열일곱

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Ver al lobo de SeokJin por primera vez fue una experiencia increíble para TaeHyung. Con su pelaje oscuro, sería casi invisible en la noche si no fuera por sus ojos brillantes que casi parecían brillar. Estaba distraído por el movimiento en el agua. Pescado, probablemente. Cuando se volvió, SeokJin lo estaba mirando, sus ojos de lobo ilegibles. Con el tiempo, ¿aprendería cómo se comunicaban los lobos, qué significaba cada movimiento de su cola o cada movimiento de sus orejas? Se sintió agradecido y humilde de que SeokJin confiara en él lo suficiente como para mostrarle quién era, pero esos sentimientos fueron seguidos rápidamente por una punzada de culpa por su propia deshonestidad.

¿Cuánto tiempo más podría dejar que esto continuara? ¿Cuánto tiempo más podría ocultar la verdad sobre lo que era? Había dejado de nadar durante las últimas dos semanas y ya estaba empezando a sentirlo. Y esto no era algo que quisiera que SeokJin descubriera accidentalmente. La verdad era algo que necesitaba compartir, explicar, de una manera que no hiciera que SeokJin corriera, o peor aún, atacara.

—Hace frío. ¿Entra a tomar un café? —ofreció, poniéndose de pie.

SeokJin se agachó en lugar de ponerse de pie, por lo que TaeHyung también se agachó, observando cómo el cuerpo de SeokJin invirtió su transformación, las patas se convirtieron en manos y pies, el pelaje se convirtió en piel y cabello, sus ojos de brillantes a oscuros. Se quedaron agachados así, cara a cara, mirándose el uno al otro mientras pasaban los minutos. Entonces SeokJin se puso de pie y extendió una mano. TaeHyung la tomó, dejando que el alfa lo pusiera de pie y lo condujera hacia la casa, recogiendo su ropa en el camino.

Entraron por la puerta y TaeHyung fue directo a la tetera. SeokJin lo siguió detrás de él, sus brazos se envolvieron alrededor de él antes de que pudiera llegar a su destino, inclinándose para presionar un beso en la parte posterior de su cuello. TaeHyung gimió y empujó hacia él, inclinando la cabeza hacia adelante y exponiendo su cuello. El gesto pareció complacer a SeokJin, quien tiró de él más cerca, su agarre posesivo mientras gruñía suavemente.

—No se enoje conmigo ahora, señor —advirtió TaeHyung, su voz burlona y sin aliento.

Sin previo aviso, SeokJin lo empujó hacia adelante. TaeHyung se vio obligado a sostenerse a sí mismo en el mostrador, empujándose hasta que sintió las manos de SeokJin sobre él, corriendo por su espalda hasta sus caderas. Presionó el toque, queriendo y necesitando más, como si no pudiera tener suficiente del alfa. SeokJin tiró de la camisa de TaeHyung, sacándola de sus vaqueros, antes de hundirse de rodillas detrás de él, dejando que sus palmas recorrieran la suave piel de la espalda baja de TaeHyung.

Luego, en un movimiento tan rápido que hizo que la cabeza de TaeHyung diera vueltas, SeokJin se enderezó y giró a TaeHyung, apoyándolo contra la pared cercana. La propia camisa de SeokJin fue arrancada con un movimiento rápido, aterrizando en algún lugar del suelo debajo de ellos. TaeHyung se encontró empujado contra la pared, las manos de SeokJin alcanzando su camisa, desabrochando botón tras botón mientras sus labios se encontraban, besos calientes y pesados. TaeHyung dejó que sus manos recorrieran la espalda desnuda de SeokJin, sintiendo poderosos músculos flexionándose bajo su suave piel.

FORBIDDEN, jintae. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora