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Recompensa

Había pasado una semana, todo era un caos,  estaba mirando a Magnus intentar ponerse delineador, desde que perdió sus poderes no estaba muy bien.

- no se como la gente lo hace cada día, me toma una eternidad quedar casi presentable - se queja al no poder.
- hermano, yo siempre me arreglo sin magia, con practica podrás - aseguro quitándole el delineador para ayudarle.
- no se porque crees que lo necesitas - menciona Alec entrando.
- un tigre tiene rayas, yo tengo delineador - explica causando la risa de Alec.
- claro - rio terminando de delinearlo.

Termine y Magnus se levantó para mirarse en el espejo, tocaron la puerta y Alec nos miró confundido.

- esperan a alguien - pregunta Alec.
- ah, así es, casi lo olvido - responde Magnus caminado a la puerta.
- a quien esperan - dice Alec acercándose a mi.
- no tengo idea - respondo dejando un beso rápido en sus labios.

Magnus abrió la puerta y Madzie entró y detrás de ella Catarina.

- Magnus - saluda Madzie abrazándolo.
- corazón - saluda el.
- muchas gracias por dejarla quedarse con ustedes - agradece Catarina - más aun considerando lo que están viviendo - menciona.

Alec y yo caminamos a la sala, al vernos Madzie corre hacia nosotros.

- hola - saluda Alec.
- hola, Alec está aquí - Madzie corre a él.
- hola niña - saludó a Madzie.
- miren a quien tenemos de visita mientras Caterina va a una convención de enfermería - comenta Magnus.
- no has visto nada hasta que ves a miles de enfermeras ebrias quejándose de los médicos - menciona Catarina.
- cuando llegue del trabajo hoy jugaremos a tiburones y peses - propone Alec, Madzie asiente feliz.
- mientras que te parece si me ayudas a cocinar galletas - propongo y ella acepta feliz.
- galletas - dice ella feliz. 

Alec y yo caminamos a la cocina, el la traía en brazos, Madzie estaba muy feliz.

- bueno, hermosas damas, tengo que irme pero nos veremos más tarde - menciona Alec bajando a Madzie.
- cuídate - digo y dejo un rápido beso en sus labios mientras tapo los ojos de Madzie.

Madzie hizo sonidos de asco, Alec y yo reímos, luego él se va, Magnus y nosotros comenzamos a cocinar.

Después de un par de horas las galletas estaban listas, había de chispas de chocolate y rellenas.

- listo, muchas galletas - festeja Madzie.
- si, muchas galletas - Magnus sonríe.

Alec llegó horas después y jugó toda la tarde con Madzie, Magnus y yo también así que después de un día de diversión llegó la hora de dormir para Madzie.

Alec le contó un cuento después de que ella se pusiera la pijama.

- entonces sea tu nombre Buxbaum, Bixby o Bray o Mordecai Ali Vam Allen O'shea, irás a grandes lugares, hoy es tu día, tu montaña está esperando, así que sigue tu camino - termina de contar el cuento Alec.
- uno más - pide Madzie.
- podemos leer todo lo que quieras por la mañana - propone Magnus.
- harás una luz de noche como la última vez - pide Madzie.
- yo la haré con mucho gusto - intervengo.

Con mi poder cree una luna para que le diera luz mientras se queda dormida.

- de acuerdo, a dormir, dulces sueños - dice Alec tapando a Madzie.
- descansa cariño - me despido.
- buenas noches Alissa - me sonríe - hasta mañana Magnus - se despide de Magnus.
- qué duermas bien cariño - responde él y luego hace sonidos de cocodrilo.

Río ante eso, apago la luz y Alec cierra la puerta, los tres caminamos a la sala.

- estás bien - pregunto a Magnus cuando se queda parado en la puerta.
- si, supongo que tomará un tiempo acostumbrarse a esta realidad sin poderes - explica suspirando.
- por supuesto que si, pero siempre contarás conmigo, te debo mucho hermano mío - aseguró y el asiente.
- lo se, gracias hermana - deja un beso en mi frente y va a sentarse en el sillón.

Hasta el fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora