❝En un mundo donde la gente nace siendo incapaz de ver colores hasta que ve a su alma gemela, Chaeyoung parece ser la excepción y Mina no cree en las almas gemelas.❞
☆˖° Michaeng.
☆˖° Mayormente soft, un poco angst.
☆˖° Mención de otros ships, tanto...
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Chaeyoung se pasó las últimas semanas visitando a Mina cada vez que ambas tenían tiempo. Aún así, algo raro pasaba por su pecho cada vez que la veía reír, con cada roce accidental, con cada contacto visual. Era tan extraño. Empezaba a pensar que estaba loca.
Es decir, Chaeyoung siempre estuvo obsesionada con la idea de encontrar a su alma gemela, pero últimamente se la pasó pensando ¿Estaría realmente mal si se enamorara de alguien que no sea su alma gemela?
─ Chaeyoung, hija... ─ Habló su padre con suavidad, entrando a su habitación. La rubia, quien estaba tirada en su cama sonrió levemente y se reincorporó, quedando sentada. ─ Venía a ver qué tal estabas. Andas muy... pensativa.
Su padre, un hombre de mirada amable, siempre fue muy perceptivo con las emociones. Cada vez que Chaeyoung se sentía mal, él lo notaba y, cuando estaba feliz, su padre parecía estar el doble de alegre. El hombre se acercó y se sentó junto a ella.
─ Todo bien, papá. Sólo... pienso. ─ Respondió sin más, recostándose contra el respaldo se su cama.
─ ¿En qué piensa la más bonita de los Son? ─ Curioseó su padre con su toque de diversión característico. Chaeyoung dejó escapar una risa suave, agradecida por la ligereza que su padre siempre traía consigo. Pero su mente estaba inmersa en preguntas más profundas, preguntas que solo él podía ayudar a responder.
─ ¿Qué te hizo decidir que encontrar a tu alma gemela no era tan importante como mamá? ¿Por qué renunciaste a los colores para quedarte con mamá y formar una familia? ─ Las palabras brotaron de los labios de Chaeyoung, cargadas de anhelo y búsqueda de comprensión.
La mirada de su padre se encontró con la suya, inundada de complicidad y amor incondicional. Sabía que sus palabras llevaban consigo el peso de una búsqueda personal, y estaba dispuesto a guiarla en su camino hacia la comprensión.
─ Hijita... ─ Comenzó su padre con ternura, tomando una pausa para organizar sus pensamientos antes de continuar. ─ Tu mamá y yo... siempre hemos creído que el amor va más allá de las leyendas y las expectativas. Nos dimos cuenta de que el verdadero amor no se limita a encontrar a tu "alma gemela", sino a encontrar a alguien con quien compartir tus sueños, tus alegrías y tus penas.
Chaeyoung absorbió cada palabra con atención, sintiendo cómo resonaban en lo más profundo de su ser.
─ No renunciamos a los colores, hija. Simplemente descubrimos que el amor, en su forma más pura, puede pintar nuestro mundo de mil maneras diferentes, incluso si no vemos los mismos colores que otros. ─ Su padre le sonrió con dulzura, transmitiendo una sabiduría que solo los años y las experiencias podían brindar.
Chaeyoung asimiló las palabras de su padre con reflexión, dejando que cada frase calara hondo en su corazón. Se sumergió en la ponderación de sus propios sentimientos, tratando de entender la esencia misma del amor que su padre describía. La habitación se llenó de un silencio cargado de significado, donde las palabras pronunciadas resonaban como melodías que invitaban a la reflexión. Respiró profundo, aún con dudas en su ser.
