Capítulo 3

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En el aula, el eco del dolor resonaba en los ojos de Kang Haerin, una actuación magistral de fortaleza que escondía las grietas de su corazón roto. Sus ojos, antes llenos de luz y entusiasmo, reflejaban ahora la sombra de la traición que aún la envolvía. Pero entre el tumulto emocional, Haerin encontró un consuelo inesperado en la presencia silenciosa de Danielle Marsh.

Ese día, como cualquier otro, ambas se dirigieron a clases con una rutina que enmascaraba las cicatrices emocionales. Marsh notó la mirada decaída de Haerin, la tristeza que intentaba disimular detrás de una sonrisa frágil. Aunque Haerin estaba convencida de que Marsh la acompañaba por lástima, en realidad, Danielle era una amiga genuina que no necesitaba palabras para entender el sufrimiento de su compañera.

A pesar del tormento emocional, Haerin trató de seguir adelante como si nada hubiera sucedido. Cumplía con sus responsabilidades académicas y hacía esfuerzos por mantener la apariencia de normalidad, pero Marsh veía a través de la fachada. La conexión entre ellas era tan fuerte que las palabras se volvían innecesarias. Marsh sabía que, aunque su amiga intentara ocultar su dolor, este seguía latiendo en cada gesto y mirada.

La relación entre Haerin y Ni-Ki había llegado a su fin, cada uno siguiendo su propio camino después de la traición. Marsh, con valentía, se había distanciado de Ni-Ki, optando por poner fin a una amistad que se reveló como una ilusión. Haerin, por otro lado, se esforzaba por evitar a Ni-Ki, deseando alejarse del dolor que su presencia aún le causaba.

Ni-Ki, sintiendo el distanciamiento, buscaba respuestas. Quería comprender qué le sucedía a Haerin, por qué lo evitaba. Pero Haerin, atrapada en su propia lucha interna, no estaba lista para enfrentar al chico que una vez consideró su todo.

Mientras la distancia crecía entre ellos, Haerin continuaba su actuación, tratando de disfrazar el dolor con una sonrisa. Marsh, en silencio, se mantenía a su lado, ofreciendo apoyo sin juzgar.

El murmullo constante del comedor escolar proporcionaba un fondo incesante mientras Nishimura Riki se aventuraba entre las mesas hacia donde Kang Haerin estaba sentada. La tensión flotaba en el aire, y no solo por el estruendo de los estudiantes en su almuerzo cotidiano, sino por la atmósfera cargada de emociones sin resolver.

Riki sabía que no había logrado hablar con Haerin desde que la verdad había salido a la luz. La presencia de la fiera protectora, Danielle Marsh, hacía que cualquier intento se volviera prácticamente imposible. Aun así, en ese día, decidió hacer un intento, llevando consigo la leche favorita de Haerin como un gesto de paz.

Con cautela, se acercó a Haerin, quien levantó la mirada sorprendida al verlo. Ni-Ki le ofreció la leche con una sonrisa tímida, tratando de romper la barrera de silencio que se había instalado entre ellos. Los ojos de Haerin reflejaron una mezcla de sorpresa y confusión mientras aceptaba el gesto inesperado.

—¿Podemos hablar después de clases? —preguntó Ni-Ki con voz suave, intentando sonar conciliador.

La respuesta de Haerin fue aún más sorprendente: un asentimiento. La idea de salir juntos a la salida parecía flotar en el aire, y por un momento, la tensión pareció disiparse. Sin embargo, en la sombra de aquel acuerdo, Marsh observaba con una mirada intensa.

—Tú también puedes venir, Marsh —respondió Ni-Ki, como si intuyera la presión no dicha.

La mirada de Marsh se clavó en Nishimura, y por un instante, un silencio tenso llenó el espacio entre ellos. El gesto de Ni-Ki, aunque destinado a ser una invitación amistosa, se percibía como una respuesta desafiante. Marsh, la fiera protectora de Haerin, no iba a dejar que la situación se deslizara sin su presencia.

El almuerzo continuó en medio de una atmósfera cargada de emociones no expresadas. La invitación de Ni-Ki, aunque bien intencionada, dejaba entrever las complejidades de la relación entre los tres.

En el bullicioso comedor escolar, el murmullo constante de cuchicheos amenizaba el ambiente, como un susurro colectivo que daba voz a las opiniones entrelazadas de los estudiantes. Las miradas furtivas y los comentarios apresurados hablaban del poco amor propio que atribuían a Kang Haerin, especialmente en lo que respectaba a su relación con Nishimura Riki. Todos parecían ser conscientes de la reputación de Riki, lo que provocó un destello de enojo en Danielle Marsh. La idea de que Haerin fuera percibida como alguien sin amor propio debido a las acciones de Riki era una injusticia que Marsh no podía ignorar.

La respuesta de Marsh ante los murmullos fue una mezcla de indignación y preocupación. Sin embargo, antes de que pudiera expresar su molestia, Haerin, con una suavidad que contrastaba con el ruido del comedor, tomó la mano de Marsh. Con una sonrisa tranquila, le aseguró que todo estaba bien. Fue un gesto de complicidad y amistad, una forma de decir que las palabras ajenas no tenían el poder de afectarlas.

El día avanzó lentamente, cada hora parecía estirarse en medio de la tensión no dicha. Sin embargo, la tan esperada salida finalmente llegó. Los tres, Marsh, Haerin y Riki, salieron juntos. La verdad, envuelta en mentiras, se manifestó nuevamente cuando Riki le dijo a Haerin algo que, para Marsh, resonó como otra falacia más.

Haerin, con una fe aparentemente inquebrantable en Riki, pareció creer la mentira sin cuestionarla. Marsh, por otro lado, no podía comprender cómo Haerin seguía cayendo en las trampas de aquel chico. La frustración burbujeaba en su interior mientras cam

inaban juntos.

No podía evitar preguntarse si Haerin era verdaderamente ingenua o si simplemente optaba por ignorar la realidad para mantener una fachada. La decepción se mezclaba con la incredulidad en los ojos de Marsh, quien lidiaba con la dualidad de querer proteger a su amiga y, al mismo tiempo, desear que esta abriera los ojos ante las mentiras evidentes de Riki.

En ese paseo, las sombras de las mentiras y las apariencias proyectaban una nube sobre la relación entre los tres, y Marsh se encontraba en el centro de un conflicto emocional que amenazaba con desgarrar la fina tela de la amistad.

𝐁𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝 || CandyzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora