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Tristeza

- como te fue con Aldertree - me pregunta Alec.
- bueno, teniendo en cuenta que tome la culpa de Magnus, dijo que seré castigada pero que dicho castigo aún está por decidirse - respondo.
- todo por salvar mi vida - se queja - Jace pudo ser el que me sacara, pero pude sentirte ahí y si hizo la diferencia, así que gracias - agradece.
- gracias a ti, por no morir en mientras te cuidaba - bromeó y el ríe - cómo sigue Jace - cambió de tema.
- regresara pronto, cuando su mano toque la espada Alma, la verdad surgiría, y probara que nunca estuvo del lado de Valentine - explica.
- me alegra escucharlo - sonrío.
- escucha, yo sé que con todo lo que ha estado pasando, yo, nosotros no hemos tenido oportunidad de - tartamudea.
- esa primera cita que nunca tuvimos - completo por el divertida.
- eso, si - asiente nervioso.
- quieres ir a comer, te dejare elegir el lugar, puedo llevarnos a donde sea - propongo.
- claro - acepta sonriente.
- oye Alec - lo llama Raj - reunión en el centro de operaciones, todos deben ir - informa.
- mi querido Raj, te ves bien - comentó burlona.

El solo me mira mal y se aleja, me rio ante eso.

- en otra ocasión - hablo antes que Alec.
- si, si, eso está bien - pregunta preocupado.
- si, está bien, ve a luchar con tus demonios anda - aseguró, suspiro cuando se va.

Comienzo a caminar para salir del instituto, decidió caminar para llegar a casa, tarde unos 20 minutos, luego me la pase entrenando con Magnus.

- has mejorado mucho - felicita.
- gracias, hermano - sonrío sentándome en el sofá cansada.
- bueno cambiémonos, odio estar sudado - dice.

Río y camino a mi cuarto, ahí me duché y luego me cambié, escuché que tocaron el timbre así que salí para ver quien era.

- Raphael - digo al verlo herido.
- no sabía a donde más ir - se excusa.
- descuida - lo sostengo cuando casi cae - Magnus - lo llamó.

Él llega y al ver a Raphael se acerca y me ayuda a cargarlo. 

- todo va a estar bien, vamos a cuidar de ti, ven pasa - habla Magnus.
- Magnus, aquí - digo acomodando el sofá.
- te sigo - dice.

Acostamos a Raphael y comenzamos a tratar sus heridas.

- Aldertree sabe que eres muy importante para nosotros, por eso hizo esto - mencionó.
- estaba buscando a Camille - niega Raphael.
- y castigándonos al mismo tiempo - concuerda Magnus.
- entonces, me ayudas a entregar a Camille a la clave - pide Raphael.
- Raphael - advierto al ver que Magnus deja de curarlo.
- se que es mucho pedir, por eso no lo hice hasta ahora, Aldertree me dio doce horas para entregarla, o me quemara vivo junto a todo mi clan - insiste.

Magnus lo mira pensando, tenía una batalla interna, yo sabía cuán importante era Camille y que no sería nada fácil. 

- Magnus, estás ahí, soy yo - escuchamos a Simón tocar la puerta.

Río ante la cara de desagrado de Raphael, Magnus abre la puerta y Simón entra.

- escucha, es hora de cobrarte lo de tu palabra de encontrar a Camille porque Raphael - se calla al verlo parado junto a mi - tú estás en todas partes - grita.
- Aldertree me hizo esto por tu culpa - acusa Raphael.
- si, te ves horrible, pelea cara cortada - reta Simón empujándolo.
- oigan muchachos, relájense - ordeno deteniendo a Raphael, Magnus detiene a Simón.
- hablemos de esto como subterráneos civilizados, alguien quiere un martini, yo quiero uno doble - sugiere Magnus caminado a la barra.
- cobarde - le gritó.
- amenazaste a mi madre - acusa Simón.
- si hubieras levantado medio dedo para encontrar a Camille - responde Raphael.

Simón enseñó la caja y Raphael le dijo que era la tierra de la tumba de Camille, cosa que podíamos usar para invocarla.

- y ahora que - pregunta Simón.

Hasta el fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora