Tutty

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Cada vez que Mariela aparecía en mi vida  nunca era para algo bueno, mucho peor cuándo lo hacía seguido.

En cuanto Fran me avisó de su presencia aquélla mañana todo mi cuerpo se tensó.
le pedí a él a cuidara a Charly mientras yo iba a una cafetería con ella, bajo ningún punto de vista la quería en casa, asi que de pronto ahí estaba, sentado frente a ella una vez, intentando entender un reclamo totalmente absurdo.

-pero yo no entiendo, ¿lo estás criando con un hombre? ¡sos un degenerado! ¿y desde cuando te gustan los hombres?

-eso no es asunto tuyo, y no soy ningún degenerado, no tengo que darte ningún tipo de explicación a vos

-¡tenes un hijo conmigo, Esteban!

-¡hijo que abandonaste! ¡no sabes nada de la vida de Charly!

-mira-dijo apoyando las manos sobre la mesa-no me importa lo que hagas con tu vida, pero con Charly...

-Mariela, nunca te importó Charly...

-ahora si, quiero ser parte de su vida

Respire profundo, no tenía ni el tiempo ni las ganas de discutir

-eso es algo gradual, de a poco, y si vas a ser parte de su vida vas a apoyarme económicamente también

-estoy de acuerdo

-bien

-pero esto de ese tipo con Charly...

-a Francisco ni siquiera lo nombres-le dije poniendome de pie-me voy a comunicar con vos

No la dejé decirme nada más, su presencia me alteraba mucho.

●●●

Volví a casa encontrandome con Fran en la cocina

-¿todo bien, amor?-me preguntó dejando la taza que bebía en la mesada

-si, si...siempre hace lo mismo, aparece, amenaza...

-bueno, no pienses en eso ahora. te extrañé

Lo abracé por la cintura y apoyé la cabeza en el hueco de su hombro.
él acarició mi pelo lentamente

-me fui hace media hora

-y te extrañé

-yo también, bebé-le dije dandole un corto beso en el cuello

-¿salimos hoy? el chiquito duerme todavía

-podemos ir al parque

-¡ay si! lo voy a despertar

●●●

Después de que Fran y yo nos mudamos a mi casa solíamos ir los tres juntos, al menos una vez por semana, a un parque.
Nos gustaba cargar el auto con cosas para comer e ir allí dónde había una pequeña laguna interna. fran disponía un mantel sobre el césped y los tres nos sentabamos a almorzar lo que habíamos preparado.

A mi me encantaban esas salidas, el sol, el aire puro, los niños jugando de aquí para allá; pero el momento que más disfrutaba era cuándo Charly se cansaba de nosotros e iba corriendo a jugar con los chicos que rápidamente se volvían sus amigos circunstanciales.

lo cierto es que nuestra relación había empezado casi como un matrimonio, teniamos entre nosotros a un nene que requería toda nuestra atención asi que eran bastante pocos los momentos a solas, en pareja.
Cuándo Charly empezó a tener una vida más o menos social lejos nuestro, aunque siempre bajo nuestra supervisión, nosotros aprovechabamos en pasar el tiempo a solas que nos debíamos.

Esa tarde Fran estaba sentado a mi lado pero más adelante,mirando el lago.
la voz de Charly se escuchaba cerca así que estábamos tranquilos.
yo miraba la espalda de mi chico, derecha y firme con sus brazos hacía atrás y ambas manos apoyadas en el mantel.
Francisco siempre parecía perfecto, dónde estuviera,hiciera lo que hiciera, era por lejos el más lindo del lugar.

-¿venís siempre a este parque?-le pregunté. él giró su rostro hasta mí y me sonrió

-a veces

-¿tan lindo y tan solo?-mi mano se estiró hasta su nuca y lo acaricie lento viendo como sus ojos se entrecerraban-que triste...

-vengo con mi novio que es un poco celoso, no le va a gustar que me toque así, señor

Me acerqué hasta quedar pegado a él y besé su cuello que él expuso al inclinarse

-que tonto tu novio dejandote solo

mis besos se extendieron por encima de su hombro y luego llegaron a su mejilla.
Él volteó del todo y, aún sonriendo, empezó a besarme de una forma tierna y tranquila

-es un poco tonto-susurró sobre mis labios-pero a mi me gusta así

-¿y que haces besandote con un señor desconocido del parque?-pregunté segundos antes de morder su labio inferior

-lo lamento, señor,usted es bastante atractivo

mis manos rodearon su cintura para atraerlo a mí y el beso se prolongó largos minutos hasta que el llamado de Charly nos obligó a separarnos.

-¡Fan! ¡papi!-gritaba mientras corría hacía nosotros

Cuándo llegó hasta el mantel vimos que entre sus manos tenía un pequeño pájaro amarillo que parecía no poder volar

-¡Charly tira eso! ¡te podes enfermar!-grité intentando sacarle al pajaro herido de sus manos

Fran tomó una de las servilletas de papel y con suavidad cargó al pájaro.

-¿de dónde sacaste esa porquería? tiene enfermedades y...

-¡no es porquería, no es porquería! se cayó de un árbol

-déjalo ahí

-¡es mi pajarito Tutty y no puede volar! ¡hay que ayudarlo!

Fran me miró con el mismo brillo que tenía él y supe que acababa de perder la discusión, adoptamos a Tutty quiera yo o no.

Charly: 𝐞𝐬𝐭𝐞𝐛𝐚𝐧 𝐱 𝐟𝐫𝐚𝐧𝐜𝐢𝐬𝐜𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora