Arriesgarse

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La noche de las dos chicas fue tumultuosa y larga, pues ambas no lograban descansar y dejar a un lado los pensamientos que se arremolinaban en sus cabezas.

Chiara se preguntaba si se había equivocado en dar todas aquellas certezas en tan poco tiempo a la pelirroja, aunque había sido llevada por su corazón.

Lo que había visto no era tan grave y lo sabía pero había un miedo en el fondo de su ser que la hacía sentir insegura e incómoda frente a esas ocasiones.

Le había contado muy poco a la pelirroja sobre aquel aspecto de su vida, pero la verdad es que lo había vivido muy mal en algunas partes de su vida. Su TDAH no la hacían sentir mal, había aprendido a lidiar con ello, pero la gente no siempre la entendía y se había dado cuenta que algunas veces la tachaban de rara y no le daban más relevancia.

Con las chicas también la había perjudicado un poco, pues no era muy fácil para ella abrirse y hacerse ver tal como era.

Solo la música siempre la había entendido, la había escuchado y mimado.

*Vio🤍*

Chiara, perdóname, he hecho un lío pero no es como parece, deja que te explique

*Vio🤍*

Te echo de menos..😔

Estos mensajes fueron lo primero que vio la morena al despertarse aquella mañana.

Better late than never, pensó y dejó ir un suspiro.

No se veía con las fuerzas y las ganas necesarias para contestarle y hablarle, pues quería un poco de tiempo para reflexionar, sobretodo para pensar en su reacción.

Ruslana y Martín le habían asegurado que no había sido para tanto lo que había hecho Violeta, pero solo ella sabía lo que habían compartido las dos en tan poco tiempo y, aunque parecía exagerado, en su en su corazón se sentía un poco dolida.

Yo también te he echado de menos, pensó sin embargo leyendo otra vez los mensajes.

A algún que otro metro de ahí, Violeta decidía empezar su día pese a que no había pegado ojo.

Controló su móvil y dejó ir una mueca de tristeza cuando vio que no había rastro de respuestas de cierta morena.

La he cagado, pensó abatida.

No quería sobrecargarla demasiado con los mensajes, por eso decidió no enviarle más mensajes de momento y empezar su día, aunque su ánimo estaba por los suelos.

Se dedicó a hacer un café con leche de soja y a hojear desganada las páginas de un periódico.

Mientras controlaba por centésima vez las notificaciones de su móvil, sonó el timbre.

¡Es ella!, pensó la pelirroja, se levantó de un brinco y corrió hacia la puerta.

Sin embargo, cuando la abrió, se encontró con la cabeza rubia de su mejor amiga, Denna.

Jo, pensó al no ver a ninguna morena.

"Hola Denna" saludó a su mejor amiga.

"Vio" le dijo ella abrazándola fuerte.

"Pero, ¿tú no deberías de volver más adelante?" le preguntó la pelirroja.

Cuando se separó del abrazo, al mirarla a los ojos, obtuvo su respuesta. La rubia tenía los ojos rojos y entornados de haber llorado tanto y haber dormido poco.

"Ehi, ¿qué ha pasado?" le dijo suavemente Violeta cerrando la puerta.

"He roto con Juan" espetó la rubia.

So fu**ing specialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora