Lo que está muerto no puede morir.

Una vez más.

Punto de Vista de Theon.

Hacía mucho tiempo que no veía este lugar, sabía que no era un sueño simple. Después de todo, estaba muerto. ¿Por qué estaría aquí? Las ramas del árbol se clavaban en mi piel, pero esta vez no sentía más que una comezón. Las hojas del árbol cortaban mi piel, y sentía como si alguien me estuviera haciendo cosquillas.

"¿Has terminado?" pregunté. Sabía quién estaba detrás de este sueño, pero no quería que lo supiera. "Sea lo que sea, no lograrás nada. Ya estoy muerto".

"Tu cuerpo sí, pero tu mente no lo está. Necesito destruirte".

"¿Y por qué carajos harías eso? ¿Cómo puede funcionar una mente sin su cuerpo? ¿Sos un pelotudo?. ya dejame ir".

"No cometeré el mismo error. Dejé ir a uno antes. Fue un error mío que no repetiré".

"Así que tengo que sufrir por tus errores. Estás senil, viejo meado".

"Tu poder es similar al de él. No es sorprendente, ya que tienen la misma sangre, pero aún puedo detenerte".

Solo reí ante esta tontería. Esas palabras no significaban nada para mí. Solo quería cerrar los ojos y descansar, pero él no me lo permitiría. Incluso en la muerte, tengo que sufrir. Quería pensar que estaba cerca de lograr mi libertad, pero sabía que algo me mantendría alejado de eso, sin importar qué.

Quizás debería haber aceptado mi supuesto destino, pero al menos una parte de mí odiaba ese pensamiento. Aceptar este nuevo mundo, esta nueva vida era difícil. Parte de mí todavía pensaba que era solo un sueño y que despertaría en mi vida anterior algún día, pero creo que es hora de aceptar que se acabó.

"Ya se acabó", dije. "Déjame ir, déjame descansar en paz de una puta vez".

"No puedo hacer eso. Tienes que ser destruido".

Las ramas se clavaron más profundamente en mí con sus palabras y empezaron a apretarse. Si necesitaba respirar, ya me habría sofocado. Mi sangre comenzaba a brotar de lo profundo que entraban las ramas en mi piel, sin embargo pronto mi sangre empezó a calentarse para comenzar a encender un potente fuego que quemaba las ramas

"¿Qué has hecho?" preguntó la voz con furia. "Condenarás a todos".

"Lo que está muerto no puede morir", respondí con una risa. Sabiendo que significaba el fuego.

El fuego se propagó y quemó todo a su paso. No pasó mucho tiempo antes de que solo quedara ceniza. Me quedé de pie sobre la ceniza, sin sentir nada. No diría que me gustaba hacia dónde iba esto, pero decidí no preocuparme por cosas pequeñas como esta y vivir una vez más.

...

Al abrir los ojos, lo primero que vi fue a Thoros sobre mí, mirándome directamente a los ojos. Estaba sorprendido, y al intentar incorporarme, escuché gritos y exclamaciones de varias personas que me rodeaban. Algunos retrocedieron cuando los miré.

"Dioses, está despierto", alguien gritó.

"¡Theon!", Arya fue la primera en gritar mi nombre y correr hacia mí.

 Thoros me a traído de vuelta. Mirándolo, pude ver la sorpresa en su rostro. Solté a Arya, me puse de pie y vi a Bran y Sansa mirándome también, con sorpresa y lagrimas en sus ojos.

"¿Cuánto tiempo estuve fuera?" le pregunté a Thoros.

"Un par de horas".

"¿Por qué no te has ido?" le pregunté, al darme cuenta de que aún estábamos en el lugar del campamento donde había tenido lugar la batalla. "Ya has tenido suficiente de mirarme. Como veo que todos ustedes están vivos, eso significa que ganamos. ¿Dónde está el Matarreyes?"