I kissed a girl.

4.9K 141 7
                                    


I kissed a girl.- Katy Perry.

Terminaba de ponerse el vestido negro que había prepaado meticulosamente la noche anterior. Se dirigió al baño y, aunque estuviera Dena, su compañera de piso, se dispuso a maquillarse.

-Tú has salido a arrasar hoy, ¿no?- Escuchó a la rubia, que terminaba de pintarse los labios.

-Te recuerdo que tengo novio, cariño.- La miró a través del espejo, seria.

-Se nota que estás ilusionada con tu relación, sí.- Rodó los ojos. Llevaba un mes escuchando las quejas de su amiga.- ¿Cuándo piensas dejarlo?

-Déjalo de una vez, Dena. Lo quiero.

-Es imbécil.

-Ya lo sé.- Suspiró, rendida. Siempre que hablaban de él, terminaba dándole la razón.

Lo había conocido en la universidad, en su último curso, hacía ya tres años. Al principio eran buenos amigos, pero el chico mostró interés en la pelirroja y esta, algo perdida consigo misma, se dejó llevar. Se había acostumbrado a quererlo. A tener una rutina establecida con él. No era una relación idílica, y ella lo sabía, pero no tenía el valor de dejarlo. De verse sola de nuevo. No quería pasar por una ruptura en ese momento de su vida. No estaba preparada.

-Solo espero que te des cuenta antes de que sea tarde, Vio.- Le sonrió su amiga, con compasión. Siempre se quejaba de su novio. Siempre le repetía que debía dejarlo. Pero siempre le apoyaba con todo.

-Cuando aparezca otro, supongo.- Se encogió de hombro, mientras terminaba de hacerse el eyeliner.

-U otra.- Alzó una ceja la rubia. Violeta nunca le había contado que le gustasen las chicas, pero desde que la conoció supo que así era. No era normal lo embobada que se quedaba mirando a alguna que otra cada vez que salían de fiesta.

-Y dale.- Soltó un sonoro suspiro.- Que no me gustan las tías, Dena.- Le recriminó por enésima vez desde que se conocían.

-Pues triunfarías entre las lesbianas.- Aseguró. Violeta no pudo evitar reírse.

A varios kilómetros de allí, no muy lejos, se encontraba Chiara persiguiendo a Ruslana, que le había quitado el móvil en un momento de despiste.

-¡Que me lo devuelvas, Ruslana!- Se quejó, quedando en la otra parte de la mesa en la que estaba su amiga.

-Que no le vas a hablar más, Kiki.- Frunció el ceño.- Que no dejas de arrastrarte, coño. Ya está bien.

-Me dijo que le hablara.- Intentó justificarse.

-Y también te dijo que le daba miedo empezar algo contigo porque le habían hecho mucho daño y a las dos semanas de estar contigo se fue con otra.- Rebatió la pelirroja.

Chiara chasqueó la lengua, rodando los ojos. No dejaba de recordarle aquello.

-Iba borracha, no cuenta.

-Claro que cuenta, Chiara.- Alzó una ceja, incrédula por cómo la pelinegra justificaba a la imbécil de su, por fin, ex novia. Le había costado mucho, pero había conseguido que entrara en razón y terminara aquella relación que tanto daño le estaba haciendo.

Pero de vez en cuando, Chiara caía de nuevo y le buscaba.

Se habían conocido en el bar donde trabaja la inglesa. Había habido tonteo desde el primero momento y Chiara, que era de ilusionarse enseguida, no dudó en proponerle algo más serio poco después de conocerla. La chica se negó al principio, porque acababa de pasar por una ruptura que había acabado por terceras personas. Y tenía miedo de volver a involucrarse en algo serio. Chiara la entendió, y le dio su espacio. Lo que no se esperaba era encontrársela una noche cualquiera de fiesta enganchada a otros labios.

ONE SHOTS- KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora