Changbin pensó que aquel caso en el cual trabajaría seria como los demás; un caso fácil. Pues como uno de los mejores abogados de Corea, en los años de Carrera que llevaba jamás habían fallado en su contra. Pero no siempre se trata de ganar, pues aq...
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No estaba temeroso, al contrario, Lee Félix había llegado antes al tribunal, estaba feliz y emocionado convenciendo a su mente de que aquel sería uno más de sus debates en la universidad los cuales, sin presumir, Siempre ganaba.
Estaba cómodo sentado en una esquina mientras revisaba su celular pues aún debían esperar a la llegada de Seo y el Juez. Jisung le acompañaba el cuál mantenía su rostro sobre el hombro de Félix, ambos eran unos chiquitos de apenas veintitrés años y claro que eran los menores en aquel lugar lleno de abogados y medios de comunicación.
¿Por qué medios noticieros? No lo sabía pero eso sí le daba un poco de temor, no lo negaría. Aunque lo entendía, el gran Seo changbin estaría en aquel tribunal pero Lee estaba seguro que sería la primera vez en el cuál lo que transmitirian como le daría una paliza a la reputación de Seo.
Estaba listo para ello.
— Señor Seo, bienvenido.
Todos se pusieron de pie ofreciendo una reverencia al magnate, la vista de aquel hombre musculoso se paseo sobre la de Félix, el rubio supo lo que estaba intentando hacer y le sostuvo la mirada.
No fue intimidado nunca en su vida y esa no sería la primera vez.
— Oye lix. — la voz de su segundo mejor amigo lo sacó de sus pensamientos — ¿No te da miedo? Su aura es muy demandante.
— No le tengas miedo a los leones, pero tampoco les des la espalda por que te pueden atacar. Y yo no soy una presa. — Ambos chicos rieron por la metáfora un poco convencional.
— ¿Ahora sacas frases de Internet?
— Yo no me paso viendo Porno como tú.
— No sabes de que hablas, — Han bufó cruzándose de brazos — yo no hago eso, maldito pervertido.
Lee rio otra vez, sintió una mirada perforar su cuello, estaba siendo observado y sabía por quien. Más aquello no le haría inmutarse ni por equivocación.
— El Juez ha llegado.
Todos entraron a la sala manteniéndose de pie mientras la persona más importante de aquella sala ingresaba, una reverencia sincronizada y al unísono por todas y todos los presentes fue otorgada al Juez.
— Doy por iniciado el caso. Señor Lee, ¿y su cliente? — preguntó el juez con voz fuerte.
— su señoría, mi cliente se encuentra en cuidados intensivos en este momento, pero podemos llevar a cabo el juicio pues tengo su permiso para continuar.
— Entiendo, continue abogado.
Félix con aquello obtuvo su aprobación para seguir con su explicación, salió de su lugar dirigiéndose al jurado pero sin darle la espalda a nadie.
— Señores, como han escuchado mi cliente se encuentra actualmente en cuidados intensivos por un atentado en el cuál soy testigo, el Señor Bang aquí presente secuestró el auto de mi cliente y lo llevó a un terreno baldio para asesinarlo. — hizo una pequeña pausa al escuchar los murmullos. — Más el señor Minho me llamó a las doce treinta de la media noche para informarme y decirme que si algo le sucedía entonces Bang sería culpable de ello. — tomó una pequeña grabadora dirigiéndose al juez. — aquí, esta la grabación de la llamada de aquel día, afortunadamente estaba grabando algunas cosas del caso cuando él me llamó y pude obtener las pruebas.