𝑴𝒂𝒓𝒓𝒚 𝑴𝒆 | 𝑶𝒍𝒊𝒗𝒊𝒂 𝑹𝑜𝒅𝒓𝒊𝒈𝑜

Capitulo 14

|EL AMOR|

- 17 Años

-Me pregunto que haremos mañana- me dijo Olivia mientras me abrazaba y me hacía cosquillas en la espalda.

-¿Qué sucede mañana?- le pregunté.

Según yo no teníamos que juntarnos con la hermana de Jisoo para organizar la boda hasta dentro de una semana, así que estaba completamente perdida.

-¿En serio, Alicia?- me encogí de hombros y la miré con inocencia para que no se enojara por mi ignorancia.

-En serio, mañana no hay ninguna fecha especial- le dije.

-Es San Valentín- me explicó.

Por supuesto, lo había olvidado. Mañana era 14 de febrero, el día de los idiotas enamorados.

Olivia sabía como me ponía ese día, molestaba a parejas si las veía besándose en la calle o si caía en un día de clases, me burlaba con Dylan de los chicos y sus regalos.

-Bueno, ¿y qué con eso?- la castaña me soltó y me miró con seriedad.

-Lo sabía, todo es una farsa, tú no me quieres- dijo en un hilo de voz.

Ya conocía ese truco, los últimos días había descubierto lo mal que me sentía cuando fallaba como pareja, así que se aprovechaba de eso y me hacía sentir culpable para que hiciera lo que ella quisiera.

Antes le habría lanzado un libro por la cabeza para que me dejara en paz, pero ya estaba tan acostumbrada a verla como mi futura esposa que cuando me decía estas cosas, a pesar de saber que eran mentiras y que lo hacía para controlarme, sentía que su corazón se partía en dos y todo por mi culpa.

-Lo siento, Oli...- me disculpé, pero ella no cambió la expresión triste de su rostro.

Me coloqué de puntillas y la besé con rapidez, vi un atisbo de sonrisa y me separé.

-¿Qué quieres hacer mañana?

-Sabes que no me gusta lo aburrido y que no podemos gastar mucho dinero ahora y además tengo que trabajar, pero vayamos a comer a tu lugar favorito saliendo de la escuela y prometo que te lo compensaré después, cariño- asentí y le dije que podríamos invitar a Lisa con Jennie, para hacer que de una vez esas dos tuvieran una cita -No, quiero tenerte sólo para mí- me dijo con terquedad.

Era absurdo, pasábamos todos los días juntas en la escuela, la iba a buscar después del trabajo, no me dejaba sola cuando estábamos en casa y dormíamos en la misma cama.

-Pero, Oli...- comencé a protestar, pero ella bajó la mirada con decepción y tuve que evitar las ganas de darle la espalda y marcharme de nuestro cuarto.

-Hazlo por mí- susurró.

Y ese fue el punto final de nuestra discusión.

No me quedó de otra que aceptar la cita, Olivia sabía cómo hacerme ceder a sus peticiones.

Nunca lo habría imaginado, desde los quince años ella me obedecía y parecía sumisa a mis órdenes, pero ahora que parecía saber lo que me proponía con esto de hacerla feliz bajo cualquier circunstancia, se aprovechaba y ocupaba todos los medios que tenía a su disposición para hacerme caer bajo sus pies. Y lo peor es que yo estaba al tanto de todo esto y la dejaba hacerlo de todas formas.

¿Por qué ya no me podía negar como antes? ¿Por qué le hacía caso aunque yo no quisiera?

Tenía claro que algo estaba cambiando en mí, la excusa de lograr algo bueno en la vida ya no me servía, tenía que haber otra explicación para esta insistencia que tenía de hacerla feliz. Recordé las palabras de Sophia, ¿De verdad me estaría enamorando de Olivia sin darme cuenta?