Seis.

23 3 0
                                    

El pecoso abrió sus ojos despacio, los ruidos de a su alrededor le hicieron interrumpir su sueño, Observó su cuerpo encontrándose acostado sobre varias sillas de la sala de esperas y cubierto por un abrigo que no era suyo lo cuál le asustó un poco

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El pecoso abrió sus ojos despacio, los ruidos de a su alrededor le hicieron interrumpir su sueño, Observó su cuerpo encontrándose acostado sobre varias sillas de la sala de esperas y cubierto por un abrigo que no era suyo lo cuál le asustó un poco. Se obligó a levantarse de su cómodo lugar a pesar del lugar improvisado, logró dormir con comodidad todo su periodo de sueño. Limpió su mejilla con miedo a tener algún rastro de su sueño.

Levantó su vista hacia la cuál parecía ser su almohada encontrándose con un par de piernas, abrió sus ojos más de lo normal subiendo su mirada despacio hasta el rostro del dueño de las mismas encontrándose con Changbin quien mantenía los brazos cruzados,  el rostro fruncido, sus ojos cerrados y su cuerpo notoriamente tenso por la mala posición.

Maldición.

— No me agradezcas. — Félix dio un pequeño salto en su lugar. – Espero hayas dormido bien.

—  Lo agradezco, no era necesario. — Félix suspiró tomando su botella de agua humedeciendo su garganta con el líquido.

—  Te veías muy cansado, tu solo veniste y te sentaste. Estabas cabeceando y te acostaste sin permiso. — Changbin abrió sus ojos observando al rubio. 

— Entonces... Gracias supongo. — suspiró sacando su celular tecleando un buenos días para su mamá. — ¿Qué han dicho de Minho?

— No me han dicho nada, esperé toda la noche.

Lee se puso de pie estirando su cuerpo, no lo diría pero si le agradecía a Seo por el buen sueño que le había otorgado.

Se acercó a una de las enfermeras  preguntando por su amigo, o bueno, su cliente; pero en el hospital no tenían por qué saberlo. 

— ¿Lee Minho? — Preguntó la chica tecleando en la computadora . — El paciente que ingresó ayer a las doce de la noche por múltiples heridas de bala, actualmente está en recuperación pues su cirugía salió bien y se está recuperando.

— Dios... Muchas gracias señorita.

De la emoción tomó el rostro de la chica plantando un beso en su frente, un carraspeo le sacó la emoción haciéndole voltear.

— ¡Changbin, Minho está bien!.

Todo saldría bien ahora.

— Lee Minho sigue en cuidados intensivos,  su cirugía fue un éxito pero aún debemos esperar a que despierte y verificar que todo haya salido bien.

Félix agradeció, suspiró un poco y decidió ir a casa para prepararse para el juicio.

Debía llevarse a cabo.

A una semana del juicio, changbin se sentía bastante confiado de sí mismo, tenía todo en regla, cada papeleo necesario ya hacia en su portafolio para aquel día

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A una semana del juicio, changbin se sentía bastante confiado de sí mismo, tenía todo en regla, cada papeleo necesario ya hacia en su portafolio para aquel día.

El lunes, Changbin preparó y leyó la apelación del caso que al parecer había sido redactado por el señor Lee y que a pesar de la propuesta inicial ahora la compensación económica que la víctima solicitaba eran mil millones de Wons. A changbin le pareció una cantidad absurda de dinero, pero sabía que para Bang no haría la diferencia en su capital.

El martes, visitó las instalaciones de Lee's bufete solamente para ver a su viejo amigo el cuál era el dueño y CEO de aquella misma. Sí,  en el área de los negocios eran contrincantes pero en lo personal eran más buenos amigos desde la universidad.

Changbin imploraba no ( si ) poder ver a Lee, quería saber que tramaba o como pensaba llevarle la contraria en aquel juicio futuro.

No admitiría pero si temía del intelecto de aquel chico de cabello rubio.

El miércoles changbin decidió pasar tiempo con su amada novia, hacía ya un tiempo que no salían de su zona de confort y les hacía falta, pues el trabajo de su novia como organizadora de eventos le robaba mucho tiempo. A changbin no le molestaba en lo absoluto, al contrario; apreciaba más los tiempos y momentos compartidos.

La amaba con todo su corazón, a cuatro años de relación había pensado en pedirle matrimonio luego de que el juicio acabase, quería llamarla su esposa y llevar aquello más allá.

Había algo que le decía a Changbin que su vida cambiaría.

El jueves, changbin decidió tomarse el día libre y estar preparado pues el próximo lunes sería aquello que lo tenía un poco confundido, su cabeza daba vueltas y se preguntó si a sus treinta y ocho años ya le estaba pesando la edad. La migraña que había desarrollado le preocupó por lo cuál,  fue al médico. 

Viernes y sábado Changbin decidió descansar también o mejor dicho holgazanear todo el día en su mansión, pero le pareció tonto el como habían personas que podían vivir con la monotonía de ir a su habitación,  sala, cocina, habitación, sala, cocina, etc. Él no lo soportaría, por eso el Domingo se dedico a sus clases de natación,  gimnasio y tenis.

Mañana era el gran día y estaba ansioso por eso.

Maratón 1/2

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Maratón 1/2.

Juicio final  | Changlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora