A través de su mirada

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~Isidoro~

El primero en notar que Gustabo y Gordon se traían algo, fue Isidoro. 

Sin duda el primer indicio fue cuando una tarde Gustabo se puso a patrullar con Gordon y tal vez no hubiese sido sospechoso, porque no estaba de servicio en ese momento. Pero cuando estaba listo para trabajar y Gus no lo siguió a un zeta, lo encontró extraño. 

No porque fuera lo suficientemente arrogante como para creer que el rubio dejaría todo por venir a su lado, pero sí porque lo conocía mejor que el resto y sabía lo sectario y asocial que era el ojiazul. Que podía estar con otras personas, pero no por más de media hora o empezaba a agobiarse. 

Entonces fue un shock cuando se toparon en distintos atracos y los vio reírse como locos, bromeando entre ellos, teniendo chistes internos y sonriendose con complicidad.

Desde entonces no pudo dejar de observar sus interacciones. 

Y lo noto. 

Noto lo enamorados que estaban y ni siquiera parecían darse cuenta. 

Era jodidamente doloroso verlos. 

Cada vez que estaban juntos, Gordon tartamudeaba o hablaba demasiado rápido, se reía de todo lo que decía Gus, buscaba su comodidad y generalmente se le olvidaba la seriedad de su puesto o por el contrario, sacaba a relucir toda su autoridad cuando alguien le faltaba el respeto al Inspector Jefe. 

Mientras que Gustabo lo escuchaba con atención, bromeaba con él y se picaban como si fueran niños, se permitia ser un poco más abierto a su alrededor y le hablaba de su pasado. Era de las pocas veces que podía ver comodo a Gus estando en H-50, porque Gordon complementaba sus ideas y organizaba la malla, mientras Gus los corregía con amabilidad. 

Eran adorables, pero agotaban la paciencia de Isidoro. 

No podía seguir soportando la forma en que se miraban, cómo se protegían y lo mucho que parecían disfrutar de estar juntos. 

Estaba a una miradita anhelante más de encerrarlos en algún armario y dejarlos ahí hasta que salieran siendo novios. 

Y el asunto podría haber quedado ahí, como una mera observación, hasta que ambos se revelaron ante sus ojos. 

Porque una mañana, luego de que el binomio de Gus y Gordon volcaran el patrulla, Isidoro se acercó a recogerlos, solo que sin tener las sonoras del patrulla puestas y manejando lentamente, ya que estaba leyendo la última alerta que había saltado hace un par de segundos. 

Por eso, cuando levantó la vista de la pantalla en el tablero del patrulla, se quedó boquiabierto ante lo que estaba presenciando. 

Ambos agentes estaban sentados en el suelo, con la espalda contra una reja y bastante relajados, pero con pipa en mano. Hasta ahí estaba todo normal, pero al observar en mayor detalle, pudo notar como sus manos estaban agarradas y sus dedos entrelazados, con el subinspector dando suaves caricias con el pulgar. 

Estaban en calma, con Gus moviendo su mano libre mientras relataba alguna historia, mientras era observado por James con adoración. 

Y si a Isidoro le quedaba alguna duda sobre su relación, cuando Gustabo se volteo a mirar al castaño y le dedicó una sonrisa enorme, cargada de cariño y confianza, toda confusión se desvaneció. 

Porque frente a sus ojos había una pareja.  

“H-50 estoy llegando a su posición” 

Y vio como Gordon se levantaba, para luego tenderle la mano a Gus y ayudarlo a pararse. El rubio se rió de algo que dijo el castaño y procedió a dejar un beso en su mejilla, para luego acercarse al borde de la acera. 

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