Cuando hay silencio

Te extraño y algo más

Por si un día te vuelvo a encontrar, quiero que sepas que tienes muchos poemas detrás.

En unos has sido el sol de la mañana al despertar, y en otros a sido la luz de la luna que me ha iluminado en las noches de insomio.

Te he imaginado en las más arduas de las pasiones y en las más tristes de las penas.

Te he visto incluso en las letras de las canciones y en las melodias del viento cuando voy pasando por un campo de flores.

Me has besado y me has odiado.

Me has visitado hasta en mis sueños.

Y te reconozco que es desesperante. Soy una loca más, soñando. Una que tal vez lo único que necesita es un poco de compañía. Como las ancianas del parque que había cerca de mi casa cuando era pequeñita, aquellas que alimentaban a las palomas en los días soleados.

No me sirve decir que te extraño. Pero es algo parecido.

Y nunca te he visto pero ya quiero volver a verte.

Irónico es el hecho de que solo pueda entender la vida con incongruencias.

Pero así es.

Entonces, aquí, con una sonrisa en el rostro puedo confesarte que siempre te he esperado. Cada palabra que he escrito sobre ti han sido sinceras, y me gustaría enseñarte alguna de las cartas que tengo guardadas que tienen tu nombre sin haberlo escrito.

Te extraño y algo más, aun que no sé explicarlo.

Tal vez no haya tantas letras donde hable sobre mi, pero hay miles sobre ti. Aun que te lo puedo resumir rápido: muero porque seas tu el que me ayude a abrir un camino donde pueda atravesar mis miedos. Miedos donde te hundes tú, donde me hundo yo, los dos y ninguno.

Sí, sentir que soy la que se lanza al vacío sabiendo que tu vas a cogerme en el camino. O mejor, que le lances conmigo.

Quiero que seas tú el que me enseñe un nuevo mundo, y que yo te pueda enseñar parte del mio. O todo.

Quiero que seas de mi y del mundo, pero que cuando sientas que el mundo no es suficiente, entonces regreses a mi.

Ser el hogar del otro sin temer que un día ya no estemos más.

Gritar de la euforía, sentir que la sangre arde y va con fuerza por el cuerpo porque una caricia tuya se ha posado sobre mi.

No quiero estar completa contigo, sino junto a ti.

Tengo hasta ganas de decir que te amo. Y sentirlo desde el alma.

Es tan profundo que hasta me da verguenza.

Y aun que no quiera perder la cabeza, por ti la encontraría de nuevo, igual que mi corazón.

Vencer mi timidez y expresarte que tan grande puedo llegar a ser, para que luego no puedas evitar verte envuelto en todo lo que soy.

No poder escapar.

Morir y luego revivir.