: ̗̀➛"Cuatro elementos esperan ser nacidos y ser gobernados por la Reina. Naciente de la naturaleza, habitante de la tierra, hija del cielo, ojos como el fuego y veloz como el viento"
: ̗̀➛No me quiero ir, pero cariño los dos sabemos que este no es...
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La sala de estudios del castillo de Sirvana era un santuario de conocimiento, con sus paredes adornadas de mapas antiguos y estanterías repletas de libros que contenían la sabiduría de los siglos. En el centro de la habitación, bajo la luz tenue de las velas, se encontraban los príncipes Alexei y Cadence, escuchando atentamente a su maestro, Alastor.
-Recuerden, al dirigirse a la realeza de otros reinos, deben emplear no solo cortesía sino también astucia- explicaba Alastor, su voz resonando con la autoridad de quien ha vivido incontables primaveras-Cada palabra, cada gesto, puede ser la diferencia entre la paz y la guerra."
Cadence asentía, colgada de cada palabra, mientras que Alexei luchaba por contener un bostezo-¿Y si simplemente usamos nuestro encanto natural, maestro? - preguntó con una sonrisa pícara.
-El encanto, príncipe Alexei, puede abrir puertas, pero solo la sabiduría las mantiene abiertas- Alastor le dirigió una mirada severa
-Entonces, ¿Cómo podemos asegurarnos de interpretar correctamente las intenciones de otros reyes? -preguntó con curiosidad.
-Observación, princesa. Observación y conocimiento -respondió Alastor con una sonrisa sabia.
La lección dio paso a un examen, y Cadence se sumergió en la tarea con fervor. Alexei, por otro lado, miraba a su alrededor, buscando una oportunidad para aliviar su aburrimiento. Al notar que Alastor había salido de la sala, se inclinó hacia el pupitre de Cadence, intentando echar un vistazo a sus respuestas.
-¿Qué crees que estás haciendo? -susurró Cadence sin levantar la vista, pero imaginando la cara de su hermano con su traviesa sonrisa.
-Simplemente admirando tu caligrafía
Fue entonces cuando sintió un golpe en la cabeza. Alastor había regresado, armado con un rollo de papel.
-¿Admirando o copiando, príncipe Alexei? - preguntó, aunque la sonrisa en su rostro delataba su afecto por el joven.
Cadence no pudo evitar reírse al ver la escena. Se levantó y entregó su examen a Alastor. -Aquí tiene, maestro. He terminado.
-Excelente trabajo, princesa Cadence- dijo Alastor, revisando sus respuestas-Tu dedicación es digna de elogio.
-¿Ves? Eres la favorita del maestro, cerebrito.
-Al menos uno de nosotros está prestando atención- Ella le sacó la lengua
Los hermanos se miraron y, a pesar de las bromas, una sonrisa cómplice se formó entre ellos. Sabían que, juntos, eran la combinación perfecta de sabiduría y astucia que Sirvana necesitaba.
Mientras Cadence se dirigía a su asiento, Alastor continuó la clase.
-Ahora, hablemos de la historia de Sirvana. Es esencial que conozcan cada batalla, cada alianza, para comprender el presente.
-Maestro, ¿no es más importante aprender de las estrategias actuales que de viejas batallas? -Alexei, aún frotándose la cabeza, se acomodó en su silla.
-La historia es el maestro más grande, príncipe. Nos enseña no solo lo que sucedió, sino por qué y cómo podemos aplicar esas lecciones hoy -dijo mientras asentía a Cadence, quien se encontraba levantando la mano, una idea brillando en sus ojos
-¿Podríamos tal vez visitar los lugares históricos del reino? Ver las ruinas, los campos de batalla... sería una lección viviente.
-Una excelente sugerencia, princesa Cadence- dijo Alastor, su mirada aprobatoria- Organizaré una excursión. Será una oportunidad invaluable para aprender.
La clase continuó con una discusión animada sobre las tácticas de guerra, la diplomacia y la importancia de la sabiduría en el liderazgo. Cadence participaba con entusiasmo, mientras que Alexei aportaba comentarios ingeniosos que, aunque parecían bromas, revelaban una mente aguda y reflexiva.
Cuando la campana anunció el final de la clase, Alastor cerró su libro con una sonrisa.
- Hoy han demostrado, una vez más, que están preparados para los desafíos que les esperan. Sirvana está en buenas manos.
Los hermanos intercambiaron una mirada de orgullo y gratitud. Sabían que, con cada lección, se acercaban un paso más a ser los líderes que su reino merecía.
El jardín del castillo de Sirvana era un oasis de serenidad, donde las flores competían en belleza con los tapices del gran salón. En una mesa elegantemente dispuesta, la familia real disfrutaba de una tarde de té. El Rey John y la Reina Eleonor preguntaban a sus hijos sobre las clases con Alastor.
- Fueron maravillosas! -exclamó Cadence, sus ojos brillando con entusiasmo- Aprendimos sobre la diplomacia y la historia de Sirvana. ¡Es fascinante!
Alexei, por su parte, miraba hacia los setos recortados, fingiendo un interés repentino en la jardinería. Su padre, sin embargo, no se dejó engañar.
-¿Y tú, Alexei? ¿Qué aprendiste hoy? - preguntó el rey, con una ceja arqueada.
-¿Interesante? ¿Eso es todo lo que tienes, hermano?
Alexei miró con recelo a su hermana menor, por dejarle mal delante de sus padres y por debajo de la mesa se aseguró que recibiera un buen golpe en las piernas, pero tan mala fue su puntería que fue a su padre a quien le propinó la patada. Antes de que pudiera defenderse, una sirvienta se acercó con la bandeja de té. "
-Perdón por la interrupción, majestades, pero al rey le ha llegado un paquete. Está en su despacho- informó con una reverencia y se retiró.
-Disculpen, debo atender esto- El rey se levantó de inmediato, su expresión seria.
La reina observó a su esposo alejarse con una mezcla de preocupación y curiosidad- Espero que no sea nada grave- murmuró, mientras sus hijos intercambiaban miradas.
-¿Crees que deberíamos seguirlo? -susurró Cadence.
Alexei negó con la cabeza -No. Si padre necesita nuestra ayuda, nos llamará. Por ahora, disfrutemos del té... y quizás puedas ayudarme a recordar lo que aprendí hoy.
-Mientras tanto, cuéntenme más sobre sus clases. Alastor siempre tiene lecciones interesantes que impartir.
Y así, entre sorbos de té y risas, la tarde transcurrió, aunque la sombra del misterioso paquete permanecía en sus pensamientos.
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Hola, ya les traje el primer capítulo modificado de este fanfic. Léanlo con detenimiento y traten de comprenderlo muy bien.
Estaba en dudas si seguir con este fanfic, ya que no me gustó hacia que camino estaba yendo. Así que, se me ocurrieron un par de cosas y decidí modificar muchas cosas.