Una historia que, esencialmente, contiene amor.
1990 fue un año de luz para hogwarts, hasta que al final de la década volvió a repetirse la historia y la guerra mágica se desató. ¿Dónde quedaron los días de fiestas, guitarras, pergaminos nuevos y b...
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𝚂͟𝚄͟𝙼͟𝙼͟𝙰͟𝚁͟𝚈͟.
Spencer le pide un favor a Daphne. El día de la luna llena acaba en la enfermería, pero Daphne nunca llega a verlo como se supone que lo haría.
• ────── ✾ ────── • 20 de noviembre, 1996.
ㅤㅤㅤㅤ-¿Estás seguro de que aquí podemos...? -preguntó Ron.
ㅤㅤㅤㅤ-Sí, por supuesto, date la vuelta.
ㅤㅤㅤㅤ-Harry, no sé si...
ㅤㅤUn par de pasos se oyeron alrededor de los chicos. Ambos, atemorizados, esperaban que el extraño se fuera del lugar.
ㅤㅤㅤㅤ-¡LOS TENGO! -gritó Rigel, saltando en dirección contraria al ver uno de los cabellos anaranjados de Ron sobresalir detrás de una de las plantas.
ㅤㅤRon y Harry corrieron detrás de Rigel, pero era tan veloz como una pantera. No podían detenerlo, y antes de que Harry pudiera llamar su escoba, Rigel ya había tocado la pared.
ㅤㅤㅤㅤ-¡HARRY Y RON! -gritó.
ㅤㅤLos había eliminado de las escondidas. Era imposible ganarle a ese tipo y aquellas piernas de lince.
ㅤㅤRon, agitado, se tiró al suelo, mientras Rigel gritaba hasta vaciar sus pulmones y se quitaba exageradamente la corbata, divertido. Su cabello negro se movía con el aire otoñal. Zoe, a su lado, le dió una nalgada entre risas.
ㅤㅤㅤㅤ-Buenas nalgas, gacela -le dijo.
ㅤㅤÉl se rió y sus mejillas se enrojecieron.
ㅤㅤEvangeline, quien había sido la ante última en ser atrapada en las escondidas, reposaba en el suelo con una expresión de cansancio terrible. Había logrado detener a Rigel tirándose encima y haciéndolo caer al suelo, pero ¿a qué costo?
ㅤㅤ-Te odio -dijo Spencer, molesto. Él siempre era el primero en ser atrapado. Nunca se le había dado bien desaparecer y mantenerse callado cuando lo estaban buscando. Usualmente se reiría escandalosamente y de inmediato Rigel lo encontraría. Después estaría veinte minutos haciendo un berrinche como niño chiquito.
ㅤㅤ-Tienes dieciséis años, Spencer.
ㅤㅤ-Casi diecisiete -corrigió Rigel.
ㅤㅤ-¿¡CASI DIECISIETE?! -preguntó, aterrado.
ㅤㅤ-Faltan exactamente cuarenta días para tu cumpleaños -dijo Anthony, sentado a su lado-. Bueno, treinta y nueve y siete horas.
