Capítulo 14: La Isla Calavera.

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El señor Smee les mostró un libro muy extraño el cual parecía muy antiguo, tenía una tapa que casi se estaba descascarando por lo vieja que era, las hojas del mismo estaban secas como pergamino y manchadas, Killian abrió este pero no había nada ahí, parecía más una especie de diario o agenda en la cual nunca se hubiera escrito una sola palabra, la intriga pudo más, el pirata le dio el libro a David quien lo observó mirándolo en muchas partes, tampoco pudo ver nada, los dos hombres se quedaron viendo el uno al otro intrigados por ello, el aspecto era muy parecido al cual Rumpelstiltskin les había mostrado anteriormente.

--Esto es muy raro ¿Donde lo encontró señor Smee? Preguntó Garfio un tanto preocupado.

--En la bodega, habían otros libros, creo que los conocía todos salvo este, nunca lo vi antes en todos estos años. Explicó.

--Tal vez alguien lo puso ahí a propósito, sabes que todo lo relacionado a aquel sujeto es extraño. Agregó el príncipe.

--Es verdad, hay que estar atentos, debemos guardarlo, tal vez Rumpelstiltskin sepa qué es y pueda averiguar qué es lo que ocurre. Insistió el pirata.

A los treinta minutos llegaron a la isla, la cual estaba cubierta por árboles, era parecida en muchos aspectos a Neverland. Había un sol bastante fuerte, el barco quedó anclado cerca de la costa, Garfio le pidió a Smee que se quedara y vigilara en caso de que algo ocurra les avise y así puedan llegar al Jolly Roger a tiempo. David y Killian se fueron en un pequeño bote a la orilla. El lugar parecía tranquilo, los dos hombres miraron a su alrededor en aquella playa de arena blanca, se internaron en el bosque buscando algún rastro de personas en la isla, el pirata la conocía muy bien, había estado ahí un par de veces con su tripulación ya que había una leyenda de tesoros en el lugar, pero nunca encontraron nada. El rubio estaba algo extrañado, no se veía nadie cerca, de pronto vieron una especie de carreta cerro arriba, parecía que se había volteado o algo peor, David se apresuró corriendo junto con Killian para ver qué había pasado, no encontraron a nadie ahí, se fueron camino a la colina a ver si había algún rastro de alguien, todo parecía completamente desierto, el pirata recordaba que la isla calavera era zona de piratas, en su mayoría algunos paraban para beber algo e insistir en que había un tesoro oculto.

--Parece que este sitio está desierto, Garfio. No veo ningún rastro de alguien ¿estás seguro que este sitio es habitado por alguien? Preguntó David poniéndose las manos en la cintura, una pose muy común en él.

--Cuando mi tripulación y yo vinimos había un par de aldeanos más arriba, nadie se metía con ellos, eran unos ancianos. Agregó el más bajo.

El príncipe y el pirata siguieron el sendero hacía arriba, solo había bosque, árboles, un aire fresco marino que le desordenaba el cabello al más bajo, encontraron la cabaña de los ancianos y se acercaron a ella, todo estaba en silencio, era tenue y pesado. Los ancianos no se metían con nadie, vivían ahí hace años sin problemas, los piratas no se metían con ellos ni ellos con los piratas. Killian entró a la casa y estaba todo vacío, parecía que alguien hubiera entrado y sacado a los ancianos del lugar, David miró a Killian y notó su nerviosismo. Ambos se fueron del lugar siguiendo la guía del pirata. La isla parecía completamente desierta, ambos caminaron por el sendero que estaba completamente silencioso, de ese silencio incómodo y frío, aquel que hace temer. Una vez salieron de aquel lugar el pirata tomó su catalejo para observar los lugares más lejanos de la isla, el pelinegro notó humo así que le hizo una señal a David para que lo siguiera al lugar, era más o menos lejos del lugar y tuvieron que correr. Pasaron unos minutos y lograron llegar, había una especie de fogata ahí, pertenencias de hombres.

-Habían piratas aquí, Dave, no creo que estén solos, deberías sacar tu espada. Dijo el más bajo.

-Si, deberíamos estar atentos. Respondió sacando su espada para estar listo para luchar.

Se escucharon pasos y de pronto aparecieron hombres armados con espadas, David y Killian tomaron posiciones defensivas de duelo. Los hombres estaban coordinados y comenzaron a atacarlos, David comenzó a pelear con dos a la vez, lanzó una patada a uno y al otro logró atravesarlo con su espada, así mismo Killian peleó con los otros dos, eran en total seis, los otros dos se lanzaron, el rubio lanzó un golpe y noqueó a uno, luego tomó al otro lanzandolo lejos con una patada, el pirata con su espada y garfio logró derribar a los otros dos fácilmente, los dos que quedaban fueron contra ellos, David con su fuerza logró evadir la estocada y lo logró atravesar con la suya, Killian con su garfio tomó al otro y luego lo golpeó. Los dos hombres se miraron extrañados, las heridas de los hombres eran mortales, pero de pronto uno de ellos se volvió a poner de pie, los dos se pusieron nerviosos, aquel hombre estaba completamente muerto, era imposible que pudiera estar nuevamente de pie. Los ojos se este se abrieron mostrando sus ojos de un color blanco.

-Vaya los enamorados juntos ¿creen que van a poder vencerme así de fácil? Preguntó aquel hombre.

-¿Eres tu verdad? ¿nos trajiste aquí a propósito? Preguntó el rubio.

-Habla maldito no tengo miedo de atravesarte ahora mismo. Advirtió Killian.

-Solo vine divertirme con ustedes, yo no los traje aquí, pero... es divertido verlos juntos, cuando ustedes no deberían estarlo ¿que crees que pensará Mary Margaret cuando sepa que te estas cogiendo a tu ex yerno eh? un pirata de esos que tanto decías odiar. Y tu Jones, el casanova pirata metiéndote en los pantalones de un príncipe y peor quien podría ser tu suegro. Comentó aquel tipo metido en el moribundo cuerpo de aquel pirata.

-Pues asumiré mis errores con ella, no dejaré que nos intimides. Dijo el rubio.

-Tampoco te tengo miedo, sea lo que seas voy a destruirte. Agregó el pirata.

-Me encanta verlos tan valientes, juntos se complementan bastante bien, pero su idílico romance no me interesa, me interesa conseguir mi propósito. Voy a tomar lo que me pertenece, no habrá pirata, ni príncipe, ni princesa y ni mucho menos una salvadora que me detenga, estén atentos porque atacaré cuando menos lo esperen, cuando crean que todo esté bien y no podrán proteger al pequeño Henry de mi. Sentenció.

-Si estás en esta isla es porque hay algo que te interesa de ella, no creo que seas un tipo que crea en las coincidencias. Comentó el rubio.

-Querido Príncipe, no todo lo que brilla es el oro, a veces el verdadero tesoro está justo delante de nosotros, solo que no tiene el brillo tan evidente. Se los dejaré de tarea, me harán esto mucho más divertido. Respondió el sujeto en aquel cuerpo.

El cuerpo del hombre cayó al suelo, los dos quedaron completamente asustados por la amenaza e intrigados por aquello último aunque no lo demostraran. Ambos caminaron más allá al interior de la isla, atentos a cualquier amenaza. Sin duda el sujeto llamado creador era poderoso, poseer un cadáver y hablar con ellos significaba que sus poderes estaban muy avanzados. David respiró profundo cuando llegaron a una especie de montañas donde había una cueva escondida. Los dos hombres se miraron y entraron, Killian conocía esa cueva muy bien había estado muchas veces ahí buscando el famoso tesoro, pero nunca había hallado nada solo había perdido hombres. La lúgubre caverna tenía una especie de brillo extraño en sus paredes. Una vez dentro los hombres observaron todo el lugar, había esqueletos, mapas, espadas y escudos en el suelo. David se preguntaba si aquellas osamentas eran de parte de la tripulación de Garfio. El más alto caminó más adentro, los pasillos de la cueva se hacían más estrechos, llegaron al centro donde encontrar una especie de mapa en el suelo. Killian lo tomó y abrió.

-Esto es nuevo. Dijo leyendo el contenido.

-¿Qué es? parece un mapa. Agregó el más alto.

-Pues... en efecto lo es, pero es algo extraño, habla de un artefacto, pero esto es imposible, es solo una leyenda. Espetó sorprendido.

-¿Qué leyenda? ¿De qué trata todo esto Garfio? Preguntó el príncipe.

-Bueno, la isla calavera no se llama así por ser hogar de piratas o por dejar muerte sino por una leyenda, la leyenda del cráneo de plata, se dice que este amuleto tiene el poder para revivir a los muertos, con eso podrías tener un ejercito a tu favor, pues puedes controlarlos, pero siempre ha sido una leyenda, aquí sale la localización exacta de ella. Explicó el pelinegro mientras miraba a David preocupado.

-Sin duda El Creador quiere apoderarse de ello, no es casualidad que esté en esta isla, tenemos que evitar que la obtenga o se hará más poderoso y no queremos eso, Garfio ¿Que dice el mapa? Preguntó acercándose al hombre más bajo mirando el mapa con cuidado, la cercanía de los dos fue como un magnetismo puro, Garfio sintió su cuerpo temblar al sentir la respiración del rubio en su cuello.

-Em... dice que está en el fondo de la cueva, pero eso es imposible, nadie ha llegado tan abajo. Dijo el pirata.

-Tenemos que intentarlo, si podemos obtener algo que nos de la ventaja con aquel tipo debemos intentarlo. Dijo el más alto.

-Bien... tenemos que seguir entonces.

David encendió una antorcha para seguir el camino hasta el fondo de la cueva, el rubio bajó por una especie de túnel, le dio su mano a Garfio para ayudarlo a bajar sin que este cayera, la caballerosidad del rubio le sorprendía al más bajo y lo hacía sonreír y sentir un fuego dentro de su pecho, al llegar a una especie de lugar donde habían muchos túneles se quedaron mirando el uno al otro tratando de saber cuál sería el correcto, miraron el mapa y decía que era el que estaba a su izquierda, se metieron allí dentro pasando por el estrecho pasadizo, siguieron hasta el fondo y se encontraron con una especie de laguna la cual cruzaba todo.

-¿Cómo vamos a cruzar? Preguntó el más alto.

-Este lugar es mágico, Dave. Debemos cruzarlo caminando. Dijo.

-¿Cómo es posible eso? es agua. Le dijo.

-Tenemos que confesar algo al otro, aquello nos permitirá movernos y llegar al otro lado.

-Empezaré yo... quiero confesarte que, cuando te conocí me irritabas, me recordabas a lo terco que era mi hermano, pero al mismo tiempo sentí una especial atracción hacía ti, aunque al inicio pensaba que Emma era esa persona con el tiempo me di cuenta que eras tu quien me robaba el maldito aliento. Confesó mientras miraba con los ojos cristalinos a David quien se conmovió al escucharlo.

--Debo decir que cuando te conocí... te me hacías el típico Pirata oportunista, pero cuando te fui conociendo con el tiempo, encontré a un buen hombre, con un buen corazón y que me ha hecho sentir cosas distintas. Confesó el rubio.

La laguna se congeló completamente concretando el camino para dejarlos cruzar. Killian miró a David con unos ojos llenos de amor, puso un pie sobre el lago congelado y se movió caminando con el rubio siguiendolo. Lograron llegar a la otra orilla y encontraron una especie de símbolos. Killian tomó el mapa para ver donde estaba localizado. Estaban en un lugar donde nadie había logrado llegar o eso creían.

The Waves Inside Me (Captain Charming)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora