"Divinum Proelium: El Destino de la Humanidad"

El final

En el silencio que sigue al sacrificio de Auriel, la dimensión intermedia parece contener la respiración misma del universo. Las fuerzas divinas y oscuras se entrelazan en un choque tumultuoso, mientras el dios maligno resiste el impacto del poder liberado por Auriel.

En ese momento de tensión y expectación, una onda expansiva estalla desde el epicentro de la confrontación, extendiéndose por la dimensión intermedia. Elysia, en el ojo de la tormenta, siente la intensidad del choque y la pérdida de Auriel.

De repente, una luz brillante emerge de la oscuridad cósmica, revelando un cambio en la marea. La figura del dios maligno se desvanece lentamente, disuelta por la fuerza liberada en el acto final de Auriel. La batalla cósmica llega a su fin, y la dimensión intermedia se sume en una calma tensa.

Elysia, aún aturdida por la magnitud de los eventos, se acerca al lugar donde Auriel sacrificó su vida. Un resplandor etéreo ilumina la escena, dejando una sensación de pérdida y triunfo entrelazados. La esperanza y la tristeza coexisten en el corazón de Elysia mientras contempla el resultado de la batalla que cambió el curso del universo.

El suspenso persiste mientras el destino de la humanidad y la dimensión celestial se equilibra en una nueva realidad moldeada por el sacrificio valiente de Auriel.

A medida que la oscura influencia del dios maligno se desvanece, aquellos que alguna vez fueron manipulados y convertidos en soldados oscuros emergen de su trance. La realización se refleja en sus rostros, ahora libres de la oscuridad que los envolvía. Con gritos de gratitud y alegría, expresan su reconocimiento hacia Auriel, el valiente celestial que logró lo impensable al derrotar al dios maligno.

El suspenso se transforma en un fervor triunfante cuando los soldados oscuros, ahora liberados de las cadenas de la manipulación, comprenden el sacrificio de Auriel en su nombre. Sus voces resuenan en la dimensión intermedia, creando un eco de agradecimiento que se extiende por todo el universo.

Elysia, testigo de este conmovedor momento, siente una mezcla de tristeza y esperanza. La victoria sobre el dios maligno ha liberado no solo a la dimensión celestial, sino también a aquellos que estaban atrapados en las garras de la oscuridad. La dualidad de emociones impregna la atmósfera mientras el universo se enfrenta a una nueva realidad, forjada por el heroísmo de Auriel y la redención de aquellos que una vez estuvieron perdidos en la sombra.