Pequeñas trampas

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La tarde con Violeta fue genial y hubiera querido alargarla a la noche también pero no pudo ser ya que la chica tenía que trabajar.

Cuando la camarera tuvo que irse, hubo un momento un poco raro ya que no sabían cómo saludarse. Habían estado besándose mucho rato pero saludarse con un pico les parecía a ambas muy de novias y quizás un poco precipitado.

Finalmente se decidieron por darse un largo abrazo y un beso en la mejilla, aunque Chiara añadió un pequeño y tierno gesto con la mano que a Violeta le pareció de lo más adorable.

Me la como, pensó la pelirroja con un puchero. La verdad es que ella también le habría encantado seguir en el piso de Chiara, charlando, conociéndose y entremezclándose, pero su deber la había llamado y tenía que estar allí.

Además las cosas entre ellas parecían ir muy deprisa y quizás podía servirles también pasar algo de tiempo separadas.

El resto de la noche transcurrió tranquilo para ambas. Violeta estuvo en el bar y por su suerte no había tanta gente, en fin de cuentas solo era jueves y el jaleo más grande solo lo había en el fin de semana.

Alex había estado allí vigilando lo que pasaba en su alrededor y estando pendiente de ella.

"Estate tranquilo, Márquez, por favor" le dijo ella intentando quitarle importancia al asunto "Trabajo aquí desde siempre y solo ha ocurrido algo malo una vez".

"Una vez ya es demasiado, Vio" replicó él.

"Ya lo sé," sopló ella "Pero no me ha pasado nada y si quiero seguir aquí, tengo que olvidarme. Estoy bien, ¿ves?" sonrió y dio una vuelta.

El moreno no le dijo nada pero se acercó a su mejor amiga y le posó un beso en la sien.

Nunca se habría perdonado a sí mismo si algo le hubiera pasado a la pelirroja.

Se conocían desde los tiempos del Liceo pero su vínculo se hizo más fuerte cuando ambos estaban en la Universidad. Él estudiaba Economía y Marketing mientras Violeta atendía a clases de Literatura. Ninguno de los dos decidió acabar lo que había empezado pues no le gustaban aquellas carreras para su vida y juntos decidieron arriesgarse a hacer lo que verdaderamente les encantaba.

No había sido fácil sobretodo para Alex pues su familia no entendía porque un chico tan inteligente no quisiese seguir adelante con sus estudios, pero a lo largo del tiempo fue capaz de lograr que los apoyaran, y Violeta, a la que su familia siempre había adorado, fue una pieza fundamental en todas aquellas ocurrencias.

"Tranquilo" le dijo la pelirroja otra vez y por fin él se alejó de la barra.

Justo en ese istante, le llegó un mensaje.

*Kiki*

Vivi, ¿qué tal te va?

Otra guardaespaldas, pensó Violeta mordiéndose una sonrisa.

*Violeta*

Kikii

Muy bien, un poco aburrido si te soy sincera

*Kiki*

¿Eso es porque no estoy yo?

👉🏻👈🏻

*Violeta*

Qué va

Es que hay muy poca gente esta noche, muy pocas chicas

Uy qué grande te estás haciendo, le susurró su conciencia.

*Kiki*

Eso también es porque no estoy yo ;)

So fu**ing specialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora