Charly: 𝐞𝐬𝐭𝐞𝐛𝐚𝐧 𝐱 𝐟𝐫𝐚𝐧𝐜𝐢𝐬𝐜𝐨

Dos papis

Fran y yo empezamos a vernos más que seguido.
la verdad es que después de mi relación con Mariela la última de mis intenciones era volver a enamorarme, pero parecía que lentamente eso se volvia inevitable, Fran me gustaba mucho, me sorprendia,me hacía reír y sobre todo me hacía sentir demasiado bien, a ese punto volver atrás era imposible para mí, quería estar con él , todo era tan idílico que me era imposible pensar que algo malo podía pasar con nosotros.

Hacía poco tiempo solo éramos Charly y yo contra el mundo, y de pronto ahí estaba, cocinandole a Francisco en mi casa cada sábado, aprendiendo recetas nuevas solo para verlo devorar y beber vino, convirtiendo mí casa en la suya, y mi vida en algo mucho mejor.

-extraño a Charly-dijo al notar una camiseta de River de mi hijo que había dejado yo sobre el respaldo de una silla

Charly ahora pasaba mucho tiempo en casa de mi mamá

-yo también, ahora en un rato viene, quería que se quede a dormir con ella pero...-le respondí con sinceridad mientras apilaba los platos sucios que acabábamos de usar

-podemos ver una pelicula los tres

Él se había sentado en el sofá con una copa en su mano y la panza hinchada por la cena, y yo no podía dejar de suspirar, me gustaba absolutamente todo de él.

-re divertido

-no te quejes tanto, que el que vive en un mundo construido para infantes toda la semana soy yo

-¿alguna vez quisiste hijos?

-no sé, capaz...¿me querés hacer uno?

-podemos intentarlo

-idiota

Yo me reí y aparte los platos, pensaba lavarlos en ese momento pero la idea de pegarme a él sobre el sofá era más tentadora.

-mira que hago nenes lindos yo

Él apoyó su cabeza pesada sobre mi hombro y tomó mi mano con delicadeza

-es cierto, kukito es hermoso, y es raro, se parece a vos...

-¿hoy es el día de molestar a Esteban?

-todos los días es ese día-dijo sonriendo mientras levantaba la cabeza para mirarme.

Nos besamos un momento y luego volvió a su posición anterior

-no seas malo conmigo que soy bueno yo

-sos tan bueno, increíble que cogiendo seas tan agresivo-dijo rompiendo por completo el clima ameno que se había formado

-bueno, es una balanza justa ¿no? la medida perfecta

-me gusta mucho tu medida perfecta-dijo besandome

Nos perdimos mutuamente en ese beso que al pasar los minutos se volvió húmedo y sucio, el sillón rápidamente se convirtió en una especie de ring sexual.

●●●

Poco después llegó Charly.
saludé de lejos a mi mamá y lo recibí a él que venía a la entrada corriendo.

-hola mi amo...

Me quedé con los brazos extendidos en el aire mientras él seguía su camino hacia la sala

-¡mira Fan! ¡un dino!

Fran lo agarró en brazos y besó su cabeza

-¡hey! ¡que lindo! ¿te lo regaló tu abuela?

-si

-hola-le repetí acercandome a ellos mientras él seguía ignorandome

-ay Estebi, no insistas