David estaba en la comisaría trabajando, tenía un par de casos que resolver, la vida en Storybrooke seguía a pesar de todo lo que ocurría con el creador. Mientras bebía su café el rubio comenzó a pensar en su vida, actualmente era un caos, desde que conoció a Mary Margaret pensó que ella sería el amor de su vida, lo tenía más que claro, les costó mucho, pasaron por muchas cosas, gente que los quiso separar, las maldiciones, todo, pero aún así su relación seguía en pie, pero por otra parte sus sentimientos estaban diferentes, ya que el amor por su esposa seguía ahí, pero había otra persona que se estaba metiendo mucho en su mente y ese era Garfio, el pirata había sacudido su vida de muchas formas, primero llegando como un enemigo, luego como una especie de yerno, lo cual no aprobaba pues pensaba que su hija podía tener algo mejor, juzgaba al hombre por su vida como pirata, su madre y padre además de las personas de su pueblo le decían que los piratas eran ladrones, malvados e incluso sodomitas. Creció con aquel prejuicio, conocer a Garfio hizo que estos se acentuaran sumados al comportamiento del pirata que no era el mejor. Sin embargo las cosas habían cambiado, de un momento a otro el pelinegro se metió a su vida y cama, no podía negar que disfrutaba tener sexo con él, ambos tenían una conexión en la cama como nunca la tuvo, ni siquiera con su esposa a quien amaba logró tener el mejor sexo que alguna vez tuvo, pero aparte de aquello estaba tomando cariño por el pelinegro, ya no era solo el sexo era la conexión que estaban teniendo a nivel de intimidad, donde se contaban cosas, se apoyaban y ayudaban.
El pelinegro tenía esa chispa, era carismático, aparte de guapo, parecía una persona demasiado rara cuando lo conocías, pero que escondía a un hombre que solo quería aceptación, comprensión y ser cuidado, David tenía ese instinto protector, esa necesidad de cuidar a los demás y Killian era una persona que necesita aquello, no supo cómo pero el pirata estaba dentro de su mente haciéndose un espacio, ese lugar se hacía más grande ¿acaso estaba sintiendo algo mas que cariño por él? no lo sabía, pero sabía que sentía algo especial por él, lo sentía y eso lo estaba confundiendo a más no poder en ese momento, pues estaba convencido de amar a Snow con todo su ser.
El trabajo se estaba haciendo algo aburrido, logró terminar la mayoría de sus tareas antes de la hora del almuerzo, caminó hasta Granny's que estaba cerca, y ahí los vio, estaban Garfio y su hija, el pelinegro desvió la mirada hacia él sonriéndole y su hija hizo lo mismo.
—David ¿qué haces aquí? preguntó Emma sonriendo.
—Vine a almorzar, tengo bastante hambre ¿y ustedes qué hacen? Preguntó algo serio.
—Estamos hablando de algunas cosas importantes, Dave. Dijo el pirata con una sonrisa y guiñandole un ojo al rubio.
—Bueno entonces no les quito más el tiempo y voy por mi comida. Se disculpó el rubio.
El sheriff sintió algo raro al ver a Emma y Killian juntos, era un sentimiento de molestia pero no como antes donde no le gustaba para ella sino que era algo diferente, se preguntaba si acaso habrían regresado, le pidió la orden a Ruby quien ahora estaba a cargo del negocio mientras su abuela estaba en aquel estado.
—¿David? Preguntó la chica.
—Si ah disculpa Ruby estaba pensando en otras cosas. Se disculpó.
—Seguramente debes tener mucho trabajo ¿que quieres pedir?
—Una hamburguesa y papas, por favor y para llevar. Ordenó.
—En un minuto.
El rubio volteó otra vez a mirar a Emma y Killian quienes estaban a gusto conversando, sabía que tenían algo especial entre ellos, sus manos se tensaron, pero trató de relajarse ¿que te pasa amigo? se preguntó así mismo, era su hija, era solo eso, pero porque le molestaba verlos juntos, ya sabía que Garfio era un buen hombre, sabía que sería bueno con Emma, además no tenía derecho de pedirle ni exigirle nada pues él estaba casado, sintió su cuello tensarse, el solo hecho de ver al pirata con su hija, imaginarselos besandose, teniendo sexo, acariciarse todo aquello le estaba carcomiendo la cabeza. De pronto una voz lo interrumpió sus pensamientos.
—-¡David! Gritó la chica.
— ¿Si?
—Ya está listo, son $8.50.
—Gracias, Ruby conserva el cambio. Dijo saliendo del lugar.
—¡David! ¿te vas tan pronto? no te unes a la mesa con nosotros.
—No... tengo papeleo que hacer ya sabes. Se disculpó.
—Está bien, te veremos pronto.
El rubio se fue a su trabajo muy tenso, estaba molesto y no tendría porqué estarlo, después de todo Emma y Garfio habían tenido algo antes que él se metiera con él, estaba casado y no tenía ningún derecho, pero algo dentro de él quería tomar a aquel pirata y hacerlo trizas, follarlo con tanta fuerza para que recordara que era suyo. Las horas pasaron y salió del trabajo, el rubio se fue camino a casa de Mary Margaret pues ella le tenía una cena preparada, cuando llegó vio la sorpresa de que estaba su esposa, pero no sola, estaban todos, Henry, Emma y Garfio ayudando. Colgó su chaqueta y sonrió.
—¿Tenemos una reunión familiar? Preguntó.
—¡David! quise hacer esta cena para darte la bienvenida, Garfio me dijo que le ayudaste mucho así que, Emma y él me ayudaron con la cena.
—Pues muchas gracias. Dijo sin poder evitar el beso que su esposa le dio frente a todos, Killian puso su cara de enojo disimulado.
Cenaron todos felices, por supuesto el rubio insistió en lavar los platos y lo hizo, Henry y Emma se pusieron a ver una película, todo parecía tranquilo, ni siquiera parecía que hubiera miedo de lo que estaba ocurriendo en el pueblo y con aquel enemigo al acecho que tenían en ese momento, luego de secar los platos y guardarlos, vio que cada uno estaba en su asunto, Emma y Henry mirando la película, Mary Margaret junto a ellos, Killian parecía estar en lo suyo, el más alto caminó hacia él y puso su mano en el hombro de este.
—¿Qué haces Garfio? Preguntó.
—Nada disfrutando de la cena ¿y tú?
—Pues aquí, algo cansado con el trabajo.
—Parece que le falta sacar esa tensión Sheriff...
—¿Si y tu sabes como no es así?
—Por supuesto que lo sé. Dijo lamiendo su labio inferior de manera provocativa.
—¿Ustedes dos qué secreto tienen ahí? vengan a ver la película. Dijo Emma.
Todos se reunieron a ver la cinta como si fueran la familia perfecta, Snow estaba sentada a un lado de su esposo, del otro lado estaba Killian, el pirata de manera intencional rozaba su garfio por la pierna derecha del príncipe, nadie se daba cuenta, David tuvo que aguantar debido a que si llamaba la atención se darían cuenta, pero la insinuación era clara, su esposa por su parte le acariciaba su mano, estaba completamente dividido porque disfrutaba pasar tiempo con ambos, su esposa era tan devota, se preocupaba de él, lo trataba bien, pero Garfio le proveía esa libertad, esa aventura que te daba lo de probar cosas nuevas. Luego de la película, Emma y Henry se recostaron en la cama de Mary Margaret y se quedaron dormidos, la maestra había sucumbido con ellos, David los tapó y luego salió para ver a Killian quien estaba en la cocina bebiendo una cerveza.
—Se durmieron, parece que la cena estuvo demasiado pesada para ellos. Creo que tendré que dormir arriba, si gustas puedes quedarte en el sofá. Propuso el rubio.
—Suena bien, dijo el más bajo. Sonrió y se recostó, el rubio subió las escaleras para irse a la cama de Emma.
David se acostó y miró el techo, el cansancio lo venció y sus ojos se cerraron quedandose completamente dormido. Los rayos de luz de la mañana iluminaron el apartamento de Snow y Emma. El rubio sintió una sensación extraña en sus piernas y luego algo húmedo, se sentía algo muy placentero, húmedo y apretado abrió los ojos para mirar que pasaba, se encontró con un primer plano de Garfio envolviendo sus labios alrededor de su herramienta, bajaba y subía succionando y mojando todo.
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The Waves Inside Me (Captain Charming)
FanficKillian Jones, el mítico Capitán Garfio se había enamorado solo una vez en su vida, esa fue Milah, quien le dio los mejores momentos, sin embargo la perdió por culpa del cocodrilo, buscando la venganza, el pirata descubre que el amor es algo imprede...