siete

36 6 0
                                    

Estuvo a punto de caer de espaldas de la impresión, más sin embargo, sólo atinó a mantener su gran expresión de asombro, a decir verdad, ni siquiera se estaba esforzando en disimularla

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estuvo a punto de caer de espaldas de la impresión, más sin embargo, sólo atinó a mantener su gran expresión de asombro, a decir verdad, ni siquiera se estaba esforzando en disimularla.

El tailandés correspondió el saludo de DeJun y no tardó mucho en notarlo a él, es más que claro que se sintió curioso, pero no se iba a dar el atrevimiento de preguntar el por qué de sus mejillas sonrojadas.

— ¡Hola, KunHang! -saludó lleno de energía y luego de responder con un torpe movimiento de su mano, DeJun se posó en frente de él tomando sus hombros.

— Por esto es que aún no había empezado a ensayar, estaba esperando a Ten gē. -le sonrió con inocencia y entonces KunHang volteó a ver a su alrededor.

A decir verdad, a penas notaba el hecho de que casi todo en aquella sala había sido movido, dejando un moderado espacio para que los dos pudieran bailar libremente. Una laptop se encontraba en una esquina y podía visualizarse como la pestaña abierta tenía la canción Thanks, lista para reproducirse.

Entonces algo en su cabeza hizo click.

¡Bueno, entonces me voy! -giró exageradamente rápido sobre su lugar y Xiao frunció el ceño ante aquella reacción.

Ver a Chittaphon Leechaiyapornkul era su debilidad, ¿pero verlo bailar? Dios, él sería incapaz de disimular tan siquiera un poco lo loco que estaba por ese chico cuando se encontraba bailando.

Sin embargo el culpable de sus noches de desvelo logró detenerlo con tan solo unas palabras.

— ¿No quieres quedarte a ver? -inquirió.- Por mí no hay problema alguno, siempre es bueno tener a alguien dispuesto a dar una opinión sobre como vamos avanzando.

Aish, aquello era más que tentador, más cuando Ten lo miraba con aquellos lindos ojos que tenía, completamente inocente a todo lo que estaba generando en él ahora mismo.

— No se preocupen -contestó sin embargo.- Ustedes deben concentrarse y, además, aún debo terminar mi pintura. -utilizó aquello como excusa.

Que, a decir verdad, era una realidad. Su cuarto estaba hecho un desastre, habían todo tipo de materiales de arte posicionados en todos lados y más de un boceto estaba tirado por ahí, demostrando cuan difícil le estaba resultando aquello.

Él prefería terminarlo por adelantado, porque mientras más cerca estuviera la presentación, más sería el nivel de estrés que cargaría consigo, y para ser sinceros, le gustaba trabajar con tranquilidad.

Luego de que los dos entendieran sus razones, se dispuso a regresar a lo que ahora era su taller de trabajo y suspiró, parecía como si un torbellino hubiese pasado por ahí. 

Con lentitud posicionó su celular en la mesita de noche, Flower de iKON empezó a resonar a un volumen moderado y se dispuso a limpiar.

Quizás un lugar más ordenado le brindaría más inspiración.

¡Gēge, noticeame! ➳ Tendery (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora