Capitulo 6

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|EL ASESINATO|

- 15 Años

Un fin de semana vinieron Jennie, Sarah y Serena a almorzar. Comimos ensaladas con condimentos orientales, que según mi madre, eran buenos para la circulación de la sangre.

A papá le aceleró la circulación de los intestinos.

Había venido el tío Jerry, el padrastro de Jennie  y como siempre, no perdió la oportunidad para molestarme.

-¿Dónde está tu novia Olivia?- me preguntó mientras tomaba un poco de jugo.

Yo maldije por lo bajo y conté hasta diez para no responderle de manera sarcástica, no podía perder los estribos con mi propio tío.

-Ella no es mi novia, y está en su habitación estudiando.

-Pero si no es tu novia, ¿por qué sabes dónde está y qué está haciendo?- me regañé mentalmente por haberle dado tanta información.

-Papá, viven juntas desde hace años, son como hermanas - dijo Jennie

La miré agradecida y ella sonrió para que supiera que estaba de mi lado.

Olivia no había querido bajar a comer, excusándose con que tenía trabajos atrasados.

Megan cursaba último año y estaba en las mismas condiciones, aunque yo sabía que Olivia podía terminar sus trabajos en unas cuantas horas y que en realidad no se quería encontrar con el tío Jerry.

La comprendía a la perfección.

Sin embargo, a eso de las seis de la tarde, bajó. Era verano y el sol todavía no se ponía, corría una cálida brisa y era el ambiente perfecto para tomarse unos refrescos.

Nos encontrábamos en la terraza, sentados alrededor de la mesa conversando de cosas sin sentido, como nuestra niñez y lo rápido que pasaban los años.

Ver a Olivia saliendo por la puerta de cristal, tan desarreglada e informal me hizo sonreír en acto reflejo, cosa que mi tío Jerry notó.

-Hey, chica. Es cosa de que apareces y a esta tortolita se le alegra el día- todos rieron, incluida Olivia

Sentí como la sangre me subía a las mejillas y unas ganas psicópatas de matar a mi tío se esparcieron por mi mente. Más me controlé y bebí de mi refresco para pasar inadvertido el color de mis mejillas.

-Es que vine para mis clases de manejo que me da el señor Park- dijo Olivia

Se veía más calmada que las veces anteriores, estaba aparentando, pues cualquier signo de debilidad ante el tío Jerry era tu sentencia de muerte, pero luego se mordía las uñas antes de subirse al auto y echarlo a andar.

-¿En serio? Eso es estupendo, yo te puedo dar las clases esta tarde, seguro aprenderás en cinco minutos- señaló mi tío.

Olivia negó con la cabeza, pero antes de que pudiera decir algo, el tío Jerry se levantó y le pasó un brazo por los hombros para llevársela al garage, donde estaba el auto viejo de papá con el que practicaban.

Tuve un mal presentimiento, pero no dije nada.

De todas formas, no serviría mi opinión. Papá fue con ellos y nos quedamos sólo las mujeres conversando.

Sophia había salido esa tarde con unas amigas, era su día libre y Lori jugaba unos metros más allá con pelusa, su gato anaranjado y rechoncho.

Con Jennie, Serena y Sarah conversábamos de la escuela, me decían que ese año les había tocado como profesora jefe a la más estricta de la escuela y yo me quejé diciendo que otra vez tenía a la profesora de Literatura.

𝑴𝒂𝒓𝒓𝒚 𝑴𝒆 | 𝑶𝒍𝒊𝒗𝒊𝒂 𝑹𝑜𝒅𝒓𝒊𝒈𝑜 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora