❝Dónde a Ten le toca hacer el trabajo de detective para descubrir quién dejó todo ese espectáculo en su casillero, o dónde KunHang fue lo suficientemente estúpido como para no firmar la nota.❞
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🌙Chittaphon Leechaiyapornkul × Wong KunHang [NCT...
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El rostro del menor en aquella habitación tomó color cuando notó las miradas asombradas de los otros dos.
¿En serio había dicho eso?
Ten se asombraba por la pregunta, por otro lado DeJun... DeJun también se asombraba por la pregunta pero más por KunHang que tuvo la osadía de formularla.
— Eemm... -el tailandés también se sonrojó.- No lo sé, no quiero ser una molestia. -rascó su nuca.
Xiao frunció el ceño.— No eres una molestia, Ten gē. -el mayor volteó a verlo, en el momento justo donde una sonrisa se posaba en su rostro.- KunHang tiene razón, ¡quédate a cenar! -su sonrisa se expandió.
— DeJun... -el mayor cerró un poco sus ojos.- ¿Te han dicho que pareces un dragón?
El ceño fruncido de Xiao volvió a hacer presencia al no saber que tenía que ver aquello con lo que le acababa de decir y KunHang no pudo evitar estallar en carcajadas.
— Yo a veces le digo mushu para molestarlo. -comentó el menor de los tres y ahora quien soltó una carcajada fue el tailandés.
— ¡Es cierto! -Ten paró de reír, pero eso no evitó que una sonrisa siguiera en su rostro.- El dragón de Mulán. -miró al rubio nuevamente.- ¿Sabes? ahora estoy tentado a cambiar tu nombre de contacto y ponerte "Mushu"
— Llegas a hacer eso y te bloqueo. -señaló rudo, o tratando de serlo, a su mayor.- Voy a pedir comida ya que ninguno de los dos somos buenos en la cocina, -al ver que el tailandés hablaría se adelantó a aclarar.- y, para nada del mundo, dejaré que tú, siendo el invitado, cocines...
El tailandés se cruzó de brazos y formó un puchero, siendo inconsciente de las miles de mariposas que revoloteaban sin control en la barriga de KunHang. Iba a matarlo de lo tierno que era.
» ¿Alguna petición? -volvió a hablar DeJun.
— Yo pienso que una pizza nos iría bien. -alzó su mano el menor de los tres y Ten lo miró unos segundos antes de asentir de acuerdo.
— Síp. -sonrió mostrando sus dientes. ¿no secansadesonreír?, fue lo que cruzó la mente de los chinos.- Una pizza estaría perfecta.
— Bueno, entonces ya vuelvo. -DeJun se levantó del sofá.- Buscaré mi teléfono y la pediré.
En cuanto el rubio fue perdido de vista por los otros dos, no tardaron en mirarse a los ojos, los de Ten desapareciendo debido a la sonrisa que le dedicaba al menor, al mismo tiempo que palmeaba el asiento a su lado y lo invitaba a sentarse.