ᴏɴᴄᴇ ʏᴏᴜ ꜱᴇᴇ ᴛʜᴇᴍ | ᴍɪᴄʜᴀᴇɴɢ

☆ 07 ☆

Lugares y momentos inesperados ¿Huh? "Como si esas cosas pasaran.", pensó Mina. Le seguía pareciendo una locura siquiera seguir hablando con esa extraña chica del foro.

Aún así, la nipona parecía estar más atenta a sus alrededores. No podía evitar, al cruzar miradas con alguien, quedarse mirando unos segundos más en espera de ver si, tal vez, de casualidad veía colores de repente. Por supuesto, esto no pasó desapercibido por Kazuha.

Ambas chicas estaban en el centro comercial. Estaban en pleno verano, por lo que consideraron adecuado pasar por unos helados y, ya de paso, observar los escaparates de las tiendas de ropa. Kazuha notó que su hermana no parecía tan presente como siempre.

─ ¿Mina? ─ La menor de las hermanas Myoui pasó su mano frente al rostro de la mencionada, sacándola de su ensoñación.─ ¿Pasa algo? Estás como en otro mundo.

─ ¿Eh? Oh, para nada, lo siento ─ Se disculpó con una risita nerviosa ─. Sólo ando pensando cosas, nada serio.

─ Ya veo... ─ Kazuha, sin estar convencida, se quedó observando a su hermana quien, nerviosa ante el contacto visual, le dió una cucharada a su helado, llevándoselo a la boca. ─ ¿Estás enamorada, Mina?

La pregunta repentina tomó por sorpresa a la mayor, quien casi se atragantó con su helado. Mina miró a su hermana con el ceño fruncido y negó, moviendo una de sus manos en el aire.

─ ¿De qué hablas, Zuha? Serías la primera en enterarte.

Kazuha sonrió con complicidad, notando la reacción exagerada de Mina. Se sentaron en un banco cercano, y la menor continuó con su pequeña interrogación.

─ No sé, hermanita. Te noto distinta últimamente. ¿Acaso estás pasando mucho tiempo en ese foro donde discutías sobre las almas gemelas?

Mina levantó una ceja, algo sorprendida por la aguda observación de su hermana menor. ¿Cómo había notado eso? Se aclaró la garganta antes de responder, tratando de restarle importancia al tema.

─ Solo es una conversación en línea. No le des más vueltas, Kazuha. Además, ¿Aún crees en esas tonterías de las almas gemelas?

Kazuha sonrió, mostrando un brillo de emoción en sus ojos.

─ ¡Por supuesto que sí! Creo en el amor verdadero y en encontrar a esa persona especial. ¿Tú no?

Mina rodó los ojos y le dio un mordisco a su helado para evitar responder de inmediato. Sabía que admitir cualquier tipo de duda frente a Kazuha sería como aceptar la derrota en su constante debate sobre las almas gemelas.

─ Kazuha, esas historias son solo eso, historias. No hay pruebas científicas de que exista algo como un vínculo especial entre las personas. Todo esto de las almas gemelas suena más a cuentos de hadas que a algo real.

Kazuha suspiró, como si lamentara la incredulidad de su hermana mayor. Siguió disfrutando de su helado mientras observaba a la gente pasar por el centro comercial.