FORBIDDEN, jintae.

열넷

🌙

Cuando SeokJin regresó, les dio la noticia sobre la barbacoa a los que estaban allí. Pudo ver algunas expresiones de incertidumbre, cierto escepticismo comprensible, y luego estaba HoSeok, con una sonrisa en su rostro.

—Claramente, alguien le ha dicho a tu humano que el camino al corazón de un cambiaformas es a través de su estómago.

—Tal vez no esté tratando de llegar al corazón de SeokJin —dijo BeomGyu, uniéndose—. Tal vez esté tratando de meterse en sus pantalones.

SeokJin los inmovilizó a ambos con una mirada, pero no se dejó arrastrar por sus burlas.

—No lo sé —dijo HoSeok—. Hay muchas cosas que haría por una buena hamburguesa. Incluso con un humano.

—Ya basta —dijo SeokJin, solo medio en serio—. Mirad, al menos mañana todos estarán bien alimentados. Eso es algo al menos. Ahora, voy a cazar. ¿Alguien quiere unirse a mí?

Tenía cuatro voluntarios, pero no quería dejar a la manada sin defensa, así que se llevó dos con él. La caza fue un éxito cuando lograron derribar un ciervo, llevándolo de regreso entre ellos con una sensación de triunfo. Puso a toda la manada de mejor humor, y SeokJin incluso logró convencer a SooJin para que comiera algo.

Cuando se acercaban las seis en punto, tiró de la manga de SooJin y le dijo que lo siguiera. No hablaron mientras caminaban desde las cabañas hacia el lago. Pero cuando rodearon el bosque hacia la casa de TaeHyung, ella rompió el silencio.

—¿Adónde vamos?

—A conocer a mis nuevos amigos.

Dejó de caminar e incluso retrocedió un paso.

—No soy una gran compañía en este momento.

—No es necesario. No es a TaeHyung a quien has venido a ver.

Le tendió una mano, esperando pacientemente a que ella la tomara. Uniendo sus brazos, los acompañó por el bosque y salió por el otro lado, con la casa de TaeHyung a la vista. Bear apareció por detrás, ladrando, moviendo la cola, así que SeokJin sabía dónde encontrarían a TaeHyung.

El veterinario ya estaba en el refugio, la puerta exterior estaba abierta.

—Adelante —gritó cuando los escuchó, con la voz ahogada.

SeokJin abrió la puerta con cuidado, atento a los animales que escapaban antes de hacer pasar a SooJin delante de él.

Caminaron por el pasillo estrecho y entraron por otra puerta.

TaeHyung estaba arrodillado en el suelo. Miró hacia arriba cuando entraron.

—Hola, debes ser SooJin. Soy TaeHyung.

—Hola —dijo SooJin en voz baja, pero SeokJin pudo ver que sus ojos estaban atraídos hacia otra parte, hacia los pequeños gatitos que jugaban en el suelo.