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Complicación

- puedes acompañarme por favor - pide Raphael por milésima vez.
- porque no vas tú solo, lo has hecho desde hace años - niego terminando de acomodar mi ropa.
- porque quiero que te conozca - explica.
- pero ya me conoce - recuerdo.
- ella no te recuerda - explica.
- bien, como quieras - acepto no muy convencida.

Quería que lo acompañara a ver a su hermana Rosa, hace años que no lo acompañaba por lo que ella no se acordaría de mi.

Cuando se hizo de noche fui con el, Magnus se había ido al instituto no sea que, por lo que yo acompañe a Raphael.

- de todos los trabajadores en el lugar de ancianos, tú eres mi favorito - cuenta Rosa entre risas.
- no trabajo en el hogar de ancianos rosa, soy un amigo y ella también - explica Raphael.
- quién quería que seas, lo estoy disfrutando - comenta alegre.
- yo también - responde Raphael.
- ven, hay que sentarnos aquí - propongo señalando una banca.
- si, eres muy bonita - comenta ella tomando mi mano.
- gracias - sonrío sentándome.

Rosa quedó entre Raphael y yo, ella y Raphael comenzaron una conversación sobre lo pasado, aunque rosa no recordaba mucho.

Raphael comenzó a llorar cuando relató cómo se despido de ella, y le recordó lo último que le dijo al irse.

- Rosa, te gustan las estrellas - pregunto al ver como Raphael recibía un mensaje.
- si, son hermosas - responde con alegría.

Estuvimos con Rosa un poco más, luego la ayudamos a regresar a su cuarto.

- qué pasa - pregunto al verlo frustrado.
- nada, debo irme - dice apenado.

Deja un beso en mi mejilla y se marcha a toda velocidad.

Suspiro, abro un portal y voy a casa, ahí Magnus me esperaba sonriente.

- qué hiciste - pregunto mirándolo curiosa.
- invite a cenar a Maryse aquí, parece que se está divorciando de su esposo así que vendrá de visita - explica.
- enserio, esa mujer me odia - bufo dejándome caer en el sofá.
- de donde vienes - pregunta.
- fui con Raphael a ver a Rosa - respondo.
- cómo está ella - dice sentándose a mi lado.
- bien, dentro de lo que cabe - respondo con tristeza.

Seguimos platicando de diferentes cosas, sobre Maryse, sus hijos y sobre los brujos, también sobre los vampiros, todo estaba demasiado tranquilo y era sospechoso.

Ya en la mañana me desperté por una llamada de Raphael, Rosa había muerto, me vestí lo más rápido que pude y fui a su casa.

Al llegar vi que Isabelle estaba saliendo, al verme él se acercó y se abrazó a mi.

- se a ido - susurra triste.
- lo se, tranquilo - digo acariciando su cabello.

Nos sentamos en el sillón y el acosto su cabeza en mis piernas, acariciaba su cabello para calmarlo.

- no podré ir al funeral - comenta con tristeza.
- Izzy irá por ti, nosotros la visitaremos por la noche, no te preocupes - tranquilizó.

Así estuvimos un rato, Magnus me llamó y dijo algo de que Alec quería cocinar y que me necesitaba, suspiré y colgué.

- se que te tienes que ir, llámame cuando te desocupes para ir al cementerio - pide levantándose.
- no quisiera, pero debo, por favor no hagas nada loco, llámame si me necesitas - indicó dejando un beso en su frente.
- lo haré, descuida - asegura sonriendo débil.

Regrese a casa y Alec me recibió, tenía muchas bolsas y la cocina era un caos.

- qué ha pasado aquí - digo al ver todo regado.
- cocinaremos - responde Alec con emoción.

Hasta el fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora