Mientras avanzaban al consultorio del doctor, Damien suspiraba por quizá décima vez en menos de una hora.
–¿Por qué tenemos que venir? –se quejó siguiendo a Pip dentro de la sala.
–Cállate y siéntate–le dijo señalando una de las sillas.
Damien iba a volver a quejarse, pero al ver el rostro de Phillip, prefirió no decir nada y obedecer, era mala idea meterse con él cuando las hormonas estaban a tope. Con Damien ya controlado, Pip tomó asiento a su lado.
Segundos después entró el doctor, en su mano llevaba la hoja con la que se habían registrado en el consultorio.
–Así que ha presentado mareos–dijo el doctor tras sentarse frente a ellos.
– Así es– respondió Pip con rapidez.
–¿También vómitos?
– Sí, pero sólo en las mañanas.
– Náuseas matutinas, entonces.
Pip asintió.
–¿Algún otro síntoma?
–Naranjas...–dijo casi en un susurro mirando de mala manera a Damien–. Antojo de naranjas.
– De acuerdo–contestó el doctor, ignorando el tono que había usado Pip–. Por lo que comenta son todos síntomas comunes asociados al embarazo.
–Bueno, eso es imposible–dijo Pip mirando a Damien.
El doctor no comprendía.
–¿Por qué?
Damien rodó los ojos con fastidio.
–¡Porque no estoy embarazado!
–Esperen...–el hombre señaló a Damien–¿el de los síntomas es él?
–Claro que es él–respondió Pip–. No sabe todo lo que tuve que hacer para traerlo.
–Te dije que no era necesario–rebatió el otro.
–Te comiste las naranjas que guardaba en el refrigerador, luego las vomitaste.
Damien dejó escapar un suspiro.
–Te dije que hacía calor y quería comerlas frías.
– ¡Son mis naranjas!
– ¡Son las naranjas de la casa!
–¡Son las naranjas de nuestro hijo! ¿Acaso no te importa que Charles coma bien?
– ¿Charles?
–Es el nombre del bebé.
–No le vas a poner nombre de sirviente al niño.
–¡Es temporal!
–Ni siquiera sabemos si es niño.
–También se usa en niñas.
Damien hizo un gesto de asco.
–Luego porque existe el bullying.
Las mejillas de Pip se colorearon de la ira.
–¡Cállate!
Damien iba a decir algo más, pero el doctor interrumpió la discusión al aclararse la garganta.
–Bueno...como iba diciendo–espero unos segundos para tener la atención de ambos y no ser interrumpido–. Los síntomas corresponden a un embarazo, al señor Thorn no encontrarse en ese estado y al no haber evidencia de alguna afección, pediré se realice algunas pruebas de rutina. Sin embargo, parece ser un caso insólito de Síndrome de Couvade.
–¿Y eso es...? –preguntó Damien con fastidio, no quería que le inyecten agujas o le quiten sangre.
–El nombre puede sonar aterrador, pero en realidad se trata de un Síndrome inofensivo, que afecta a la persona no embarazada de la relación. Es inusual verla, pero no es tan raro como se piensa. Generalmente afecta a aquellos que sienten empatía por su pareja, pero sobre todo tienen una conexión emocional muy fuerte. Si lo piensa bien, es algo bueno.
Pip le dedicó una mirada conmovida a Damien, este por su parte intentaba apartar los ojos de Pip, podía sentir sus orejas arder.
–Damien, querido–tomó su mano–. No sabía que te preocupas tanto por mí.
El anticristo alzó la mirada.
–Claro que me preocupo por ti– Damien apretó sus dedos–. Cuando desapareciste no era yo mismo, no podía dormir, ni comer, solo pensaba en encontrarte, en encontrarlos.
Los ojos de Pip se llenaron de lágrimas.
Damien lo atrajo en un abrazo.
–La verdad es que no puedo vivir sin ti.
En ese instante, compartiendo un abrazo con el doctor mirando incómodamente hacia otro lado, Phillip comprendió que nada podría separarlo de Damien, así que aceptaría. Aceptaría casarse con Damien.
Entonces, comenzó a llorar.
Dios, odiaba tanto las hormonas.
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Mpreg [DIP] [SOUTH PARK]
FanfictionColección de drabbles mpreg para el evento de @Ilitiaforever Pequeños capítulos en donde Damien y Pip pasarán momentos interesantes relacionados al mpreg.