-Entonces, te dijo que su plan era eliminar a todos los que no fueron creados por él y para eso necesita a mi hijo. Dijo Regina completamente molesta y asustada por lo que Swan reveló.
-Si, exactamente, estaba lleno de rencor, odio, dijo que necesitaba la oscuridad y la luz, no me explicó bien lo de la oscuridad, pero que la luz la tenía Henry y que necesitaba extraerla de su corazón.
-Pelearemos, hay que demostrarle que no le tememos, es la mejor forma, no dejaré que ese tipo amenace a mi hija y a mi nieto, si es necesario daré la vida por ellos. Dijo David completamente seguro de sus palabras.
-Bien soy todo oídos, ayudaré en lo que sea para proteger al chico. Expresó Garfio.
-Rumpel ¿cual es el plan? Preguntó Emma preocupada.
-Bueno es algo que debemos trabajar, este sujeto posee magia antigua, que es la más poderosa, es la primera magia oscura, el poder de esa magia es capaz de crear ilusiones, la magia zafiro.
-¿La magia zafiro? creí que era un mito. Dijo Regina.
- Y yo, pero ahora sabemos que existe, según mis conocimientos es una magia que viene desde el primer hechicero, incluso Merlín le temía porque era una magia con la cual no debes jugar, es capaz de crear ilusiones, alterar la realidad misma, incluso puede corregir y alterar el orden natural de las cosas a niveles catastróficos, si este sujeto la está usando tenemos que tener mucho cuidado.
-¿Cuánto tiempo tenemos para aprender cómo frenarla? porque parece que el sujeto está preparado. Agregó Emma mientras se llevaba las manos a la cintura.
-Bueno es algo que no sabemos, tengo que leer más sobre el tema, todo está en un libro antiguo, pero ese libro solo dice direcciones, probablemente esa magia esté oculta en algún lugar específico y necesitamos todo el tiempo posible, este sujeto no parece perder el tiempo. Explicó Mr Gold mientras miraba a todos preocupado.
-De acuerdo, entonces tu y Regina vean eso de la magia, el resto nos acoplaremos al plan de proteger a Henry, es importante que no quede solo así que tenemos que vigilarlo, haremos turnos para ello. Propongo que Regina y yo tomemos el primer turno ¿quien hará el segundo turno?
- Yo haré el segundo turno. Se ofreció David mientras se acercaba a su hija.
- Yo podría ayudar también, no tengo problemas en acompañar a Dave. Killian intervino dándole una sonrisa a David.
-Quizás Mary Margaret pueda tomar el tercero con Belle si es preciso.
-Lo haré, ahora lo más importante es Henry.
Regina y Emma se quedaron cuidando a Henry en la casa de la ex reina malvada vigilando el sueño del niño, David se fue a trabajar y Mary Margaret hizo lo propio. Killian se fue a su barco para descansar ya que se quedaría acompañando al príncipe todo el turno, sabía que aquel sujeto era muy peligroso luego de aquel encuentro que tuvo con él en el bosque y no quería dejarlo solo. Las horas pasaron y al parecer no había ninguna novedad de algo relacionado al renombrado Creador. Killian se quedó dormido luego de haberse bebido media botella de ron, sintió el sonido de las gaviotas revoloteando cerca de su barco, vio su reloj y notó la hora, era tarde y de seguro David ya había partido a casa de Regina para vigilar a Henry. El pirata llegó luego de unos minutos a casa de Regina, tocó el timbre y lo recibió David con una media sonrisa, Killian sintió un escalofrío recorrerle por la espalda, ver al príncipe sonreírle así era tan reconfortante, nunca pensó estar tan enamorado de aquel hombre.
-¿Qué tal garfio? pasa. Dijo el rubio moviéndose para que el más bajo entrara a la casa. - Espero vengas con hambre, preparé algo para cenar, Emma y Regina están durmiendo en el apartamento y Mary Margaret está ayudando a algunas personas en el pueblo.
- Me parece bien ¿que hiciste de comer? Preguntó el pelinegro.
-Unos macarrones con queso. Lávate las manos y siéntate, le diré a Henry que baje a comer. Demandó el rubio tomando los platos y la olla con la comida para servirla.
Killian sonrió ampliamente, le gustaba que David fuera de esos hombres que no tienen problemas con entrar a la cocina, verlo preparando comida para su nieto era muy tierno, se imaginaba lo que sería ser Mary Margaret, tener a ese hombre tan devoto, valiente y protector a tu lado, cuidándote, haciéndote sentir tan seguro. David subió para llamar a Henry desde las escaleras, el niño bajó corriendo por las escaleras para comer con su abuelo y el pirata. Todos se miraron y el rubio sirvió la comida en los platos para luego sentarse, estaba delicioso, Henry contaba cosas de la escuela, de su madre y de Emma, para Killian tener un almuerzo así fue como un abrazo al alma, no recordaba cuando se sintió tan cómodo en una mesa como ahora, David era alguien especial sin dudas, un hombre como pocos en el mundo, había conocido muchos reyes, piratas, cazarrecompensas de distintas formas y personalidades, muchos de ellos malvados, David era alguien único del cual muchas y muchos incluido él podrían enamorarse. La comida terminó con Henry yendo a su cuarto, estando en casa de Regina era algo incómodo, Killian caminó por aquella mansión despacio notando los detalles, vio que David venía desde el segundo piso y lo observó bajando las escaleras, aquella camisa leñadora de color rojo se le veía tan bien, cada musculoso en su lugar, su hermoso rostro, sus ojos, Killian simplemente se acercó y le robó un beso el cual tomó por sorpresa al mas alto.
-¿Qué haces Garfio? Preguntó mientras estaba a escasos centímetros del más bajo.
-Besándote, no aguanto las ganas de estar contigo otra vez. Confesó mientras acariciaba su pecho con su mano y garfio al mismo tiempo sintiendo la dureza de sus pectorales por encima de la tela, la respiración del pirata era intensa, sentía su corazón latiendo a mil, su cuerpo temblaba. Al mismo tiempo el más alto acarició el rostro del más bajo pasando su pulgar por el labio inferior de este.
-Estamos cuidando a Henry, no es el momento. Dijo David acercándose al rostro del pirata para luego irse a la cocina y beber algo de agua. Killian lo siguió, sentía sus piernas temblar, lo único que quería era estar nuevamente con él, pero el rubio tenía razón, estaban cuidando al niño y no era el momento.
-¿Qué harás luego de cuidar a Henry? Preguntó Killian mientras se recargaba en el umbral de la puerta de la cocina mirando al hombre de espaldas quien estaba ordenando algunas cosas.
-Pues... supongo que a descansar un poco, las cosas están algo complicadas con todo lo que está pasando ¿no crees? Respondió mientras se daba la vuelta.
-Si, se puede sentir en el ambiente, pero sé que podremos vencerlo, estamos todos unidos, en esto. Agregó.
Los dos hombres se sentaron en la sala a beber un trago mientras cuidaban a Henry, el silencio era complicado entre los dos y más con todo lo que estaba pasando entre ellos, claramente los sentimientos se estaban haciendo más intensos. David estaba confundido, amaba a su esposa, por supuesto que Snow era la mujer de su vida, el problema estaba frente a él, pirata, cabello negro y delineador. De alguna manera había perdido ante algo más fuerte, una especie de atracción con aquel hombre, quien había sido novio de su propia hija, cuan bizarro sonaba eso, luchaba contra los sentimientos que tenía en ese momento, de tomar a aquel sucio pirata y follarlo ahí mismo, besarlo, hacerlo suyo, pero no, no era correcto y lo sabía, sin embargo había caído en aquella tentación muchas veces, no sabía si podría aguantar por mucho tiempo toda la situación.
-¿Por qué me mira tanto el príncipe? ¿Tengo algo en la cara aparte de mi hermosura? preguntó Killian levantando una de sus cejas.
-Nada solo... olvidado. Dijo el rubio tomando aquel libro que tenía en las manos y tapando su rostro.
Killian se puso de pie y caminó hacia el más alto, sus pasos se escuchaban lentamente, este puso su garfio en el muslo del más alto y lo acarició despacio, su mano se fue al otro muslo para luego sentarse directamente en las piernas de David. El rubio quedó completamente petrificado por la acción del pirata. Sintió el culo del más bajo justo en su bulto, el cual se empezó a poner duro como roca, Killian sintió esto y sonrió de forma burlona como alguien que había ganado el premio mayor.
-Parece que nuestro príncipe...quiere atención. Dijo para luego llevar su mano y garfio a los bíceps y pectorales del rubio que se marcaban por encima de la camisa de franela.
-¿Quieres provocarme verdad? Pirata sucio. Sentenció David esbozando una sonrisa morbosa.
-Creo que ya logré mi cometido. Respondió moviéndose un poco en el regazo del rubio.
Killian besó a David en el mentón, luego subió para devorar la boca de este mientras comenzaba a moverse en las piernas del otro, el rubio bajó sus manos al culo del pelinegro amasandolo con sus grandes y firmes manos, aquello le sacó un gemido al más bajo, la temperatura aumentó, el príncipe siguió el beso sin más, él juego de lenguas empezó, Killian no pensaba en nada más que estar con David en estos momentos, se les estaba olvidando todo, incluso que estaban en la casa de Regina. La puerta principal se abrió y el rubio empujó a Killian de su regazo, había llegado Emma de improviso, el sheriff sintió un frío recorrer su espalda, eso había estado muy cerca, si no escuchaban la puerta alguien los hubiera visto, eso habría hecho una catástrofe. Emma caminó hasta los dos hombres y frunció el ceño.
-¿Qué hacen ustedes dos? ¿y Henry? Preguntó la rubia mientras veía a los dos hombres sentados el uno al lado del otro, cosa rara porque la rubia jamás los vio tan juntos como ahora.
-Está arriba, leyendo un libro, creo que tenía tarea. Explicó David.
-De acuerdo...iré a verlo. Dijo entrecerrando los ojos, sospechando algo extraño.
Swan subió las escaleras, David respiró profundo completamente abrumado, Killian se reía como un loco, no entendía el rubio como el pirata podía tomarse todo a broma incluso con una situación tan compleja como la que estuvo a punto de pasar. -¿Por qué demonios te ríes? casi nos descubre. Se quejó el príncipe molesto mientras negaba con su cabeza -Si, justo tenía que arruinarnos la diversión. Respondió el más bajo, Emma bajó con Henry y dijo que se quedaría con ellos el resto del turno, que faltaban algunas cuatro horas para que llegara el relevo. David se fue a conversar con su hija y nieto mientras Killian se quedaba mirando por la ventana, sin dudas estuvo muy cerca aquello, la verdad es que hubiera sido raro para todos que los descubrieran, incluso podía decir que tuvo miedo, pero por una extraña razón no se sentía avergonzado por lo ocurrido, el príncipe le gustaba, le gustaba demasiado y estar con él era algo que no podía esconder.
-Bueno las rondas y los turnos se irán distribuyendo, no sabemos cuando pueda aparecer ese sujeto, no podemos descuidarnos. Explicó la rubia.
-Sabes que estaré disponible para ti, hija. Tenemos que pelear fuerte. Agregó el príncipe.
-Ustedes saben que puedo aportar en lo que sea, quise ayudar a David, pero me puedo quedar para ayudar a cualquier otro.
-Gracias, Garfio. Has sido de gran ayuda. Regina llegará en unas horas ¿a quien le toca el otro turno?
-Mary Margaret vendrá ahora, yo iré a casa a dormir un poco y a pensar como ayudar en otra cosa.
-Está bien papá, ve a descansar.
-¿Tu Garfio te quedas?
-No, yo... aprovecharé de ir a descansar también y vendré mañana.
David se despidió de su hija y salió por la puerta, Garfio lo siguió a paso apresurado, los dos caminaban por la calle, entonces el rubio miró hacia el más bajo un poco intrigado de que quería pues era obvio debido a como lo seguía y sus miradas, el príncipe se sentía nervioso pues Emma pudo haberlos visto y eso habría sido el fin. El príncipe se dio la vuelta y se quedó mirando al pirata con un semblante algo serio mientras este se quedaba parado mirándolo como si nada incluso esbozando una sonrisa juguetona.
-Eso estuvo cerca, creo que te aprovechaste un poco. Dijo el rubio.
-No me pude resistir, te ves demasiado guapo cuando te concentras. Comentó el pelinegro con su característica sonrisa pícara.
-Bueno ¿Necesitas que te lleve a algún lado? Yo me iré a descansar un poco, tengo turno dentro de unas horas en la estación.
-Pues tu esposa vendrá ahora a cuidar a Henry, eso significa que tenemos tiempo para terminar lo que dejamos pendiente ¿no crees? Propuso el más bajo meciéndose un poco con su mirada seductora. David entrecerró los ojos y luego asintió.
-Está bien, muévete rápido que debemos ser cautelosos. Dijo convencido pues el pirata lo había provocado en casa de Regina.
Garfio sonrió e hizo un ademán de emoción al ver que David había accedido a llevarlo a su apartamento. El pelinegro se metió a la camioneta del rubio y ambos se fueron camino al placer. Killian estaba ansioso por probar nuevamente los labios de David y todo su cuerpo, cada día se hacía más adicto al príncipe, en todos los sentidos, el rubio conducía algo nervioso pues el pirata no paraba de mirarlo. Se estacionó y ambos hombres salieron de la camioneta, caminaron hasta el edificio y entraron a este, la tensión entre los dos se podía sentir, al subir el más alto tomó sus llaves abriendo la puerta entrando, Killian cerró la puerta y se quitó su chaqueta de cuero. David hizo lo propio sacandose la camisa de franela y quedándose en una camiseta gris oscuro que traía debajo, el pirata se acercó tocando con su mano y Garfio el pecho duro del rubio.
-No aguantaba las ganas de comerte esa boca. Dijo el más bajo.
-Ya veo, me tenías las manos encima en casa de Regina, eres un descarado.
-Contigo siempre, Dave.
Comenzaron a besarse, los besos eran realmente intensos y llenos de lujuria, el garfio casi rompe la camiseta del rubio, con su única mano Killian bajó hasta el bulto de David y comenzó a tocarlo de forma obscena y necesitada sintiendo la forma dura de este. Aquella íntima caricia hizo que el rubio se calentara más y lo besara con más fuerza. La respiración de los dos estaba entrecortada, el pirata estaba temblando por todo lo que estaba pasando ahora mismo. El príncipe comenzó a quitarle la camisa al más bajo dejando a la vista su pecho velludo, hizo lo mismo con su propia camisa quedando a torso desnudo, David tenía un muy buen cuerpo, el pirata lo sabía y se puso a besar el pecho del mas alto con mucha hambre, lamía sus pectorales ansioso y lamía sus tetillas dandole succiones, los gemidos y gruñidos de David solo lo alentaban a querer seguir su camino, se arrodilló frente al sheriff y con su mano y garfio desató el cinturón bajando el pantalón de mezclilla negro, el boxer de David color blanco marcaba su gruesa herramienta, Killian comenzó a besar y lamer el bulto por encima de la tela humedeciendo todo a su paso e impregnandose del aroma a hombre del mas alto que lo embriagaba y llenaba sus sentidos.
-Mierda...si, te encanta mi verga ¿no es así pirata sucio? Preguntó el rubio esbozando una sonrisa.
-Mmm no se imagina cuánto me encanta su verga, majestad. Bromeó como siempre y tomó el elástico del boxer con su garfio para luego bajarlo hasta sus muslos, vio aquella verga semi erecta moviéndose de lado a lado, y sus huevos gordos, todo adornado por el vello rubio que brillaba a contraluz. Killian dio una lamida desde las pelotas del príncipe hasta su miembro sintiendo el sabor salado del sudor, no contento con ello frotó todo su rostro en ella, el aroma le encantaba. David solo miraba desde arriba disfrutando de las atenciones que el pirata le daba dando un gemido de vez en cuando por recibir tan buen servicio. Con su boca succionó el miembro de su compañero comenzando a darle succiones profundas con mucho esmero y dedicación, el sabor de aquella verga solo le daba más hambre al pelinegro que estaba disfrutando como si fuera la paleta más deliciosa del mundo. Sintió como se ponía más dura dentro de su boca, el rubio llevó su mano al cabello del más bajo comenzando a acariciarlo y también a marcar el ritmo pues este movía su cadera de adelante hacia atrás con un vaivén delicioso que ponía a Garfio más duro, David llevó su gran mano a la nuca de Killian y dio una fuerte embestida metiendo su longitud hasta el fondo causando una arcada en el pelinegro que hizo eco en toda la sala.
-Eso cometela toda, sé una buena perra. Dijo aquello en un tono que hizo a Killian temblar de la excitación, David diciendo malas palabras era la cosa más excitante del mundo, dio un gemido en respuesta y continuó chupando con hambre dejándola cubierta de su saliva.
-Agggg..gluck... Los gemidos del pirata estaban ahogados por la intrusión del miembro duro del príncipe.
La mano de Killian se fue al muslo duro de David para sentir la musculatura al mismo tiempo que enganchó su garfio a suelo, el príncipe tomó al pirata por ambos lados del rostro comenzando a follarle la boca con mucha fuerza, sabiendo que Killian tenía mucha capacidad para ser usado de aquella forma, la baba comenzaba a escurrirse por las comisuras de su boca, sentía como aquella verga le golpeaba el fondo de su garganta, sus ojos comenzaron a lagrimear haciendo que el delineador se fuera escurriendo por su rostro un poco, esto era como el paraíso para Killian, ser usado de esa forma por David ¿que mejor? llevó su mano a una de las nalgas del rubio para sentir más de él, se estaba quedando sin aire, probablemente moriría ahogado, pero al diablo, valió cada segundo estar así, sentía como las arcadas le hacían expulsar baba a montones dejando toda la herramienta de David mojada, el príncipe se detuvo y se la sacó dejando que el pirata respirara un poco de aire, este agradeció el gesto dando bocanas ansiosas mientras escupía una cantidad excesiva de saliva y presemen.
-Chupame los huevos también. Ordenó David llevando nuevamente su mano a la nuca de garfio hundiendo su rostro en sus bolas, el pirata simplemente comenzó a lamer dando lamidas largas con su lengua ansiosa en el saco gordo del más alto, sentía el delicioso sabor salado y luego dio una succión en una de sus bolas, sentía la fibrosidad de los vellos, aquello hizo que David diera un gruñido muy sexy que lo motivó a hacer lo mismo con el otro, continuó hasta hasta que el príncipe nuevamente lo guio hasta su miembro y Killian volvió a chuparselo con mucha hambre y dedicación. Las embestidas del rubio eran erráticas por lo cual daba a entender que estaba cerca de correrse. El pirata siguió en lo suyo dejando que David tomara nuevamente el control follando su garganta, nuevamente las arcadas regresaron y la saliva comenzó a brotar dejando un desastre en la boca y mentón de Killian.
-Garfio estoy...cerca, lo haces jodidamente bien. Dijo con la voz entrecortada por el placer, la boca de Killian se sentía tan bien, húmeda, suave y apretada, una sensación tan adictiva que el rubio podría estar todo el día follando aquella boca hambrienta. Sus piernas se pusieron tensas y así mismo su miembro. El pelinegro entendió lo que venía y simplemente siguió dando succiones dejando que el más alto abusara de su garganta. Killian le guiñó un ojo para hacerle saber que no parara hasta terminar.
Las embestidas de David eran rudas, se movía sin nada de cuidado empujando toda su herramienta en el interior de la boca y garganta del pirata, su glande chocaba contra el fondo causando continuas arcadas al pelinegro, la baba se iba escurriendo y el delineador del pirata estaba cayendo por sus mejillas al mismo tiempo que se agarraba de los muslos del rubio. El príncipe dio un gruñido potente junto con una embestida profunda, Killian sintió esa deliciosa sensación de masticar un dulce y recibir el relleno, sintió como su boca se llenaba de semen, la tibia sustancia entró hasta el fondo por la garganta y comenzó a tragarlo todo, era una jodida delicia, todo lo que David le diera, succionó la verga sin dejar de tragarse el semen que seguía llenando toda su boca. Una vez no sintió más el sabor se separó y estrujó con su mano las últimas gotas lamiendolas para que así no se desperdiciara nada. David tomó a Garfio del brazo y lo subió para darle un beso necesitado de agradecimiento, Killian siguió este sin detenerse disfrutando ahora de la boca del príncipe de la cual era adicto.
-Eres jodidamente increíble, Garfio. Dijo el príncipe sonriendo contra los labios del pelinegro.
-Lo sé, pero tú también lo eres. Respondió a su halago acariciando sus pectorales.
-Voy a romperte el culo ahora mismo. Demandó el rubio con un tono seductor.
Ambos hombres se fueron al cuarto de David el cual estaba iluminado por la luz del día nublado en Storybrooke. Killian se quitó su pantalón mientras David se preparó esperándolo masturbandose frente al mas bajo, Garfio se quitó todo mostrando sus atributos, David le dio una fuerte nalgada dejando su culo rojo, lo empujó a la cama boca abajo y sin más se puso encima del pirata, separó ambas piernas del mismo y comenzó a presionar su nueva erección contra su agujero, se acercó al oído del más bajo para morderlo y susurrarle algo.
-Mira como estas de abierto solo por mi. Dijo en un tono oscuro que hizo temblar a Killian.
-Si...me encantas, me encanta que me folles y me hagas tu perra. Respondió totalmente sumiso ante el príncipe completamente duro por todo lo que estaban haciendo.
David frotó su miembro entre las nalgas de Killian rozando su agujero una y otra vez haciendo que el pirata se desesperara, el rubio sonrió con algo de malicia pues sentía como el más bajo se retorcía del placer esperando a ser follado. El pelinegro tenía la cara contra la cama gimiendo de manera obscena y muy aguda, movió su culo un poco hacia arriba esperando a que el más grande entendiera que lo necesitaba como nunca, David empujó su glande contra el agujero rosado y suave de su compañero abriendolo despacio, Killian comenzó a estremecerse y con su mano comenzó a agarrar la almohada para resistir el dolor, el príncipe empujó un poco más y logró meter su longitud despacio hasta que sintió sus huevos tocar las nalgas del pelinegro.
-¡Ahhh...Dave, follame, soy todo tuyo, soy tu jodida puta. Dijo completamente sumiso y excitado.
-Te lo has ganado con esa mamada tan rica que me diste, puta. David dijo siguiendo el juego del más bajo comenzando a mover su culo hacia atrás y adelante follando al pirata con precisión y rudeza.
Las embestidas eran erráticas y con mucha fuerza, David estaba encima de Killian teniendolo completamente a su merced, el pirata estaba completamente ido en el placer, el rubio se movía tan bien entrando y saliendo de su agujero además de tenerlo aplastado contra aquella cama, aquella cama donde se follaba a Snow, aquello solo aumentó el morbo del pervertido pirata que de solo saber que su amante se lo follaba en la misma cama con la que follaba con su esposa le llenaba el ego pero también le daban algo de celos. El sheriff se movía sin parar empujando todo su peso junto con su miembro enterrandolo hasta el fondo de su culo, David rozó su próstata haciendo que Killian gritara con mucha fuerza lo cual llenó el ego del príncipe que podía sentir y ver como su compañero disfrutaba de ser cogido por él. Se concentró en moverse con fuerza y destreza haciendo que los cuerpos chocaran de esa forma tan deliciosa, su pecho contra la espalda de Killian quien se mantenía con la cara pegada a la almohada disfrutando de ser no más que un objeto de placer para el más alto. David empujó su pelvis para volver a tocar la próstata causando gritos agudos en el pirata, repitió la acción una y otra vez, los gritos no paraban.
-¿Te gusta ahí putita? ¿lo disfrutas no? Preguntó el rubio susurrando en su oído mientras se movía con fuerza follandolo.
-Si...ahh...mierda, dame más, quiero más, metemela toda, quiero que me hagas trizas, hazme tu objeto, tu depósito de semen. Gritó el pirata sumamente excitado.
-Te voy a dejar sin caminar por varios días. Sentenció el príncipe comenzando a moverse con más fuerza que antes.
Los azotes de su pelvis y huevos contra las nalgas de Killian aumentaron haciendo que la cama se moviera junto con ellos, los gritos de Garfio hacían eco en todo el apartamento, pegó su frente a la almohada sintiendo el aroma del príncipe en la tela
-Ah...ah...ay...ah, si, si así ahh, rompeme, rompeme todo. Gemía sin parar, David con su mano le tapó la boca para que sus gritos no llamaran la atención de sus vecinos, movió su pelvis con más fuerza haciendo un movimiento puntual en la zona, empezó a empujar golpeando la próstata del pirata haciendo que este gritara con tanta fuerza que pudo sentir las vibraciones en su mano con la cual le estaba cubriendo su boca, el movimiento no paró y siguió golpeando la zona, sentía como Killian se retorcía del placer cuando le tocaba ahí, se sentía muy poderoso al dominarlo así y saber que todo el placer del hombre estaba en sus embestidas.
-¡MMMMmmmm...mmm....! Los gemidos de Killian eran inentendibles debido a que el rubio lo mantenía callado con su mano.
El sonido obsceno que se hacía del golpe de sus huevos y muslos contra sus nalgas era una fricción deliciosa y adictiva, el más bajo temblando debajo de él en la cama en la cual solía cogerse a su esposa. Empujó con fuerza embistiendo con mucha furia haciendo que el agujero del pirata quedara más y más resentido por el dolor, el príncipe sabía que estaba cerca de correrse otra vez, comenzó a embestir sin parar la próstata del más bajo, el sonido del choque entre ambos cuerpos junto con los gemidos ahogados del pirata eran una deliciosa música para David quien estaba perdido en la lujuria, nunca pensó que disfrutaría tanto en folllarse a otro hombre, no era muy diferente de follarse a una mujer, claro que con otro hombre podía ser más rudo, Garfio le daba esa garantía. Killian por su parte estaba completamente perdido en placer, tener a David encima de él metiéndosela hasta el fondo lo estaba volviendo loco, su pene estaba aplastado por su propio cuerpo con una almohada que lo mantenía ahí, el príncipe no dejaba de golpear su punto de placer, era jodidamente delicioso, ni siquiera tenía que tocarse para sentir tanto placer, no iba a aguantar mucho, sentía las corrientes eléctricas, como David entraba de lleno a su cuerpo y sentirlo dentro era un placer tan único, no pudo aguantar más y su orgasmo vino como una ola, se corrió encima de la cama del rubio retorciéndose de una forma tan patética incluso para él, pero no le importaba nada pues estaba con el hombre que quería. David notó que su compañero se corrió y sintió su miembro ser apretado por las paredes anales de Killian, aquel apretón lo hizo venirse muy rápido y comenzó a llenar el interior de su culo con todo su semen caliente. Garfio sintió su culo ser llenado y dio un fuerte gemido finalmente descansando con su rostro pegado a la almohada.
-Uff...que rico todo esto, mierda, Dave. Fue lo único que pudo decir quedando completamente estirado en peso muerto sobre la cama del rubio, con su culo pegado a la pelvis del más alto, el rubio se dejó caer encima del pelinegro manteniéndose dentro de él. Ambos hombres descansando completamente luego de aquel acostón que tuvieron, sudorosos y exhaustos. El rubio se removió saliéndose del pirata y recostando a su lado, Killian se quedó ahí con el culo al aire, su agujero se contraía completamente abierto y dilatado con el semen de David comenzando a escurrirse despacio de su agujero.
La evidencia de aquel acto pecaminoso estaba en aquella cama, ninguno de los dos dijo una palabra, estaban completamente relajados, como si se hubieran sacado un peso de encima, David recordaba cuando conoció a Garfio, un pirata completamente deslenguado, que fue un sucio con su hija y su esposa tratando de seducirlas en su presencia, ahora el que había caído era el, acaba de follarlo con todas sus fuerzas y lo había disfrutado como nunca, no sabía que tenía ese maldito pirata para haber caído en sus redes, pero al menos pudo vengarse de él follándoselo con mucha fuerza, Garfio se removió apenas pudiendo moverse, sentía su cuerpo adolorido, sus piernas dormidas totalmente, primero por estar arrodillado unos veinte minutos chupandosela a David y luego por ser aplastado por el mismo y siendo follado contra la cama, sentía su culo latir por el ardor y como el semen se escurría de su orificio mojando la raja y nalgas en el proceso así mismo sus huevos. Se logró recostar de lado mirando al rubio quien parecía perdido en sus pensamientos,
-Oye Dave, tierra llamando al príncipe. Dijo sonriendo.
-¿Qué pasa Garfio? Preguntó ahora mirando al más bajo viendo como estaba destrozado, pero tenía el rostro completamente feliz, esa sonrisa de satisfacción y relajo.
-Nada, creo que fue realmente delicioso lo que acabamos de hacer, creo que me costará caminar un poco. Comentó haciendo una queja.
-Te lo buscaste por pervertido. Respondió el rubio.
-Pues ¿me culpas? si estas buenisimo por donde te miren, grandote. Le dijo acariciando el abdomen hasta que su mano tomó nuevamente la herramienta de David, la sintió en su mano notando que estaba manchada con semen. Killian bajó hasta esta y comenzó a lamer nuevamente el miembro del príncipe limpiando los rastros de semen que habían quedado en ella.
-Eres insaciable, pirata. Limpia bien, no desperdicies nada.
Killian siguió chupando hasta que la herramienta de David quedó completamente limpia, ambos hombres se quedaron ahí recostados, la mano de garfio se fue a la del rubio y la acarició sentía cada pliege de la piel del príncipe, era muy guapo, David era uno de esos hombres que no podías ignorar, aunque quisieras, entendía porque Snow cayó rendida a los pies de aquel hombre, las caricias de Killian se fueron al brazo, biceps y pecho del más alto, David levantó una ceja curioso por aquello, pero no le molestó del todo, Killian parecía tener un lado distinto, tierno incluso si se podía decir, se notaba en sus ojos, que el hombre escondía cierta vulnerabilidad que le costaba mostrar al mundo, era de esos que se tragaba el llanto y prefería mostrar una careta de excesiva seguridad.
-Deberíamos... ducharnos, tengo turno más tarde en la estación. Dijo el más alto sentándose en la cama para luego levantarse y tomar una toalla del armario y darle otra al pelinegro.
-Si, tienes razón, iré a averiguar unas cosas más sobre el tal creador y te auch...avisaré. Dijo quejándose al moverse y sentarse en la cama pues el dolor en su culo era innegable.
El más alto se rió al ver cómo había dejado a su compañero y se fue al baño para tomar una ducha. Mientras el rubio se estaba duchando, Killian comenzó a buscar sus cosas, la ropa estaba tirada por todas partes, la logró ordenar, todo esto parecía una locura de aquellas bien grandes, pero nunca había sido alguien que pudiera negarse a lo que le gustaba, David era aquello, tenía sentimientos por el hombre, lo deseaba, pero se estaba dando cuenta que no solo era eso, también sentía algo más por él, desde un inicio lo sintió, habían sentimientos de por medio. El rubio salió del baño y le hizo una señal al más bajo, Garfio entró al baño a darse una ducha, el agua fue reparadora, realmente se sentía deliciosa, se limpio bien, se sacó el semen de su culo y lavó su cabello, una vez listo salió y se vistió mientras David estaba ordenando la cama, había sacado la manta que habían ensuciado y la puso en el cesto de la ropa sucia. David estaba vestido ya, tenía su placa, su camisa color blanco y aquellos pantalones que le quedaban demasiado bien.
-Bueno Dave, me voy, cualquier cosa que sepas, me llamas ¿de acuerdo?
-Claro... te veo luego. Dijo.
Garfio se acercó y le dio un gran beso en los labios, lo cual dejó a David sorprendido, puesto que no esperaba aquello para nada. El rubio se mostró algo incómodo, Killian entendió aquello y simplemente salió de la casa del príncipe, mientras bajaba las escaleras sintió un nudo en la garganta ¿acaso el rubio solo lo usaba para su propio placer? no le hubiera molestado nunca aquello, pues siempre tuvo mujeres con las cuales la pasaba bien, pero claro ahora era diferente, David era alguien especial para él y sentía que sus sentimientos se estaban poniendo mucho más intensos, incluso más intensos de los que sintió alguna vez por Milah y Emma. Bajó las escaleras pensando en todo aquello cuando de pronto algo interrumpió sus pensamientos.
-¿Killian qué haces aquí? Preguntó una voz conocida, era ella.
-Nada, solo... vine a preguntarle a Dave si había encontrado algo sobre el tipo ese que quiere atacar a Henry ¿Tú no debías estar cuidándolo ahora? Preguntó a la mujer.
-Pues me vine del trabajo directo para acá para ver si David necesita algo. ¿Te dijo si averiguó algo? Cuestionó Mary Margaret dudosa por la presencia de Garfio en el edificio donde vivía su esposo.
-No, sabe lo mismo que nosotros, debo irme, quizás Emma sepa algo. Se excusó no tenía ganas de cruzar palabras con ella para ser honesto.
Salió de ahí rápido, encontrarse con ella fue realmente extraño, si hubiera llegado una media hora antes los hubiera encontrado en la cama a los dos, pero claro por suerte no ocurrió, maldición, pensó, ahora ella iba a estar con él, ella iba a tener sus besos, todo lo que él quería para sí mismo ¿era mucho pedir tener la atención del principe luego de tener sexo? quizás si, por ahora solo podía conformarse con esas migajas que el rubio le daba, pero no, lucharía por él si era necesario. nunca antes lo hizo, cuando una mujer le gustaba usualmente era suya, pero ahora era un hombre el que realmente le gustaba y eso complicaba las cosas. Iba a jugar su juego, ese príncipe iba a ser suyo.
Notas: Disculpen la tardanza pero he estado algo ocupado, aquí va otro capítulo, espero les guste, compartan y dejen sus votos.
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The Waves Inside Me (Captain Charming)
FanficKillian Jones, el mítico Capitán Garfio se había enamorado solo una vez en su vida, esa fue Milah, quien le dio los mejores momentos, sin embargo la perdió por culpa del cocodrilo, buscando la venganza, el pirata descubre que el amor es algo imprede...