Weakness | Draco Malfoy

𝟏𝟗𝟖𝟗

Julio, 1989. Mansión Nott

Los Malfoy y los Nott siguieron reuniéndose como siempre, nada había cambiado, excepto el trato de Draco hacia Malorie. Ahora ella no sabía que era peor, que él esté enamorado de ella o que la trate como mierda sin importar qué.

Él ya no le traía flores. No le molestaba, pero sabía que aquello no indicaba nada bueno.

Claro que la trataba mal cuando Theodore no veía o decía que era un accidente haberla empujado o que sin darse cuenta la golpeó con una bludger cuándo él y su hermano jugaban en el jardín.

Para ser un niño, Draco era muy grosero, cada vez que podía la insultaba. Ella jamás se defendería porque sabía que decirle algo haría que Draco estallara y les diría a sus padres, y para ella era mejor no provocarlos, no incitarlos a ser peores padres de lo que ya eran.

La realidad de la relación de Malorie con sus padres era que no la querían. Ellos buscaban un hijo varón a quien dejarle todo, que se haga cargo de seguir con el legado familiar, de nada les servía tener una hija que no pueda pasar su apellido a sus futuros hijos, sin contar que ellos pensaban muy seriamente que las niñas eran débiles, incluso su madre lo creía, siendo ella una mujer.

Cuando se enteraron que Aida estaba embarazada no quisieron saber el sexo del bebé porque creían fervientemente que era un varón y querían verlo directamente cuando este naciera. "Felicidades, es una hermosa niña" oír esas palabras de una de las enfermeras que asistía el parto fue suficiente para que ellos se desilusionaran por completo.

Malorie, variante del nombre Mallory: desafortunado o desventurado. Ese era su nombre. Su origen era francés, nada menos parecido que las raíces italianas que cargaban los Nott por parte de la familia de Niccolo, no se tomaron el trabajo de vincularla a ellos ni siquiera con su nombre.

¿Por qué no darla en adopción y hacer como que nada pasó? La familia Nott era reconocida en diversos aspectos. Sin mencionar que Aida trabajaba en el Ministerio de Magia y todos se habían enterado de la noticia y que Niccolo había salido en varios periódicos declarándose como víctima de Lord Voldemort durante la primera guerra mágica bajo la maldición imperio y también era conocido por ser un gran médico en el ámbito mágico; si su reciente hija desaparecía, le sucedía algo o la daban a otra familia, serían el centro de atención y no era lo que buscaban. Decidieron mostrarse como una feliz familia. Malorie nació el 10 de noviembre de 1978, pero en cuánto tuvieron oportunidad, sus padres decidieron buscar descendencia nuevamente, esta vez chequeando que si sea un niño y así fue como el 1 de enero de 1980 Theodore nació, siendo su amado y esperado hombrecito o como ellos le decían, su regalo de año nuevo. Aida quedó embarazada siendo Malorie tan pequeña que ya no podía alimentarla, aunque no le gustaba hacerlo tampoco, así que los elfos se encargaron de ella.

Por ese y millones de motivos más era importante no confrontar a Draco. Theodore no interfería en estas cosas ya que casi nunca sucedían estando él enfrente, pero cuando si estaba solo intentaba llevarse a Draco a jugar consigo de nuevo. La realidad era que los tres eran niños pequeños y Theodore no comprendía que lo que Draco le hacía a su hermana no era como cuando ellos tenían una pelea de hermanos y luego se pedían disculpas, pero como Malorie nunca se quejó de aquello con él, tampoco sabía bien lo que sucedía con certeza.

—Me caes muy mal ¿lo sabes? —Malorie asintió— ¿te duele el empujón que te di? Espero que sí.

Malorie trataba de no hablar con él cuando se veían, solo asentía o negaba, según le convenga.

—Eres y siempre serás una desagradecida. Eres mala, tonta y fea. Por eso tus padres no te quieren —ella lo miró con sus grandes ojos verdes sin decir nada—. No me mires, me das asco. —mentía, siempre lo hacía. Él nunca había visto a una niña tan bonita como ella, pero la ira que sentía por despreciar sus actos de cortejo hacia ella lo cegaban.

Malorie siguió mirándolo a los ojos, sabía que esto lo irritaba, pero era una pelea silenciosa.

—¡Eres una estúpida y te odio! ¡todos lo hacen! —Draco salió corriendo del cuarto de Malorie.

Como si no lo supiera.

Su único respaldo era Theodore, que, si bien no saltaba en su defensa frente al resto, la apoyaba cuando nadie veía. Él creía que si la defendía de sus padres podía meterse en problemas también.

Y esa noche fue una de tantas.

—Malie, soy yo ¿puedo pasar? —un susurro se oía detrás de la puerta, ella se acercó a abrirle.

—Ven, pasa —las luces de su cuarto están apagadas—. No enciendas la luz.

Claramente no hizo caso, vio en su cara una marca nueva.

—¿Fue mamá o papá?

—Mamá.

—¿Por qué?

—Quise ayudar a uno de los elfos a limpiar la cocina, creí que se había ido a dormir. Me llevó hasta su despacho y me golpeó.

Theodore quiso poner uno de sus pequeños dedos en su rostro, pero ella lo alejó.

—Ya, no es para tanto. —sacudió una de sus manos restándole importancia.

Theodore la abrazó con fuerza.

—Yo te quiero, te quiero mucho. Eres mi hermana favorita. —Malorie sonrió.

—No tienes más hermanas.

—Pero si tuviese, serías mi favorita.

—Gracias, yo también te quiero. —se separaron.

—¿Puedo quedarme hoy?

—Sabes que papá y mamá detestan que te quedes aquí, no quieren que te corrompa.

—Bueno, quizás otro día. Buenas noches, te quiero.

Theo salió del cuarto de Malorie y ella se quedó sola, fue a mirarse frente al espejo para ver la marca que su madre le había proporcionado y suspiró. Se dirigió a la cama para irse a dormir y desde dónde estaba podía ver aquel mueble con un nuevo jarrón. pero no nuevas flores, todas habían muerto hace rato, al menos las que había podido rescatar cuando se cayeron en su momento

Todas habían muerto hace rato.

Y ella ya había comenzado a morir también.