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Shuhua apenas tiene palabras para describir el estado en el que se encuentra la casa

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Shuhua apenas tiene palabras para describir el estado en el que se encuentra la casa.

Decir que parece como si un tornado lo hubiera atravesado, se hubiera vuelto particularmente entusiasta y decidiera dar una segunda vuelta sería quedarse corto.

Vasos están esparcidos por todo el suelo, dejando un mar de rojo por el que Shuhua tiene que abrirse paso. Trozos de basura se han colado en cada rincón de la casa, por más absurdo que parezca. Hay envoltorios de caramelos metidos entre los cojines del sofá y pedazos de plástico pegados a los mostradores, atrapados allí por una sustancia pegajosa que solo puede esperar que sea algún tipo de jugo.

Sin embargo, Shuhua no está tan molesta por lo que ha visto como pensaba que estaría. De hecho, caminar sobre ese suelo infestado de basura se siente como caminar sobre el agua. Un olor ligeramente ácido se adhiere al aire, pero todo lo que llega a su nariz es el dulce aroma de las rosas. El saber que Miyeon la ama tiñe todo de dorado, de modo que cuando abre los ojos todo lo que puede ver es luz.

Minnie los ha reunido a todos en la cocina y ahora se para frente a ellos, erguida como un general en servicio. Yuqi parece contenta de estar a su lado y recibir órdenes. —Miyeon y yo nos ocuparemos de la cocina. Yuqi puede encargarse del desastre arriba porque conoce mejor esas habitaciones. Y, Shuhua se quedará en la sala, donde mantendrá sus manos lejos de mi hermana.

—Minnie... —Miyeon, lanzándole una mirada.

Sin inmutarse, ella continúa. —Me escuchaste. Para prevenir más—

—!Minnie!

—ustedes dos se separarán por el resto de la mañana. ¡Ahora, rápido rápido, equipo!

A regañadientes, el grupo se divide en sus roles designados y comienza sus tareas de limpieza.

Shuhua toma una bolsa de basura del armario de almacenamiento de Yuqi y la lleva al salón para recoger las tazas. Tararea una melodía para sí misma mientras se agacha, sacando una tras otra de la pila y colocándolas en la bolsa. Algunos restos de líquido tocan sus dedos y los tiñen de tonos tenues de morado y rosa.

Hay una multitud de colores pintados en sus palmas y una ligera molestia pellizcando su espalda para cuando alguien viene a revisarla. Espera que los pasos que se acercan pertenezcan a Miyeon, pero no tiene tanta suerte.

—Debes barrer este piso, Yeh —le dice Minnie mientras le empuja una escoba en las manos. En sus labios se forma la más leve de las sonrisas. Si Shuhua no supiera mejor, pensaría que a Minnie le está divirtiendo esto.

Debería molestarle, pero... no lo hace.

—Está bien —responde Shuhua, restándole importancia y agarrando la escoba con firmeza.

Minnie continúa parada allí por un largo momento, inspeccionándola. Shuhua se mueve de un pie al otro, sintiéndose ligeramente cohibida bajo la estrecha inspección.

Trata de ser civilizada  | Miyeon + Shuhua (𝓂𝒾𝓈𝒽𝓊)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora