Fuego y ternura

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A la mañana siguiente, la pelirroja se despertó con la miel en los labios y nunca mejor dicho, pues aún sentía en su boca la sensación de la de Chiara que la besaba con dulzura y deseo.

Al girarse no había rastro de la morena y pensó que a lo mejor estaba en el baño, pero en cuanto se fijó más, sintió un tararear proceder de la habitación de al lado.

Estuvo a punto de levantarse cuando dicha morena hizo su ingreso en el dormitorio y le regaló su mejor sonrisa "Buenos días Vio" dijo mirándola e intentando no caerse con una bandeja repleta de tortitas con Nutella, tostadas y unas tazas entre las manos.

"Buenos días" le devolvió la granadina "pero ¿qué has hecho?" añadió sin poder sacarse la sonrisa de los labios.

"Me siento mucho mejor, as you can see, so quería hacerte el desayuno y devolverte el mismo gesto que hiciste tú ayer en hacerme aquella sopa tan rica" le explicó la morena logrando posicionar la bandeja en la cama sin hacer desastres.

"No me debías nada Kiki, lo de ayer lo hice porque quise" le susurró Violeta.

"Ya lo sé, y eres un ángel por eso, pero yo también quería. Tú también mereces mimos" así se acercó y le dio un beso prolongado en la mejilla. "Ve, come, dime qué opina una española de un desayuno modo inglés" carcajeó la dichosa medio-inglesa.

Violeta le sonrió sacudiendo levemente la cabeza, era poco más tarde de las nueve de la mañana y aquella chica ya le estaba reventando los pensamientos, el estómago y puede que también, a lo mejor, un poquito el corazón.

"¿Qué tienes planeado hacer hoy?" Le preguntó Chiara mientras comían las dos.

"Ayer antes de venir aquí terminé el cuadro de la Alhambra" dijo Violeta con una sonrisa de satisfacción a la vez que daba un sorbo a su café con leche "Esta mañana se lo tengo que ir a dar a la chica que me lo ha pedido, y luego no tengo nada planeado".

"Muy bien, me alegro mucho que lo hayas terminado y ¿qué? ¿Es bonito?" Le hacía mucha ilusión que Violeta también tuviera un lado artístico, así podían comprenderse más.

A veces le había costado tener que explicar su vínculo con la música pues a veces era tan visceral que absorbía sus pensamientos y emociones, pero Violeta tenía el mismo brillo que ella cuando hablaba de su arte, así que estaba convencida de que la pelirroja lo iba a entender perfectamente. 

"Mira, tengo una foto que le saqué ayer justo cuando di la última pincelada" le dijo la pelirroja cogiendo su móvil y buscando la dicha foto.

"Vio, pero... es maravilloso" dijo sinceramente la cantante que la miró con ojos brillantes.

El cuadro era de verdad muy bonito, los colores que había utilizado eran vivos y parecían tan reales que hasta tuvo miedo de mojarse con el agua de la fuente que había ahí dentro. El cielo parecía un reflejo perfecto de los ojos de la pelirroja, lleno, hondo, luminoso e infinito.

"Eres una artista increíble" añadió la morena devolviéndole el móvil.

"No exageres Kiki, no es para tanto" carcajeó ligeramente avergonzada Violeta que volvió a morder su tostada.

"¡Violeta!" Gritó la morena rodando los ojos "Qué no te infravalores, nunca" le dijo mirándola intensamente.

A Violeta aquella mirada le quemaba por dentro y no lograba mantener fijos sus ojos en los verdes de Chiara.

"Mírame" le dijo la morena dejando a un lado su tortita y cogiendo la barbilla de la otra en su mano para que dejase de huir de sus ojos "¿Lo ves?" El destello en los ojos de Chiara era más importante que recibir 5/5 en un sitio web de reseñas, el halago más grande, la análisis de un gran crítico de arte.

So fu**ing specialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora