Capitulo 4

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| MI PRIMER BESO II |

- 14 Años

-¿Recuerdas cuando me besaste para que Olivia no lo hiciera primero?- me preguntó Dylan mientras me lanzaba un trozo de chocolate que agarré en el aire con mi boca.

-Por supuesto, mi primer beso- y como no olvidarlo.

Los rostros de Dylan y Olivia eran épicos, la castaña no paró de quejarse en toda la tarde diciendo que yo no podía besar a alguien que comía pegamento.

Prefería eso antes que a sus labios.

-Y después cuando las chicas se enteraron... ahora me da más risa que vergüenza- comentó. Me lanzó otro pedazo de chocolate, pero esta vez no lo alcancé.

Él se rió de mí y yo le estrellé una almohada contra el rostro. Nos habíamos convertido en grandes amigos después de todo.

Mis padres botaron a la basura todas mis cosas más preciadas de Peter Pan en cuanto se enteraron que reprobé el año junto con Dylan.

Fuimos los más listos de la clase.

Pero sólo nos duró un año, al siguiente estuvimos tan perdidos como cuando nos fuimos de excursión y no encontrábamos el lugar donde se suponía que debíamos acampar.

-Pero yo sigo creyendo que Olivia estaba celosa- dijo de pronto.

-No lo creo. Es que ella siempre quiere ser la primera y la mejor en todo, sólo estaba enfadada porque le ganaste- argumenté, odiaba cuando hacía esos comentarios.

-No estés tan segura. Te apuesto a que si se enterara que tienes novia, reaccionaría igual que esa vez.

- Claro que reaccionaría así, yo habría tenido novia antes que ella. ¿Acaso no me escuchas?- Dylan rió más fuerte y se comió lo que quedaba de chocolate.

Estábamos en mi habitación viendo una película romántica, me seguían pareciendo igual de tontas que a los ocho años, pero al menos ya no me daban asco las escenas más íntimas.

Por Dylan no me preocupaba, resultó ser un galán innato en cuanto cumplió los doce, se cortó el cabello, los rasgos de su rostro se volvieron adorables ante los ojos de las demás chicas, además que sus ojos azules lo ayudaban mucho, no era más alto que el resto pero aparentaba de dieciséis. Incluso Sabrina le pidió una cita.

Lucas fue tan bueno que grabó ese momento para mostrármelo y reírnos de la cara de indignación que puso Sabrina cuando él la rechazó.

Sin embargo, Olivia no se quedaba atrás. A pesar de odiarla debía reconocer que la pubertad le sentó muy bien a ella. Se dejó el cabello hasta la cintura y tenía un montón de admiradoras.

Al final, Olivia había regresado a la Academia Westfield con una beca, cosa que alegró mucho a Sophia, que se sintió muy orgullosa.

Jennie no había crecido mucho en realidad. Nos parecíamos en algo y es que éramos las más bajas en estatura de nuestra familia, pues era mi prima. Era la única que me apoyaba para detener las locuras de Serena y Sarah.

Ellas seguían igual, cuando se enteraron que besé a Dylan fueron inmediatamente a molestar a Jennie. No sé como lo logró mi prima, pero se las quitó de encima en dos días.

-¿Olivia con novia?- inquirió Dylan. Lo golpeé en la cabeza con otra almohada.

-Sabes a lo que me refiero- le dije.

-Sí, lo sé. Me pregunto por que no tiene pareja todavía, te debe estar esperando- en ese momento se cayó de la cama. Le di una patada en las costillas que le quitó la respiración e hizo que rodara hasta el suelo. No era la primera vez que hablábamos de este tema, por extraño que sonara Dylan tenía una obsesión con emparejarme con Olivia al igual que Sarah, Serena, mamá y papá.

𝑴𝒂𝒓𝒓𝒚 𝑴𝒆 | 𝑶𝒍𝒊𝒗𝒊𝒂 𝑹𝑜𝒅𝒓𝒊𝒈𝑜 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora