FORBIDDEN, jintae.

열다섯

🌊

El día siguiente pasó lentamente y demasiado rápido. TaeHyung hizo una visita domiciliaria para verificar si una familia era adecuada para realojar a uno de los cachorros que se encontraban actualmente en el refugio, luego tuvo citas consecutivas para el resto de la mañana y la tarde. Dos perros con afecciones de la piel, uno con problemas renales, un gato con una espina en la pata, dos para poner sus vacunas y un hámster hibernando más tarde, y era hora de prepararse para la barbacoa.

El cielo se había mantenido despejado, el aire cálido, así que sabía que sería una buena tarde para lo que habían planeado. Instaló la barbacoa, sacó dos mesas plegables y algunas sillas, y un paquete de mantas de picnic. Estaba llevando la comida cuando empezó a llegar gente. Consultó su reloj. Llegaron un poco temprano, la parrilla ni siquiera se había calentado todavía.

SeokJin estaba liderando el camino, pero fue uno de los hombres que le seguía el paso quien habló.

—Trajimos un poco de cerveza barata —dijo, sosteniendo un paquete de seis.

—Se ve terrible —estuvo de acuerdo con una sonrisa, volviendo su atención a la comida.

SeokJin hizo las presentaciones y TaeHyung hizo todo lo posible por recordar cada nombre y la cara que lo acompañaba. Se preguntó qué tan fácil sería distinguirlos como lobos. ¿Se veían muy diferentes entre sí?

Los demás se abrieron en abanico, extendieron las mantas y se rebuscaron en las bolsas para colocar la comida.

TaeHyung se puso a cocinar y encontró a SeokJin junto a su codo.

—¿Eres el pinche de cocina? —bromeó, sintiendo el peso de la mirada del alfa sobre él.

—Sólo supervisando —respondió SeokJin—. Sé que puedes hacer café, pero las hamburguesas son un juego de pelota completamente diferente.

—Todavía tengo que demostrar mi valía, ¿es eso lo que estás diciendo?

—Algo así —dijo SeokJin, acercándose hasta que su cadera chocó contra la de TaeHyung, su mano presionando ligeramente contra la espalda baja de TaeHyung.

Aunque TaeHyung supuso que los hombres lobo eran resistentes cuando se trataba de la comida que podían y no podían comer, no estaba en su naturaleza ofrecer comida deficiente. Había hecho las hamburguesas él mismo, desde cero, usando una receta familiar, y sabía cómo cocinarlas a la perfección.

Tan pronto como el primer plato de hamburguesas estuvo listo, desapareció, bocas hambrientas devorando hasta el último bocado. Hizo un segundo lote y un tercero, agregando algunas salchichas, alitas de pollo y algo de pescado que había pescado él mismo en el río.

Finalmente, fue persuadido de que le entregara la parrilla a YeonJun y tomara un plato de comida para él. Lo llevaron a un asiento junto a SeokJin, que había esperado para comer con él a pesar de que esto causó cierta inquietud entre su manada. ¿Se suponía que los alfas comían antes que el resto? No podía ver que eso sucediera, dado que SeokJin había insistido en que los más jóvenes y aquellos con heridas que aún estaban cicatrizando comieran primero.