El Dragón

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Capítulo 11

Anthony se encontraba en el comedor de la penitenciaria, tenía nuevamente aquella insípida comida en su bandeja, la cual comía con las manos esposadas. A pesar de ya llevar un mes entero en aquellas instalaciones, no le daban ese privilegio, por cuestiones de seguridad no se desharían de ellas hasta que los oficiales estuvieran más tranquilos con su comportamiento.

La mirada del pelirrojo estaba fija en el chico albino y en el de la cicatriz, ambos compartían pláticas mientras desayunaban. Desde aquel día que Arthur se acercó a el pelirrojo, no habían vuelto a hablar, pero Anthony notaba que había algo extraño ahi. Se había alejado muy fácil, las personas como él no hacían eso. Algo planeaba.

Tsss.

Anthony salió de sus pensamientos y volteó la mirada a su lado al haber escuchado aquel sonido en forma de susurro.

— No, voltea al frente.

Susurró aquella voz, el pelirrojo hizo caso y soltó un suave suspiro. ¿Ahora de que se trataba?

— No puedo hablar mucho. — Prosiguió aquella voz proveniente de uno de los presos. — El señor Laurent...

Dicho esto dejó de forma disimulada un artefacto en el bolsillo del pantalón del chico. Comió de la bandeja frente a él y fingió no conocer al pelirrojo, mismo que suspiró con molestia al entender lo que sucedía. No podría alejarse por más tiempo, lo sabía.

.

3:00 PM

Leonard se encontraba en la cocina de su casa, estaba haciendo la comida, su hermana no se encontraba, había salido a hacer las compras mientras su hermano dormía. Pero últimamente este no descansaba lo necesario. Nuevamente se encontraba en el horario nocturno, por lo cual las horas de sueño se le hacían menores ya que seguía sin acostumbrarse a dormir en las tardes, cada que lo hacía tenía una pesadilla diferente pero en todas terminaba de la misma manera. Muerto.

La mirada del oficial estaba centrada el la comida que estaba por terminar, ya llevaba rato haciéndola. Llamó a sus sobrinos que se encontraban en la sala viendo la televisión, pero estos no respondieron.

Sirvió el alimento en cuatro platos esperando que su hermana llegara a tiempo para comer con ellos, no debía tardar mucho. Tras esto se dirigió a la sala donde observó como sus sobrinos se habían quedado dormidos dejando una película abierta en Netflix. Rio suavemente y tomó el control para salir de la aplicación.

La televisión abierta quedó encendida en el programa de noticias, pero cuando estaba por apagarla uno de los gemelos habló.

— ¿Tío?

El mayor volteó al escuchar la adormilada voz de su sobrino. Volteó a verlo y se percató de como el pequeño tallaba sus ojos.

— Patrick, la comida ya está servida, ve a comer en lo que despierto a tu hermano.

El menor de los gemelos se puso de pie luego de asentir adormilado dirigiéndose hacia la cocina en silencio.

Leonard miró al otro gemelo quien seguía dormido en el sillón, colocó su mano sobre el cabello del chico acariciando este con suma delicadeza y cariño, su sueño era ligero al igual que el de su hermano, por lo cual se despertó de inmediato.

Tras Las Rejas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora