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LOS MESES PASaron rápido, y la relación con Felipe creció muchísimo.
Se sentían tan bien cuando estaban juntos, como si el mundo al su alrededor no girase y estuviesen hundidos en una nube de seguridad y confort en dónde podían sentirse en paz. Se notaba en el ambiente que cada vez que se veían algo se encendía, solo que tenían que averiguar que era.
Se juntaban muy seguido, amaban los tipicos encuentros de todos los jueves que se hicieron costumbre. Los jueves eran los días que ambos se desocupan temprano y se pueden juntar tranquilos, sin necesidad de andar apurados, aún que siempre las juntadas de la merienda terminen mas tarde de lo previsto.
Ninguno entendía como es que se hicieron tan cercanos es tan poco tiempo pero estaban seguros que estan completamente agradecidos de haberlo hecho. Se chocaron por una torpe distracción pero era una sensación tan dulce. El le hacía ver el calido sol luego de una tormenta espantosa y ella le ayudaba a encontrar su lugar de seguridad y felicidad, nunca se habían sentido tan a gusto al lado de una persona.
Sentían que encajaban a la perfección como si se tratase de un rompecabezas. A este punto ambos sabían más del otro que muchas personas que los conocían desde antes.
De todas formas, ninguno de los dos aceptaba lo que les decía su corazón.
Key pensaba hasta el fondo de su alma que no se podía enamorar de alguien tan rapido y menos cuando literal hacía nada que terminó con un hombre que la desgasto tanto de todas las formas posibles.
Mientras que Feli pensaba que no se podía enamorar de ella. No lo veía como algo malo, pero el pensaba que la chica no iba a permitirse enamorarse de alguien tan rápido. El prefería que Kaylen pueda recuperarse a su tiempo, el quería ayudarla a recuperar y sanar, el esta seguro que poco a poco va a hacer que sanen las heridas de la chica, y no solo las emocionales.
Aún se le eriza la piel al recordar el día que le encontró un moretón en el brazo, seguido de eso la chica se digno a mostrarle con una gran vergüenza cada una de sus heridas. Pequeñas marcas que eran testigos del infierno que paso al lado de la persona equivocada, pensando en lo pelotudo que hay que ser para dejar ir a una chica así. Y no solo dejarla ir, si no también hacerle eso a una mina tan buena y bella persona.
—Y bueno, solo nos quedan dos meses para irnos.— Finalizó con una notoria emoción
—¡Que lindo, Feli!— Chilló alegre con una sonrisa y el chico asintió con una sonrisa, admirando la acción de la chica. Le parecía muy tierno que se alegre tanto por cada uno de los logros de las personas.
—Si... Igualmente me da cosa, viste. Es mucho tiempo sin ver a mi familia, mis amigos, a vos.— iba a continuar hablando pero la pelirroja lo interrumpió.
—No pienses en eso Feli. Vos pensa que todos estamos muy orgullosos de vos. Es una locura lo que vas hacer. Y si, te vamos a extrañar un montón, pero sabemos que te mereces eso y mas— Le dijo con sinceridad y pudo visualizar como los ojos del contrario brillaban con una brillo único.
