Bonded

Capitulo 48

"¿Está bien, papá?" Tonks saludó mientras ella y Harry entraban a la oficina de Ted. Harry se tomó un momento para mirar a su alrededor, las paredes eran de un relajante azul marino, la alfombra de un rojo carmesí y el techo de un blanco liso con una lámpara de araña dorada colgando. Había un sofá a cada lado de la habitación, y cada sofá estaba colocado frente a unas cuantas filas de estanterías, llenas al máximo. Al final de la habitación, sentado detrás de un gran escritorio de roble, estaba Ted Tonks, vestido con un sencillo traje gris. En su escritorio había varios fragmentos de documentos de aspecto importante que aparentemente estaban esparcidos al azar por el escritorio. Detrás de Ted había varios premios clavados en la pared, premios como el de 'Empleado del Año, 1989', el de 'Mejor Abogado Votado, 1986' y el de 'Campeón de Tenis de Mesa, 1990'.

"Oh, hola Dora", Ted sonrió alegremente. "Oh, y Harry también, es bueno verlos a ambos. ¿Cómo están?"

"Lo mismo de siempre", Tonks se encogió de hombros, eligiendo no mencionar que casi había sido apuñalada antes. "De todos modos, Harry quiere hablar contigo, necesita que seas un abogado".

"¿Oh cómo vienen?" Preguntó Ted mientras les indicaba a los dos que se sentaran en los asientos frente a él.

"Bueno..." dijo Harry mientras se sentaba. "...En primer lugar, me preguntaba si es posible para mí convertirme legalmente en adulto, y también puedo o no terminar demandando al Diario El Profeta". Le dijo sin rodeos. Ted lo miró fijamente durante varios largos momentos antes de mirar hacia abajo y murmurar acerca de 'cancelar su cita de las siete en punto'.

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"Ah, señor Potter", dijo Ollivander mientras Harry y Tonks entraban a su tienda. "Ah, y la señorita Nymphadora Tonks", agregó mientras miraba a Tonks. "¿Y cómo te trata tu varita?" Le preguntó desde detrás de su caja.

"Tan bien como siempre, y no me llames Nymphadora", dijo Tonks, dándole una leve mirada por pronunciar el nombre prohibido.

"A ella no le gusta ese nombre", añadió Harry amablemente mientras caminaba hacia Ollivander. "Así que estoy..."

"Estoy aquí para ver una nueva varita, por supuesto", asintió Ollivander. "Es una lástima que tu varita de acebo ya no te quede tan bien como debería, era una de mis favoritas".

"Uh... sí, fue una gran varita", admitió Harry. "Pero señor, creo que..." Se detuvo cuando Ollivander sacó un montón de cajas de varitas y las colocó sobre el escritorio, tomó una al azar antes de sacar una varita marrón en espiral con un mango marrón liso.

"Primero pensé en darte otra varita de acebo, pero consideré que tal vez un cambio de madera podría ayudarte. Prueba esta, querido muchacho, está hecha de carpe, muy parecida a mi propia varita, con un mechón de pelo de unicornio. ".

"Um... Señor, ya tengo una varita nueva", dijo Harry torpemente.

"Yo... ¿tú qué?" Ollivander preguntó, confundido.

"Ya tengo una varita nueva, la traje aquí para que puedas confirmar que es buena para el torneo", explicó Harry.

"Oh", Ollivander parecía muy decepcionado y tal vez incluso un poco desconsolado porque Harry no había traído una de sus varitas, dejando a Harry con una irritante necesidad de disculparse. Ollivander agitó su varita y todas las cajas de varitas volaron de regreso a sus estantes antes de mirar a Harry. "Veámoslo entonces", dijo, pareciendo de repente cincuenta años mayor.