir con fuerza en mi pecho.
-¿Si lo quieres, búscalo- murmura con voz ronca, su aliento cálido a hacia mi piel.
No puedo resistirme más. Con un impulso audaz, me inclino hacia adelante y capturo sus labios con los míos en un beso apasionado y ardiente. En ese instante, todo a nuestro alrededor desaparece, y solo existimos él y yo, fundidos en un torbellino de deseo y anhelo.
El tiempo parece detenerse mientras nuestros labios se encuentran en un beso cargado de pasión y deseo. Una corriente eléctrica recorre mi cuerpo, y puedo sentir el latido acelerado de su corazón igualando el ritmo del mío. Sus labios son suaves y cálidos contra los míos, y me pierdo en la intensidad del momento.
El aroma de su perfume se mezcla con el nuestro, creando una atmósfera embriagadora que nos envuelve por completo. Cierro los ojos, entregándome por completo a la sensación abrumadora de estar con él.
Cuando finalmente nos separamos, nuestros alientos entrelazados, una sonrisa se forma en nuestros labios. En ese instante, sé que nada volverá a ser igual entre nosotros. Este beso ha marcado el comienzo de algo nuevo y emocionante, una conexión que trasciende cualquier palabra o gesto.
Mi sonrisa desaparece lentamente mientras me enfrento a la realidad de nuestra situación.
-No podemos seguir haciéndolo, Alexandro- murmuro, sintiendo el peso de nuestras circunstancias.
Él me mira con una intensidad que conozco demasiado bien.
-Lo sé- admite con pesar, -pero no puedo evitarlo- Sus palabras resuenan en el aire, cargadas de la misma angustia que siento yo.
Somos hermanastros, atrapados en un torbellino de emociones prohibidas y desafiantes. Sabemos que lo que estamos haciendo está mal, que va en contra de todo lo que se espera de nosotros. Pero el amor que compartimos es innegable, un lazo que trasciende los límites impuestos por el mundo exterior.
En silencio, nos enfrentamos a la verdad incómoda de nuestra conexión, sabiendo que el camino que hemos elegido no será fácil, pero incapaces de resistirnos el uno al otro.
-Lo siento, pero no quiero que suceda nada malo entre nosotros, así que creo que nos deberíamos de alejarnos- digo con todo el dolor de mi corazón.
Él sólo me mira y yo solamente me voy y cojo mi libro. Cierro la puerta rápidamente sin oír nada de lo que dice.
Después de cerrar la puerta detrás de mí, me quedo parada en el pasillo, sintiendo el peso abrumador de la situación sobre mis hombros. Mi mente está llena de pensamientos tumultuosos y emociones contradictorias mientras me enfrento a la realidad de lo que acaba de suceder.
¿Qué significa este beso para nosotros? ¿Cómo afectará nuestra relación de ahora en adelante? Y lo más importante, ¿cómo podremos enfrentar los desafíos que se avecinan?
Siento una mezcla de miedo y excitación ante lo desconocido, pero sé que no puedo dar marcha atrás. Nuestro destino está sellado, y ahora debemos enfrentarlo juntos, pase lo que pase.
Con un suspiro pesado, me alejo lentamente de la puerta y me dirijo hacia mi habitación, dejando atrás la incertidumbre del momento. Por ahora, solo puedo esperar y confiar en que el camino que hemos elegido nos lleve a donde debemos estar.
Y mientras me sumerjo en mis pensamientos, una cosa queda clara: este no es el final de nuestra historia, sino apenas el comienzo de algo nuevo y desconocido.
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Hola chiquis, perdón por no actualizar, se que he durado bastante pero el problema fue que perdí la contra de esta cuenta, pero bueno ya por fin la pude recuperar y ahora podré actualizar más seguido!
¡Espero que disfruten este capítulo, nos vemos en el otro! 🤍✨