"— Lucifer, abre los ojos. Por favor, dime algo.
Su audición era mala, mucho de hecho. Su cuerpo en mal estado había comenzado a entumecerse por la pérdida de sangre, sus sentidos cognitivos estaban empezando a dejar de ser susceptibles... Pero aún así hizo lo posible por oír aquellas palabras sollozantes junto a las lágrimas que caían sobre su rostro.
— Espero podamos vernos nuevamente, majestad. — sintió como una mano acariciaba su mejilla y todo parecía oírse tan lejano. — Nos volveremos a ver, Lucifer... Llevas contigo mi corazón... Te... Amo..."
Lucifer abrió los ojos mientras sostenía su pecho, sus ojos llenos de lágrimas mientras se hacía bolita en la cama. Sus labios se abrieron mientras apretaba su pecho, en ese lugar donde algo quema, arde y duele; la pérdida de algo lo está matando. No, no es una pérdida. Es el dolor de lo que trajo ese recuerdo que sueña casi todas las noches desde hace un mes. El aire no llegaba a sus pulmones, sus labios se abrían y cerraban en un inútil intento de conseguir aire. No puede, el aire no llega y el dolor es lo suficientemente fuerte para no recuperarse en un par de minutos.
— ¡Majestad, majestad!
Lucifer alzó la mirada, desenfocada y borrosa por la falta de oxígeno. Un par de manos grandes lo alzaron del colchón y lo atrajeron a un cuerpo grande, tibio y familiar. El aroma almizclado llenó sus fosas, las manos lo enrollan intentando calmar el pánico que lo había invadido momentos antes, sus ojos se cerraron mientras las lágrimas se escurren por sus mejillas. Incluso su cuerpo comenzó a temblar, apretando sus manos y clavando sus garras en la espalda del alfa que lo consuela. Los gritos y quejidos desesperados que había empezado a soltar llamó la atención de Charlotte, su hija. Y el del resto de los residentes, Charlotte soltó un par de lágrimas cuando miró a su papá en ese pésimo estado...
Lucifer se había descontrolado después de que el cielo enviará una carta, avisando que Lilith sería devuelta porque ya se consideraba el tiempo de hacerlo. Lucifer estuvo en un estado deprimido durante una semana, antes de que ella viniera e intentará asesinarlo y ella terminará muerta con su cuello entre sus manos. ¿Por qué regresó antes? Aún faltaban dos años... ¿Por qué tan pronto? Ni siquiera pudo acercarse a Alastor correctamente antes de caer en este estado. No se veía como Lucifer, para nada. Solo es una versión defectuosa, rota y descontrolada del rey, del que posee la gloria de un gobernante.
Lucifer alzó la mirada, con sus ojos nublados debido a las lágrimas. Sollozó más cuando vio a Alastor, su voz, sus manos acariciando su espalda mientras sus brazos lo hacían sentir seguro. Esto se siente real, pero el suelo también. Su cuerpo tembló cuando su hija los arrulló a los dos en un abrazo. Calmando la extraña preocupación del alfa y el terror del omega, su hija pidió al resto de residentes acercarse; haciendo un enorme nido para calmar la ansiedad de su padre. Un omega que rompió el lazo cuando asesinó a su alfa, es normal que esté en este estado. Lucifer se durmió poco después, abrazando a Alastor y a Charlotte mientras que el resto de residentes, Husker, Ángel, Nifty y Cherry eran cubiertos por sus alas blancas.
Ahora Lucifer está seguro, se siente seguro porque... Él es quien protege el hotel, un lazo roto a la fuerza sin un rechazo es peligroso para un omega (y más si has vivido con ese lazo durante billón de años) ya que estaba muy arraigado en su alma... Pero no en su omega interno y eso es lo que lo mantiene vivo.
La protección de un ángel es poderosa, la de Lucifer lo es más... Una extraña divinidad brotó de su cuerpo luego de haber asesinado a Lilith.
— Estoy a salvo...
Susurró mientras se acurrucaba en el pecho de Alastor.
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Consolando al Rey [RadioApple]
FanfictionPrecuela de: Un Omega en Manhattan. Lucifer tiene episodios de panico cada madrugada, donde lo unico que puede reconocer es a Alastor y a su hija... Donde sus viejas memorias son lo que lo confortan con todo lo que sucede después de haber matado a L...