Capítulo 14

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El eco de la ruptura de Kang Haerin y Nishimura Riki resonaba en los pasillos del instituto, creando una atmósfera cargada de tensión. Sin embargo, Nishimura Riki no parecía dispuesto a aceptar el final de la relación. Persistía en acosar a Haerin, como un eco desesperado de lo que alguna vez tuvieron.

En una de esas ocasiones, mientras Haerin intentaba alejarse de las súplicas insistentes de Nishimura Riki, Danielle hizo su entrada triunfal. Con una determinación palpable, se colocó frente a Nishimura Riki, deteniéndolo en seco. Su voz resonó, clara y fuerte, cortando el flujo incesante de palabras del chico.

—Ya le dijimos un millón de veces que no. Deja de acosar a Haerin, o realmente tendrás problemas.

El rostro de Danielle, bañado por una mezcla de autoridad y desafío, marcaba una transformación que no pasó desapercibida. Era como si una nueva faceta de la castaña se hubiera revelado, una que no temía enfrentarse a quien fuera necesario para proteger a Haerin.

Después de aquel enfrentamiento, algo cambió en Danielle. La energía desafiante que había mostrado aquel día se reflejó en su estilo de vestir. Adoptó una suerte de "Bad Girl" que le sentaba sorprendentemente bien. Cada prenda parecía emular la seguridad y la audacia que había demostrado al plantarse frente a Nishimura Riki.

En una de esas ocasiones, Danielle y Haerin se encontraban juntas cuando Nishimura Riki volvió a la carga. A pesar de los intentos previos de Danielle por frenarlo, el chico insistía en acosarlas. Esta vez, Danielle no estaba dispuesta a dejar que Haerin sufriera más humillaciones.

Tomando a Haerin de la muñeca, Danielle la alejó de Nishimura Riki, quien las seguía como un insistente murmullo desagradable. Danielle, sintiendo la necesidad de poner fin a aquella situación, se volvió hacia Nishimura Riki con una mirada desafiante.

—Ya te lo dije, deja en paz a MI novia

Nishimura Riki, obstinado y herido en su orgullo, continuó con sus comentarios hirientes. La tensión entre ellos llegó a su punto álgido cuando comenzó a cuestionar la autenticidad de la relación entre Danielle y Haerin. Insinuó que Haerin no podía ser lesbiana.

La atmósfera se volvió más densa, y Haerin sintió la mirada de Danielle sobre ella. En un acto impulsivo y lleno de emoción, Haerin se colocó al frente y sorprendió a todos, incluida Danielle, al sellar sus labios en un beso apasionado y hambriento. Fue como si Haerin quisiera demostrarle al mundo, y a sí misma, la verdad de sus sentimientos.

Danielle, inicialmente sorprendida, rápidamente respondió al beso con igual intensidad. Rodeó la fina cintura de Haerin con sus brazos, sumergiéndose en aquel momento de conexión única. El beso se prolongó, como una declaración audaz que desafiaba las expectativas y los prejuicios.

El público que observaba la escena reaccionó de manera inesperada. Vítores y aplausos surgieron de entre la multitud, como si estuvieran celebrando la valentía de Haerin y Danielle al desafiar las normas establecidas. La pareja, finalmente liberada del acoso de Nishimura Riki, se encontró envuelta en un halo de apoyo.

Después de aquel sorpresivo beso en medio de la escuela, Haerin se quedó en un estado de asombro. Los pasillos, habitualmente llenos de bullicio, se volvieron un telón de fondo borroso mientras las emociones se agolpaban en su mente. Danielle, por otro lado, mantenía una mirada atenta, consciente de que aquel gesto había cambiado la dinámica entre ellas.

Decidieron alejarse del tumulto escolar y buscar un rincón más tranquilo para procesar lo que acababa de suceder. Encontraron un espacio apartado en la biblioteca, donde el murmullo de las conversaciones y el suave tintineo de las páginas al pasar se fusionaban en un eco lejano.

—Haerin, ¿estás bien? —Danielle rompió el silencio, su voz resonando con preocupación genuina.

Haerin, aún tratando de comprender lo ocurrido, asintió con lentitud. Se sentaron en un rincón apartado, rodeadas de estanterías llenas de historias silentes, mientras intentaban desentrañar las complejidades de sus sentimientos.

—Sí, estoy... sorprendida, supongo. —Haerin esbozó una sonrisa débil, sus ojos reflejando una mezcla de incredulidad y curiosidad—. ¿Eso acaba de suceder?

Danielle asintió, con una expresión que combinaba seriedad y vulnerabilidad. Se acercó a Haerin, buscando su mano como un gesto de conexión.

—Sí, Haerin. Fue impulsivo, pero quiero que sepas que no quiero presionarte. Si esto te resulta confuso o incómodo, podemos hablar al respecto.

Las palabras de Danielle eran como un bálsamo reconfortante para Haerin. Mientras tomaban asiento, la mano de Danielle sobre la suya se convirtió en un ancla de apoyo emocional.

—No sé qué pensar, Danielle. Pero... quiero descubrirlo contigo. —Haerin admitió, su tono reflejando una sinceridad que resonaba en la tranquila atmósfera de la biblioteca—. Nunca había sentido algo así antes.

Danielle sonrió, una sonrisa cálida que irradiaba comprensión y afecto. Acarició suavemente la mejilla de Haerin, como si quisiera disipar cualquier duda con ese gesto delicado.

—Yo tampoco, Haerin. Esto es nuevo para ambas, pero estoy dispuesta a explorarlo junto a ti y mostrarte que realmente puedo ser mejor que el idiota de Nishimura Riki.

Una suave risa por parte de la más baja se hizo presente, robándole un suspiro a la más alta.

—Kang Haerin, ¿Me darás el honor de ser tu novia?

Ha

erin no titubeó ni un segundo para responder de forma afirmativa a la propuesta de Danielle, la cual no evitó emocionarse abrazando con fuerza a la chica frente a ella, abrazar a la chica que tanto ama.

Con el correr de las horas, Haerin se sentía cada vez más segura en ese territorio desconocido de emociones. Danielle se convirtió en su confidente, su cómplice en esta nueva etapa de sus vidas. Entre libros y risas, la distancia que las separaba parecía desvanecerse, y un lazo más fuerte se tejía con cada palabra compartida.

Cuando la campana anunció el final del recreo, Haerin y Danielle salieron de la biblioteca con una conexión fortalecida. Aunque el entorno escolar seguía siendo el mismo, algo había cambiado entre ellas. Miraron el día con nuevos ojos, conscientes de que ese inesperado encuentro había marcado el inicio de un capítulo diferente en sus vidas.

𝐁𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝 || CandyzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora