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Problema

Simón e Izzy llegaron y abrazaron a Clary, luego se les explicó lo que pasaba y la alerta que Alec mandó a los institutos.

- el buscaba una espada cuando estaba en parís, estrella de la mañana, si la encontramos podríamos llegar a él - propone Clary.
- otra espada mágica - pregunta Simón.
- dijo que era una especie de reliquia familiar - explica la pelirroja.
- hablaré con otros maestros de armas para averiguar algo - indica Izzy.
- dibujare todas las líneas ley en la ciudad, si Jonathan movió el apartamento, lo encontraremos - asegura Magnus.
- yo ayudaré a Magnus - indicó.
- gracias, a todos, yo honestamente no se que haría sin ustedes - agradece Clary.
- para eso está la familia - asegura Simón.
- de acuerdo, a trabajar - indica Alec.

Magnus y yo fuimos a unos monitores para comenzar a buscar.

- tú búscalas, yo conseguiré papel y lápiz - indicó y asiente.

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~

Magnus se desapareció, yo estaba buscándolo pero no lo encontré, se fue sin darme su anillo y sin mi collar.

- Alec, has visto a Magnus - pregunto entrando a su oficina.
- no, seguro fue a despejarse, dale un momento Alissa - responde.
- tienes razón, crees que pueda usar el área de entrenamiento para practicar un poco con mi espada - pido.
- puedo ayudar si quieres - propone.
- claro, porque no, será divertido - acepto.
- bien, pero no se vale usar tus poderes - aclara.
- te dije que quiero usar mi espada, mis poderes son buenos gracias a Magnus - señalo.
- bueno entonces, vamos - indica.

Sonrío y camino junto a él para ir al área de entrenamiento, antes fue a su cuarto a cambiar su ropa, yo cambié la mía con mi magia.

Al llegar al lugar, él tomó una espada y yo tome la mía.

- lista - pregunta poniéndose en guardia.
- lista mi amor - respondo sonriendo.

Él atacó y yo esquivé, trataba de derribarme pero yo lo impedía, a su vez intentaba desarmarlo.

- no debes acercarte demasiado - indica esquivando mi ataque.
- tan autoritario, me gusta verte en tu modo Shadowhunter - menciono burlona.
- no me coquetees - indica atacando, yo lo esquivo.

Seguíamos luchando, era bueno y yo también.

- no estás tan oxidado - digo.

Con un par de movimientos logró hacer que su espada salga volando.

- dime que no estás impresionado - hablo feliz.

En un momento el logra quitarme mi espada lanzándola lejos.

- habrían sido tus últimas palabras - señala.
- no necesariamente - niego y me lanzo a él.

Empezamos a luchar cuerpo a cuerpo, logré derribarlo y someterlo.

- no te dije, Magnus y yo entrenamos con el gran maestro Mitsubishi Maeda - mencionó.
- ahí te volviste presumida - cuestiona.
- auch, golpe bajo - comentó y le hago una llave torciendo su mano.
- te lo merecías - dice agitado.

De un momento a otro él logra derribarme pero yo seguía sometiéndole, ahora con mis piernas al rededor de su cuello.

- no sabía que esto era una competencia - menciona.
- así que debo dejarte ganar - me burlo.

Nos hace girar y terminamos separándonos, rápidamente nos levantamos quedando frente a frente, ambos respirábamos agitados.

- tenemos que practicar - indica, comenzamos a caminar en círculo.
- eres tan lindo cuando hablas en serio - comentó agitada.
- te dije que dejarás de coquetearme - repite.

Hasta el fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora